Carlos Lastra es uno de los saxofonistas más prestigiosos de nuestro país. Como músico, y más allá de su tarea como docente en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, recorre de manera incansable la escena del jazz de Buenos Aires. Por estos días se encuentra homenajeando a Enrique Norris, cornetista, pianista y compositor fallecido en septiembre del año pasado y uno de los referentes indiscutibles del género en nuestro país. Lastra estará tocando junto a Bárbara Togander en bandeja y voz, Ernesto Jodos en piano, Maximiliano Kirszner en contrabajo y Mariano Moreira en batería y percusión, mucho del muy buen material del desaparecido artista en el ciclo Universo Norris, este viernes 7 de julio en Prez.
Serán dos funciones el mismo día: la primera a las 21 y la segunda a las 23, con setlists diferentes entre sí. «Tocar la música de Enrique siempre es una alegría y una gran responsabilidad. Las formaciones van cambiando. Bárbara y yo junto Maximiliano y Mariano, quienes formaron parte del último trío de Enrique, podríamos decir que somos el grupo estable. Esta vez tenemos el enorme gusto de que se sume Ernesto Jodos, pero han estado Paula Shocron, Sergio Wagner, Pablo Diaz y Carto Brandán, quienes han estado acompañándolo durante muchos años. Volver a su música es una situación siempre especial. Sentimos una gran responsabilidad en tratar de mantener viva la música de Enrique, consideramos que debe seguir siendo tocada, escuchada. Barbara está haciendo un trabajo enorme recopilando y ordenando sus composiciones para poder editarlas. Enrique era un compositor muy prolífico que, además, permaneció mayormente al margen de cualquier circuito discográfico tradicional, lo que no impidió hacer una gran producción independiente”, afirma Carlos Lastra.
-¿Cuál es el origen de este homenaje a la figura de Enrique Norris?
-El trabajo pasa por mantener viva la producción de Enrique, me refiero a su música y poesía, porque él era un artista polifacético que hasta realizaba la gráfica de sus álbumes. Buenos Aires es una ciudad que tiene una oferta de lugares culturales tremenda, en muchos de ellos el homenaje a Enrique está siendo muy bienvenido, pero en ocasiones siento que este tipo de propuestas, los homenajes, les cierran más que el programar al artista haciendo su propia música. Hay mucho de injusticia en eso. Su recuerdo está muy fresco, pero a la vez siento que existe una cuestión de época que valora más los homenajes, de cualquier manera, hoy tenemos que focalizarnos en mantener sonando la música de Enrique.
-¿Van a recorrer diferentes etapas de la música de Norris o harán foco en algo particular?
-Sí, elegimos temas de distintos discos de Enrique, algo que de alguna manera representa varias etapas de su producción musical. Este viernes tocaremos distintos colores, piano solo, dúos además de quinteto. Enrique era también un gran pianista, entonces eso también está presente y en manos de Ernesto, una gran alegría.
-¿Los temas serán abordados desde la improvisación?
-Nosotros queremos respetar el espíritu de su música. Si bien hay casos en el jazz donde se toca casi de manera literal, este no será el caso. Somos nosotros en función de la música de Enrique, nosotros sentimos que eso es lo que él hubiese querido de todas formas. El humor y el estilo de su música lógicamente se mantienen, sobre todo porque estamos tocando en esta formación con dos músicos que tocaron con él, así que se mantiene el concepto de ejecución que existía en su último trío. Más allá de eso, cada uno de nosotros habla con su propia voz, su propia expresión. No pretendemos emular lo que él hizo sino subirnos a su sensibilidad e interpretarlo.
-¿Por qué crees que en vida no se lo reconoció a Enrique?
-Hay que partir de la base de que estamos hablando de un estilo de música que es under en sí mismo. Creo que él era un artista antisistema en toda su estatura, y hacía casi un culto de ser un under dentro del under. Su filosofía iba por ese lado y no le molestaba eso, así que tenía una idea del éxito muy distinta a la que se conoce o se cree conocer. Era una persona que siempre pensó en otros términos, y me parece que era feliz haciendo todo lo que hacía. Era un músico que gustaba de trabajar en soledad, era solitario y creo que, en un mundo de distracciones, eso potenció su enorme producción. El ejercitaba estar al margen del margen y esa era una característica que lo marcó tanto como a su obra.
Universo Norris
Un homenaje a Enrique Norris. Viernes 7 de julio a las 21 y a las 23 en Prez Jazz & Music Club, Anchorena 1347.
