La primera oportunidad de actuar le llegó a Yanina Ávila en 2016 cuando uno de los salones del Centro Integrador Comunitario (CIC) donde trabaja en el área de limpieza desde hace muchos años, se realizó el casting para el personaje de una madre sumida en la pobreza que entrega a su hijo recién nacido a un matrimonio de Buenos Aires.
“Estaba limpiando el CIC que es mi trabajo en la Municipalidad, y cuando empezó el casting una compañera me alentó a que probara porque sabe que me gustaba jugar a actuar”, cuenta Yanina. “Al principio no quería porque me daba vergüenza, después me animé”. Así fue como debutó en el cine en la película Una especie de familia, de Diego Lerman que se filmó en Misiones y que se estrenó en septiembre del 2017. Por esa actuación, la misionera obtuvo el premio Sur como mejor actriz revelación femenina.
Yanina Gabriela Ávila tiene 29 años. Nació y vive aun en la localidad de 25 de Mayo, a unos 200 kilómetros de Posadas, la capital misionera. Su familia, como tantas en nuestro país, está inmersa en una situación vulnerable. La actriz vive con su madre Norma de 58 años, y su hermana María. No terminó la escuela secundaria; pero con la tenacidad de las luchadoras se abrió camino para ella y sus hijos: Kevin de 9 años y Santiago de 4, a los que cuida y mantiene sólo con ayuda de su mamá.
Al finalizar la película dirigida por Lerman, Yanina Ávila retomó su vida apacible y cotidiana en el pueblo. Unos años después y a través de un contacto de la realizadora audiovisual Macarena Czernecki (oriunda de 25 de Mayo) la producción de la película Crímenes de Familia le ofreció ponerse en la piel de Gladys Pereyra.
La misionera se define como una chica “sencilla de pueblo”, y es desde ese lugar que actúa. Reconoce que no es una actriz profesional, y no porque carezca de talento, sino por la falta de oportunidades para los y las artistas en su zona.
Cuando el largometraje dirigido por Sebastián Schindel, y en el que actúan Cecilia Roth, Miguel Ángel Solá, Sofía Gala Castiglione, Paola Barrientos y Benjamín Amadeo, se estrenó simultáneamente en Cine.Ar y la plataforma Netflix el 19 de agosto, Yanina no tenía teléfono celular y no pudo ver la película hasta una semana después. Tampoco tiene internet ni computadora. Hace unos días, las autoridades provinciales le regalaron un teléfono móvil, y el municipio una tablet.
Sin conocimientos ni formación
El contexto de vulnerabilidad y carencias fueron una constante en la vida de Yanina que tuvo una infancia más que difícil. Nada diferente a lo que le toca vivir a cualquier niña, niño y adolescente pobre de Misiones. Sólo que cuando Crímenes de Familia tuvo una recepción exitosa y explotó por su buen guión, dirección, producción, fotografía y las notables actuaciones, entre ellas la de Yanina Ávila, su situación de precariedad material se visibilizó y marcó la diferencia entre otros jóvenes empobrecidos como ella.
A Yanina Ávila le sobra talento pero le faltan cuidados integrales: en su salud física -está con bajo peso- y psicológica, porque se vio desbordada por todo lo que trajo aparejado el éxito de Crímenes de Familia.
No tuvo los cuidados ante semejante exposición en los medios de comunicación, ni información suficiente para comprender temas contratos, honorarios, tiempos de pagos. Tampoco sus derechos como trabajadora de la industria cinematográfica que tiene muchas aristas, quizá tantas como la política partidaria oficialista misionera, que recién en estos días “descubrió” que Yanina no tiene vivienda digna, por lo que el intendente de su pueblo se comprometió a gestionar una casa para ella y sus hijos-; tampoco supieron que no podía comunicarse tecnológicamente ni que no tuvo posibilidades de estudiar, o que su sueldo del Estado municipal apenas le alcanza para alimentar a sus hijos.
Con el talento no alcanza
Yanina Ávila cuenta que tiene una propuesta para actuar en una nueva película con una productora audiovisual independiente, que podría concretarse hacia fin de año. Subraya que tanto en la primera película que debutó, como en la de Sebastián Schindel, se sintió muy cuidada. “Fue algo maravilloso que el equipo de Buenos Aires me tomara una prueba y le gustara mi trabajo. Esto me llegó gracias a Dios y a mi perseverancia”, reconoce.
Expresa que aunque nunca imaginó ser actriz, algo se despertó en ella al actuar y quiere seguir. “Sé que tengo que estudiar y capacitarme. Los papeles que hice hasta ahora en algún punto se tocan con mis vivencias y costumbres locales; son historias cercanas o conocidas que se asemejan; partes de mi historia como mujer y desde ahí interpreté con humildad a Gladys, que viaja desde Misiones a la capital con una historia de sufrimiento y exclusión”.
