La cartelera de Buenos Aires dio apertura este marzo a su ciclo de estrenos y reestrenos. La fiesta del viejo, de Fernando Ferrer, pertenece al primer grupo y se presenta los domingos a las doce en Espacio Callejón (Humahuaca 3759). Podríamos situarla en el circuito teatral de obras de mediodía, tal como propuso originalmente Mi hijo solo camina más lento, la pieza croata con dirección de Guillermo Cacace, en Apacheta. Aquí también los espectadores recibimos un aperitivo e ingresamos como invitados ocasionales a un almuerzo de cumpleaños en un clásico y vigente conflicto familiar, con música en vivo y una sostenida dinámica actoral en acción de un numeroso cuerpo de actores. O como lo redefine Ferrer: un grupo de amigos que no había trabajado juntos y decidió hacerlo, celebrar, arroparse y dar de comer.
La dinámica en la dramaturgia de Ferrer, quien ya se había inspirado en Shakespeare para La Payanca, es abierta y dista de reponer el clásico en escena, va más allá y asume el plan de reescribir el clásico según los intereses de los grupos y su propia motivación. Según cuenta su intención es la de escribir algo nuevo y reescribir lo personal, lo familiar y lo subjetivo cruzado con los clásicos.
En esta obra el punto de partida es Rey Lear y se da en el marco de una celebración en el Polonia de Almagro, un club fundado por un inmigrante polaco que intenta resistir los embates de la crisis económica y los negocios inmobiliarios del gobierno de la Ciudad. Además evidencia su rivalidad histórica con el Deportivo Francés, y entre otras microtragedias sociales, sugiere la violencia deportiva en manos de un yerno barrabrava con contactos con la comisaría del barrio.
Entre sutiles melodías de bandoneón (Stine Helkjær Engen), kniches y vodka, el conflicto shakespereano es iluminado en el destacado papel de Abian Vainstein, en el rol de el viejo, con sus contradicciones, su memoria dislocada y sus preguntas ontológicas y existenciales a su familia de origen y a la otra, los compañeros del boliche de barrio, Bufo (Moyra Agrelo), Cocinero (Damián Gallitelli) y Kent (Ezequiel Tronconi).
¿Ustedes me desconocen? Soy el viejo que vino de Polonia, ¿el viejo que camina y baila? ¿Quién soy yo? Yo me transformé en una sombra.
El viejo formula la pregunta del ser desgranando la existencia, cuando la tragedia del domingo al mediodía ya se ha desatado: un problema de herencia y un reclamo de honestidad afectiva a Cordelia (Agustina Benedettelli), una de sus hijas que llega con su novio reciente (Gonzalo Ruiz), y quien debe expresar públicamente la admiración al padre para recibir su tercera parte. La desconfianza del viejo es máxima a pesar de la ponderación y la honra explicitada por su hija. ¿Se puede renunciar a ser padre?
Para el director de la obra, este viejo es entrañable: Frente a la posición mercantilista de la venta del local, él asocia los recortes, quiere que la entrada sea familiar y accesible. Hace referencia a una cuestión liberal con una mirada social, porque cuando él llegó de la guerra alguien le puso un libro en la mano y le dio de comer.
Esta obra sorprende en diferentes momentos, a la vez que propone reformular el sentido de domingo familiar al público invitado, rearticulando temas con epicentro trágico -como los problemas de herencia, la desconfianza y el desamor familiar- y ofreciendo bollos de papa, vino y torta de cumpleaños.
Ficha técnica
Actúan:
Moyra Agrelo, BUFO
Agustina Benedettelli, CORDELIA
Julieta Cayetina, NESKI
Damián Gallitelli, COCINERO
Ezequiel Gelbaum, CURNA
Clarisa Hernández, REGINA
Gonzalo Ruiz, FRAN
Julián Smud, BANO
Ezequiel Tronconi, KENT
Abian Vainstein, EL VIEJO
Stine Helkjær Engen, COMPOSICIÒN Y BANDONEON.
Asistente de Producción: Male Devoto
Producción: Julián Smud, Clarisa Hernandez, Ezequiel Gelbaum, Fernando Ferrer
Asistente de Dirección: Marisol Scagni
Fx: Guillermo Toledo
La fiesta del viejo se da en Espacio Callejón (Humahuaca 3759), los domingos a las 12.
*Las entradas se consiguen por Alternativa Teatral.
** Esta obra forma parte de los beneficios de soci@s de Tiempo Argentino.