Este 25 de noviembre, como cada año, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que invita a gobiernos, organismos internacionales y organizaciones sociales a desarrollar acciones de sensibilización social. Aprovechando la efeméride, desde Grow proponemos hacer un breve repaso por los tipos de violencia existentes porque para transformar la realidad, primero hay que conocerla.
La agenda de género en la legislación argentina
Además de los distintos compromisos internacionales asumidos por el Estado argentino, como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, más conocida como la «Convención de Belem do Pará», nuestro país con la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en el 2009.
Esta normativa no solo define los distintos tipos de violencia (física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, y simbólica) sino también las modalidades en las que se manifiesta (doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática). Sin embargo, más allá de las denominaciones, es importante considerar que muchas veces estos tipos de violencia se dan en paralelo y en los distintos ámbitos en los que las mujeres desarrollan sus vidas.
En este sentido, desde Grow hemos podido observar cómo la violencia laboral afecta en mayor medida a las mujeres, ocasionando un impacto negativo en sus posibilidades de desarrollo profesional y personal.
Violencia laboral contra las mujeres
Según la ley 26.485 se entiende por violencia laboral a “aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo” e incluye “quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función”. Si nos detenemos en este último punto, actualmente existe una brecha salarial del 30% en los trabajos formales y de un 35,6% en los informales, en perjuicio de las mujeres (Observatorio de Políticas de Género y Sindicatura de la Nación, 2021).
Pero además, los datos permiten observar que las mujeres están más expuestas que los varones a la violencia laboral. Según una encuesta realizada por Grow junto a Bumeran, Avon, Nodos, y Ela (2020), el 80% indicó que sufre o sufrió violencia y/o acoso en el ámbito laboral y un 36% afirmó haber recibido un trato desigual en comparación con sus pares varones.
Ante este escenario, vale mencionar que Argentina ratificó el Convenio 190 de la OIT para eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, que reconoce la existencia de grupos más expuestos a situaciones de violencia laboral por razones de género, como las mujeres y personas de otras identidades. Avanzar en esta dirección y desde esta perspectiva, significaría un gran avance en el camino hacia una vida libre de violencias.