Basada en un caso ocurrido en Misiones
La historia que protagoniza Yanina está basada -versionada en el guión- en un caso que ocurrió hace varios años en la localidad de Eldorado. En ese hecho, una joven que ya tenía dos hijas dio a luz a una beba y la tiró en la letrina (baño) de su casa. A diferencia con la película, la niña fue rescatada con vida.
El caso fue judicializado. Esa madre soltera -igual que Gladys- declaró ante la Justicia que no sabía que estaba embarazada ya que todos los meses menstruaba normalmente y cuando tuvo contracciones, fue al baño, pujó. salió el bebé y no lo pudo detener.
La polémica sobre el supuesto no pago de la productora
Hace unas semanas surgió la información de que la joven actriz no había cobrado por trabajo en la película, eso fue desmentido por la actriz y por la productora Buffalo Films desde donde aseguraron que Yanina Ávila percibió la tarifa establecida en el contrato firmado por ella y estipulado por la Asociación Argentina de Actores nacional -la delegación Misiones no tuvo injerencia- a través de la cual percibió sus haberes por su papel como una de las co-protagonistas del filme Crímenes de Familia.
Ese cachet usualmente se paga al principio del rodaje, durante y al final la última parte. También cobró el monto por el “bolo” que su hijo menor hizo en la película.
Por su parte, la responsable de la Asociación Argentina de Actores de Misiones, Veroka Fedeli, afirmó que la delegación que dirige ad honorem, a diferencia de la película anterior, no tuvo que ver con el vínculo contractual de Yanina Ávila en Crímenes de Familia.
“La primera vez que actuó se le pagó a través de nuestra delegación porque la película se filmó en la provincia. Cuando surgió el rumor de que la productora porteña no había cumplido, comenzamos a averiguar con la Asociación de Actores de Buenos Aires, y ahora podemos afirmar que nos consta que se le pagó todo en tiempo y forma”.
En la documentación están registrados desde el año pasado. “Se pagó su cachet y lo que corresponde a Santiago, su hijo menor que también actuó en la película. Lo que pasó fue un malentendido en cuanto a lo que cobró”, sostuvo Fedeli.
Según la delegada, los tres pagos correspondientes al trabajo de Yanina Ávila están registrados entre septiembre y octubre del año pasado. “No es verdad -como se dijo- que no tiene cuenta bancaria porque su salario de la municipalidad se abona a través del Banco Macro. Quizá lo más reciente que cobró haya sido por vacaciones y aguinaldo no gozados; eso se suele pagar al final de todo y le habrán depositado como un porcentaje. Pero lo acordado en el contrato fue pagado en su totalidad y registrado en el sistema de la AAA.
Los primeros pagos fueron hechos en Buenos Aires a través de cheques mientras Yanina estaba filmando allá y fue a cobrar acompañada por personas de la producción. También le pagaron por desarraigo, ya que en el contrato figura que ella reside en Misiones y viajó a filmar a Buenos Aires”.
La delegada explicó que por más que su rol tenga una incidencia artística en la película una vez estrenada, como ocurrió en este caso, “la cantidad de tiempo que ella está expuesta a la pantalla tiene un orden de pago, y de acuerdo a la escala es correcto lo que cobró”, aseveró.
Asesoramiento sobre sus derechos
La responsable de AAA en Misiones se comprometió a asesorar a Yanina sobre sus derechos como actriz, considerando que ella puede sentir que la están vulnerando al no conocer el funcionamiento de la industria.
“Vamos a hablar con ella sobre temas que no está manejando del todo bien, por ejemplo que por su trabajo en la primera película debería comunicarse con SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) por las repeticiones de las películas en las que trabajó. En el caso de Yanina a raíz del éxito de Crímenes de Familia mucha gente querrá ver la película anterior en la que trabajó, y ella debería recibir un beneficio económico. Vamos a ayudarla con ese trámite”, subrayó.
La intención del Sindicato y del Ministerio de Cultura de Misiones es gestionar capacitación a través de una beca de estudios, ya que la actriz expresa que se quiere formar, y además convenir con el municipio para que acceda a una conexión de internet en su domicilio.
“Yanina puede acceder a nuestro sindicato esté o no afiliada y goza de derechos. La prioridad es que reciba asesoramiento, y que la próxima vez que firme un contrato tenga claro lo que corresponde legalmente”, remarca.
Mientras que el ministro de Cultura, José Martín Schuap, manifestó que el organismo a su cargo, se ocupará de resolver la formación y capacitación de la joven. “Vi la película y me conmovió la actuación de Yanina, ella es parte de eso, y me preocupa su situación personal, y vamos a actuar en consecuencia para ayudarla”, aseguró.