Este sábado a la noche un Ópera lleno volverá a recibir a Vanesa Martín con los brazos abiertos, como la primera vez que pisó Buenos Aires, recuerda hoy esta cantautora malagueña que apenas diez años atrás llegaba a Madrid casi literalmente con una mano atrás y otra delante, para tocar el circuito de bares con su guitarra y sus primeras composiciones.
Atrás habían quedado sus estudios de magisterio: Justo cuando tenía que preparar las oposiciones; pero estudié por tener una excusa, un colchón, por si de repente no me salía bien Porque tampoco conocía a nadie en la industria. Pero cuando le vi la única puerte de: oposiciones o qué, dije: yo me voy.
Si algo aprendió de aquellos años y aquel estudio es que la pedagogía, la enseñanza tienen mucho que ver con la música: te abre la mente, te hace más tolerante, te hace pensar.
-Y cuando le dijiste a tu papá y tu mamá que te ibas a Madrid, ¿qué te dijeron?
-Mi padre se creía que me iba por un fin de semana. Bueno, vienes el lunes, me dijo, ja ja. Al principio mis padres decían: la niña está loca, no conoce a nadie, qué va a hacer. Después vinieron a visitarme, veían cómo me movía por el circuito; al principio poquísima gente, imaginate, nadie te conoce, una ciudad como Madrid
Y aquí estoy diez años después, con un Ópera lleno y un disco que no deja de darme satisfacciones
-¿Y cómo lo definirías a Munay respecto de tus anteriores trabajos?
-Creo que tiene una evolución, mi sonido tiende a desnudarse cada vez más, a ser más contundente, más directo, tanto en letras como en melodías y en arreglos. Es un poco más orgánicos más madera, más de esencia, de raíz. La gente en general, cuando hablas, por lo general no distingue. Buenos es una canción como cualquier otra, dice. Y yo sí en el concepto del disco en general he buscado precisamente avanzar y seguir creciendo, Y solidificar de alguna manera el sonido que quería.
-¿Estuviste más metida en el proceso de grabación que tomas veces?
-No, he estado igual que siempre. Lo que pasa es que a diferencia es que a más discos pasen más experiencia tendré y más sabré como quiero expresarme. Pero en mis discos anteriores también he estado bastante presente. Sí es verdad que estuve dos meses única y exclusivamente metida en el disco. Incluso cuando salís del estudio ni me iba por ahí ni nada. Mis amigos me decían: ¿no sales? ¿Y qué conoces de Los Ángeles? Nada. Hasta el domingo que teníamos libre no hacíamos nada Y de repente con el productor se creó una comunión muy poderosa desde el primer momento, Creo que Eric (Ross) y yo en otra vida hemos sido familia (ríe).
Su acento malagueño, al menos para el oído argentino, le da un tono popular que sus canciones, la forma en que están cantadas y dichas, profundiza. Puede definirse como la chica de la cuadra, la del barrio, que comenzó a encontrar la música adecuada para lo que quería decir y así el mundo le abrió sus puertas.
Creo que tanto las mujeres como los hombres aprendemos de cada paso que damos. No solo en el trabajo, en la vida también. Mientras más vivas más arpendes. Sí que soy bastante curiosa y de meterme en todos lo proceso de grabación y producción. Disfruto mucho en el estudio no solo cuando estamos arreglando, sino cuando está el bajista, el batería, cada uno de los músicos; y claro cuando con Erik debatimos cada canción. Estoy metida hasta en los charcos.
-¿En los shows sos igual?
-Completamente igual, Soy igual para todo mi vida en general, me meto hasta en los charcos, Quiero estar participando de todo.
-Y nunca tuviste una critica.
-No, porque tampoco me meto de mala manera. Es mi trabajo, es mi proyecto; si no me meto yo, quién se va a meter. Si no lo vivo yo con estas ganas de hacerlo bien, sino me involucrara, la gente de mi alrededor no se involucraría de la misma manera. Y la gente de mi entorno lo vive así.
-¿Cuánto sentís que de esto transmitís al público?
-Para mí el escenario no tiene ni trampa ni cartón, ahí te muestras con todo y se te ve todo. Y cualquier persona que tenga un mínimo de sensibilidad te va a ver si es verdad o mentira lo que estás contando. Me gusta tanto dedicarme a la música, y para mi la música es un lenguaje de vida, que me meto completamente en el papel en cada concierto y estoy ahí completamente concentrada. Le tengo tanto respeto al escenario y al público que estoy ahí metida en mi movida y en mi historia, y a veces me voy al momento concreto en el que he compuesto esa canción,y me remueve toda entera por dentro. Yo no tengo filtros para eso, igual que me gusta participar de todo el proceso. Me gusta preguntar, escuchar, estar con mi equipo, tener la sensación de que todos remamos hacia una misma dirección; y me gusta tener la capacidad de evadirme y meterme dentro de la canción y vivirla y en directo contarla tal cual.
-¿Crees que la música tiene alguna función particular en la vida de la gente?
-La música es terapéutica, y creo que es capaz de hacerte viajar por distintos estados de ánimo se que tu mismo lo sepas. Te levantas una mañana feliz, escuchas una canción jodido a las 12 del mediodía y te has jodido el dia. Y es así (rie), aunque después lo resuelvas de otra manera. Y viajas a través de ti mismo. A veces la he comparado, con matices, con el perfume. Cuando vas por la calle y hueles un perfume que te recuerda a alguien, y dices guau. Y la música creo que tiene ese poder canalizador, de elevarte o meterte para dentro.
-¿Y vos qué buscás con la música?
-Yo cuento mis historias, y ya que cada uno la intérprete a su manera, la haga suya y viva el viaje y viaje lo que tenga que viajar a través de sí mismo. Lo que busco es que la gente que venga a un concierto no se vaya defraudada, que sienta que ha valido la pena, que se vaya con ganas de repetir y que sea una noche bonita para ambos.
Lo de repetir ya es un hecho: desde el lunes 10 de abril se ponen a la venta las entradas por Ticketek para el show del 23 de noviembre en el Gran Rex. Además de un nuevo encuentro y casi despedida del año será una oportunidad muy especial porque por primera vez sus padres la verán en un show fuera de España. Me los voy a traer. Ahora no podían venir. Ya les he dicho que vayan reservándose los días. Quería que vinieran ahora al Ópera, pero por el trabajo no han podido.
-¿Y por qué te interesa particularmente que vengan a Buenos Aires?
-Porque cuando he salido de España fue la primera ciudad que me abrió las manos de par en par. Y estoy muy agradecida.