Después de la pandemia, la necesidad puso a Pepe Monje a buscar oportunidades laborales. Y así vio la chance en Detrás de esa puerta, de Rafael Calomino, un thriller policial psicológico que gira en torno a la mente de un singular asesino: se tata de un viaje teatral al interior de un crimen, pero también una mirada sobre la psiquis humana, sus obsesiones y fantasmas. Es la cuarta obra en la que Monje y el director Eduardo Lamoglia trabajan juntos. El actor comparte escenario con Emiliano Díaz y Silvia Dietrich.
“Es un texto muy interesante, con una poesía que invita a darle vuelo”, cuenta Monje. “La trabajamos bastante tiempo, pero uno no tiene una visión global y real de la capacidad del texto hasta que no lo pone a prueba con el público. Nos manejamos con mucha intuición y confiamos en la dramaturgia, agrega”. Por suerte, la vacunación avanzó y se habilitaron los ensayos presenciales: fue la hora de poner el cuerpo. “Tuvimos protocolos y no nos sacamos el barbijo, fue hermoso, porque está la necesidad del actor de encontrarse con otro. Teníamos mucha expectativa y pudimos mover las neuronas mejor, porque la distancia está buena en un principio, pero en algún momento la manera de trabajar tiene que ser cuerpo a cuerpo”, cuenta el actor.
“Esta era una obra que necesitaba probar cosas, necesitábamos pensar a medida que pasaban las escenas, cómo tenían que ser estos personajes, estos seres desangelados, sumergidos en un loop de obsesiones que nos identifican a todos, y más después de estar tanto tiempo cuidándonos y sin salir”, reflexiona Monje.
Todos los domingos a la tarde en el Tinglado, el elenco abre la puerta a un mundo donde el espectador puede reflexionar sobre sus miedos. Las expectativas son muchas ahora que se van reactivando las ofertas teatrales. “Uno trata de desembarcar con un buen proyecto. El público necesita lo mejor para alentarlo a que retome el ritmo de consumo cultural que había antes de la pandemia. La cabeza de todos fue modificada por esta situación y está bueno pensarnos, para formularnos nuevas preguntas y darnos nuevas respuestas”, analiza el actor.
Monje recalca la importancia de la cultura, a pesar de que en un primer momento de aislamiento y cierre no fue prioridad: “Es algo básico para el ser humano. El arte es necesario para vivir, para vivir mejor, sin dudas. Las estructuras se rompieron, hay que reconstruirlas. Muchos lo hicieron reinventándose o buscando la forma, porque si no la situación los dejaba en al camino. Bueno, es hora de que todos aportemos”.
Además de Detrás de esa puerta, Monje es parte de la serie del momento y con mucha proyección internacional, nada más y nada menos que Maradona: sueño bendito, de Amazon Prime, donde interpreta a Don Diego, padre del Dios del fútbol. “Es una linda oportunidad para mostrar la capacidad de trabajo que tenemos en la Argentina. Que hay buenos actores, buena calidad fílmica. Esta plataforma deja que vean tu actuación en todo el mundo y siempre puede abrir puertas. La verdad, estuvo espectacular”, se entusiasma. La filmación se realizó hace dos años, cuando Diego estaba aún presente, pero por cuestiones legales se demoró el estreno. “Lo importante es estar en esa vidriera mundial. Se trabajó con mucha libertad, más allá de ser la vida de Maradona. A medida que avanzaba el rodaje uno podía tener más seguridad e ir apropiándose del personaje. El espectador sabe que existen aquellos que representamos, pero el actor no debe limitarse, sino crearlo nuevo, no tratar de imitarlo. Veremos si gusta o no”, analiza el artista, hoy feliz de este regreso de la actividad. «
Detrás de esa puerta
Obra de Rafael Calomino. Actúan: Pepe Monje, Emiliano Díaz y Silvia Dietrich. Domingos a las 16 en el Tinglado Teatro, Mario Bravo 948.