El poder femenino como un motor de cambio. Esa es la premisa bajo la cual el director italiano Francesco Costabile llegó a materializar su primer largometraje. Se trata de Una femmina (El código del silencio), una producción de 120 minutos que ya se puede ver en salas. Es la historia de Rosa, una mujer que muy a su pesar pertenece a una familia ligada a la ‘Ndrangheta, la temible mafia calabresa que opera en el Sur de Italia desde hace varias generaciones. En esa línea, el abuso psicológico, la opresión y la extorsión doméstica son los cimientos que construyen el mundo de la protagonista, pero que de todas formas ella está dispuesta a desafiar para ser libre.
Francesco Costabile construyó una historia densa pero también humana, donde el concepto de criminalidad está visto desde el punto de vista de la protagonista en su lucha por despegarse del ambiente mafioso que la rodea. “Estoy muy contento de que esta pequeña película, mi primera obra, se haya vendido en más de treinta y tres países de todo el mundo. Existe un profundo vínculo entre nuestros países, ya que muchos emigrantes de Calabria han llegado a Argentina, incluidos miembros de mi familia. Por desgracia, la ‘Ndrangheta es una de las organizaciones criminales más poderosas y arraigadas del mundo, por lo que el tema de la película arroja luz sobre un problema que no es sólo italiano, sino internacional”, dice el director en diálogo con Tiempo.
“Además, el tema principal de la película es la violencia de género y la opresión de la cultura patriarcal sobre el cuerpo de las mujeres. En esto la película es universal. Pienso en el dramático caso de Cecilia Strzyzowski, que sacudió la conciencia de la opinión pública. Las historias de las mujeres de la ‘Ndrangheta son, desgraciadamente, universales, porque nos tocan de cerca”, dice Costabile desde Bologna, la ciudad donde realizó sus estudios universitarios, enseña cine y proyecta sus próximos pasos en el mundo en la industria cinematográfica.
Una ficción sobre la más cruel realidad
El comienzo de esta historia ficticia, pero de tantos puntos en común con la realidad, encuentra su origen en una investigación periodística. “La película parte del libro de investigación Fimmine ribelli (Mujeres rebeldes) de Lirio Abbate, que contiene las historias de mujeres que se rebelaron contra sus familias mafiosas. Partimos de estas noticias para construir la dramaturgia de la película y contar la historia de Rosa, una adolescente que debe descubrir la verdad sobre la muerte de su madre y redimir su memoria. Para estas mujeres, convertirse en testigo de la justicia es la única oportunidad de empezar una nueva vida, de liberarse de su destino, de construir un futuro libre de opresión”, afirma Costabile.
Una femmina (El código del silencio) contiene realidad y ficción, aunque no necesariamente en partes iguales. Dice el director al respecto: “La primera parte de la película, la introducción sobre la madre de Rosa, recuerda claramente el asesinato de la víctima de la mafia Maria Concetta Cacciola. La llamada inicial de la madre está tomada de una interceptación telefónica real. El resto de la película es una interpretación de la realidad. Todo se transfigura, intentando no perder nunca de vista la credibilidad de los hechos”.
Más allá de tomar la historia de una investigación periodística, Costabile afirma haber trabajado a destajo en términos de trabajo de campo para lograr los resultados que su film exhibe: “Sí, trabajé mucho, sobre todo en el casting y la búsqueda de localizaciones. También tuve mucho tiempo porque la película estaba bloqueada a causa de la pandemia. La investigación sobre el campo es esencial para construir la atmósfera de la película, combinas todos los elementos como si fuera un cuadro y para mí la imagen y el encuadre son muy importantes. La investigación más importante fue la de la actriz principal. Lina Siciliano no es una actriz profesional, es una chica que conocí en la casa familiar donde creció de niña. Ella vivió en primera persona la violencia que se narra en esta película y creo que esto hace que su interpretación sea única”.
La mención repetida de la Ndrangheta en la película presupone un riesgo certero para el responsable del film, sin embargo, el director afirma no haber tenido inconvenientes: “Entiendo la pregunta porque podría suponer problemas trabajar con este tipo de temática, pero particularmente no tuve ningún problema porque decidí trabajar en un país libre de toda infiltración mafiosa. Ciertamente, los periodistas que trabajan en tierras controladas por la mafia son los que decididamente están más directamente expuestos. De hecho, el periodista Lirio Abbate, autor del libro de investigación en el que se basa parte de esta película, actualmente vive escoltado por las amenazas de muerte que ha sufrido”, concluye Francesco Costabile.
Una femmina (El código del silencio)
Una película de Franceso Costabile. En cines.