La justicia confirmó la sentencia absolutoria de Mafalda Secreto, de 65 años, la mujer que mató a su pareja en legítima defensa y trató de deshacerse del cuerpo descuartizándolo. Los jueces repasaron los errores en la apelación que hizo el fiscal de juicio Ignacio Uthurry.

Además el Ministerio Público del Tribunal certificó los fundamentos de la defensa a cargo de la abogada penalista y especializada en violencia de género Raquel Hermida Leyenda y del Tribunal de Pergamino.

El caso ocurrió en 2019 en la localidad bonaerense de Colón. Desde el primer momento el Tribunal Oral N°1 de Pergamino consideró que la mujer ejerció la legítima defensa. Ella y su familia eran víctimas del que era su marido, José Luis Arena de 57 años.

“Mafalda es totalmente libre y se modificó la jurisprudencia”, celebró Hermida Leyenda, en diálogo con Tiempo. Aseguró que los “actos que ocurrieron posteriormente no invalidan la legítima defensa en contexto de violencia de género extrema. La causa modifica la historia jurídica penal argentina y del mundo entero».

Legítima defensa

“La justicia no cuestionó los actos posteriores al homicidio, porque consideró que lo hizo bajo legítima defensa y en un contexto extremo de violencia de género”, dijo Hermida Leyenda. Siguió relatando que “Mafalda no defendió solo su integridad física y psíquica, sino la vida de toda la familia que estaba amenazada por el violento”.

“Hay que tener en cuenta que se trataba de un hombre que a través de la comercialización de drogas que realizaba tenía contacto con gente de mucho poder”, recordó la abogada. Aseguró que su defendida “quiso deshacerse del cuerpo, lo intentó, pero nunca más volvió a recordarlo”.

“Es por eso que todavía sigue viviendo en la misma casa donde sucedieron los hechos”, contó Hermida Leyenda a este diario. Finalizó explicando que su “amnesia después del disparo -con el que mató al violento- determinó no solo su desesperación sino también su nueva vida”. 

El caso

El homicidio de José Luis Arena fue descubierto en la mañana del 1° de junio de 2019. Los investigadores estimaron que la mujer lo mató durante la noche anterior. El hecho fue advertido a las autoridades locales por el propio hermano de Mafalda Secreto. Ella lo había llamado a él para que la ayudara a deshacerse del cadáver y de las pruebas.

Su hermano alertó a la policía y los uniformados se acercaron a la casa donde vivía la pareja y constataron los dichos del hombre. A los pocos minutos Mafalda confesó el crimen. El cadáver, al que le faltaban los miembros inferiores y un brazo, estaba en un galpón en el fondo del terreno y había sido tapado con la lona de una pileta.

Finalmente la autopsia estableció que el hombre había recibido un disparo de un revólver calibre 38 en el rostro y que agonizó durante unas doce horas. Una vez muerto, la mujer le produjo unos cortes con una amoladora que había comprado el día anterior al crimen en una ferretería cercana a su domicilio donde fue vista por algunos vecinos.