Suele pasar: los integrantes de un grupo emblemático deciden tomar distancia e individualmente dedicarse a los más diversos proyectos –teatro comercial, cine y televisión, entre otros–. Pero diez años después, Los Macocos, una marca registrada del humor local, necesitaron un reencuentro y en este 2020 vuelven a la carga. Este operativo retorno retoma una obra emblemática que los transformó en un ícono local con una importante proyección internacional.
Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolf y Marcelo Xicarts dieron los primeros pasos de este regreso el año pasado con su obra Los Albornoz. La repercusión de público y las muy buenas críticas hicieron que este año vuelvan a la carga. Por eso hace días repusieron una de sus obras clave: La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi. El regreso a la Avenida Corrientes se dio de una manera muy natural: «Para nosotros Los Marrapodi es un clásico. La escribimos hace 20 años y mantiene plena vigencia. Es una obra que nos trajo muchas satisfacciones, volver a hacerla es un desafío y un placer”, reconoce Salazar.
El espectáculo aborda desde el teatro clásico español hasta el sainete, pasando por la zarzuela, el circo criollo, el grotesco, la revista y el típico realismo argentino. “Con esta obra nos presentamos en lugares tan distintos como Barcelona, Washington, México y Bolivia –destaca Salazar–. Es un texto de estudio en universidades y escuelas, lo que implica un gran orgullo para nosotros. Siempre fue un espectáculo hecho en homenaje al teatro popular y por eso nos parece que está bueno hacerlo en un momento como este, donde la cultura tiene que ser reivindicada luego de varios años en la que se la dejó de lado”.
Los Macocos se formaron en 1985 y estrenaron más de 20 espectáculos en 34 años de carrera. Los primeros pasos fueron en el off porteño, donde se destacaron por la producción y calidad de sus shows, y por su humor corrosivo. Más tarde se presentaron en salas oficiales como El Teatro General San Martín, el Cervantes y el Alvear, entre otros. Pero también en el circuito comercial, como el Metropólitan, La Plaza y Apolo.
“Todos los que somos Los Macocos concebimos el teatro como una disciplina grupal. Exige un compromiso ideológico, algo ético que aparece cuando uno está contando la obra. Por eso hacer un espectáculos siempre es una gran emoción”, admite Salazar, quien reconoce que la experiencia de trabajar en solitario le dio más fuerza al conjunto.
Salazar destaca que el grupo está escribiendo material nuevo: “Pero sin presiones, estamos poniendo en marcha de nuevo la maquinaria de la creatividad, algo que no es tan fácil como suena. Aportar algo a nuestro repertorio es algo que deseamos como interpretes, así que nos estamos rompiendo el lomo para que salga algo bueno”. El material estaría terminado antes de fin de año.
Según el actor, en su profesión hay que estar atento al presente y no dejarse llevar por la ansiedad del futuro o la melancolía del pasado. «Tenes que mirar lo que pasa alrededor y no influenciarte por lo que te brindan los estímulos que nos sobrepasan. Hay que conectarse con lo que le pasa a uno, sin perder el contexto, pero escuchándose. Lo bueno de estar en un grupo es que siempre si uno no puede, el otro te ayuda.»
El humor sigue siendo la mayor herramienta de Los Macocos. Salazar considera que poder hacer reír con cualquier tema es una de las habilidades que más se destaca del grupo. “Hemos hecho humor de todo tipo. Hasta con cosas que parecía que no se podía, como con la dictadura. Y cuando lo hicimos en teatro por la identidad, las abuelas y madres nos agradecían que pudiéramos tocar ese dolor con humor para alejarnos de la solemnidad. Creo que el humor ayuda a la memoria y permite sobrellevar situaciones muy duras.”
Los Macocos
La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi. Viernes y sábados a las 23 en el teatro CPM Multiescena, Avenida Corrientes 1764.