En ocho encuentros virtuales, el espacio propone abordar las dimensiones de exploración, producción y reflexión de la imagen y su texto bajo la mirada de la fotografía documental actual.
En el taller trabajamos en equipos para compartir miradas y experiencias sobre las imágenes que produce cada unx. Encontramos puntos de conexión que nos sorprenden, mirar las imágenes de otrxs es mirar también hacia adentro de nuestros proyectos.
Ariel Hernández nació en Argentina pero vive en Canberra, Australia. No tardó en percibir las marcas que en la memoria colectiva dejó el exterminio de los pueblos aborígenes. Sin embargo los originarios que quedan se refugian aún en el desierto, borrados de la construcción social. Entre 2019 y 2020 se sucedieron incendios forestales en gran parte del territorio australiano. Casi al unísono el Perseverance despegaba hacia la conquista de Marte. Ariel vivió de cerca la devastación de los bosques, muchos dentro de reservas y parques. Comenzó a fotografiar lo que los incendios iban dejando atrás, sus huellas. De las muchas preguntas que le surgieron pudo identificar las que más le resonaron: ¿Está en nuestro ADN destruir el medio en el que vivimos? ¿Nos sentimos a salvo con la posibilidad de seguir habitando el espacio exterior? ¿Habrían sucedido estos desastres si en lugar de excluir a los antiguos hubiéramos incorporado sus saberes a lo que entendemos por “conocimiento”?
Clara Lescano encontró en su archivo familiar una foto en donde se ve un grupo de trabajadores reunidos, en el reverso dice: La Forestal.
En 1906 capitales ingleses crearon La Forestal, que logró ser la mayor productora de tanino en el mundo. Este monopolio llegó a fundar cerca de 40 pueblos en las provincias de Chaco y Santa Fe. Algunos de ellos son Tartagal, donde nació el papá de Clara, y Villa Ana, donde nació su mamá. En nombre del progreso la empresa explotó recursos naturales e instaló un régimen económico, social y persecutorio. Durante una protesta en 1921 obreros que pedían mejoras en las condiciones de trabajo y en los salarios fueron arrasados, al igual que la naturaleza, en una de las más grandes masacres de la historia argentina. Clara nació en Villa Ana en 1960, año en que la empresa dejó el país, luego de haber talado casi el 90% de los bosques de quebracho de la región. Clara busca por un lado reconstruir el pasado militante de su familia y por otro participar en la protección de la central de la Forestal en Villa Ana como espacio de memoria.
En 2020, poco después de iniciado el aislamiento social por la pandemia, Mario Carrasco, empezó a ver que las plazas y los parques públicos eran sede de celebraciones de todo tipo, pero a él le llamaron especialmente la atención los cumpleaños infantiles.
Como el arquetípico fotógrafo de plaza, sale a buscar esos festejos anónimos, cada fin semana, esperando la buena predisposición de familias que todavía no conoce. En el espacio las voces se funden con el sonido de las hamacas o el repicar de la pelota. La canción para soplar las velitas suena al ritmo de la música de la calesita. Los globos que se vuelan alcanzan a otros chicos que juegan en el arenero o andan en bicicleta. La fiesta se hace grande bajo el sol, que es más cálido porque los alcanza a todos.
“Chiques en la playa” es un proyecto en proceso de Rocío Mateos. Nació como una declaración de deseos, un conjunto de vivencias individuales que unidas forman experiencias colectivas: Propone hacer un aporte para que, a partir de la reflexión de las imágenes y los textos compartidos, las infancias más libres sean posibles.
Las historias que forman parte del trabajo dibujan un trazo entre el pasado y el presente, que se construye en el ir y venir de olas diversas. Les niñes de ayer son ya adultes, que reviven en este proyecto sus sentires acerca del crecimiento, las dudas, los vínculos, los derechos, las emociones, los sueños, la sexualidad, el machismo, las redes sociales, la gordofobia, temas que atraviesan nuestra autopercepción y que se hacen carne desde la infancia.
Miranda Sanchez Acosta, vive en el Conurbano Sur, este dato además de geográfico es parte de su identidad. En sus fotografías se percibe otra espacialidad, para ella es importante que el territorio donde nació esté representado y tenga voz en sus imágenes. Sus temas de interés tienen que ver con los vínculos y también con lo femenino. Durante el taller trabajó sobre una premisa: plasmar la cotidianeidad de las mujeres que conoce de cerca. Está convencida que en ese espacio/tiempo se puede reflejar una diversidad de formas de sentir, de conducirse por el mundo y de habitarlo.
Busca retratar y resguardar la memoria de sus vidas desde los actos más simples. Como una necesidad vital, documenta el día a día de diversas existencias y a través de la mirada brindada a otras mujeres reflexiona sobre sí misma.
Taller Virtual TERRITORIO DE PREGUNTAS – fotografía documental
Coordinado por Sole Quiroga.
CONSULTAS: [email protected]
INSCRIPCIONES: https://linktr.ee/formaciontiempo