“Al principio el macheteo te sacaba la bronca de todas las cosas que se habían perdido en el camino”, cuenta Julieta Laso sobre su primer momento pandémico en La Caldera (Salta), muy lejos del actual, marcado por el entusiasmo por la flamante edición de La Caldera, su nuevo disco solista. “Siento que tuve mucha suerte porque justo viajé los últimos días, en el último momento que se podía; si no, me habría quedado allá (en la ciudad de Buenos Aires). Y la verdad es que estar al aire libre, en la naturaleza, cambia la realidad de la pandemia esa extrema que se vivió en la ciudad”, destaca la cantante.
Esa privilegiada vivencia tiene su correlato en la sensación que ofrece el disco La caldera y Terminal Norte, el mediometraje documental de Lucrecia Martel que tiene a Laso como protagonista: una refrescada al alma, una inyección artística al espíritu que mantiene latiendo el corazón. Aquellos días a machetazo limpio y “de cortar leña, porque aparte no teníamos Internet y a la noche había que dormirse”, días en los que se podía ir a la ciudad “solo una vez por semana a hacer las compras” y a las 8, 9 ya estar durmiendo, también fueron días de “poder estar caminando al aire libre, al sol, toda una gran suerte”. Sin embargo, esas nuevas sensaciones no cambiaron, excepto en su nombre, el disco del que ya tenía seleccionados los nueve temas y que estaba listo para grabar. “La caldera sigue el mismo camino que Martingala (su disco anterior), bien del Río de la Plata, un disco de música popular argentina. En este caso hay más versiones de grandes autores nuestros, como Discépolo, Sandro, Leda Valladares, Daniel Magal y Horacio Guarany, muy de nuestras culturas. Y también temas nuevos, pero básicamente va por el mismo camino, trabajo con los mismos músicos y la misma banda. Quizás es un poco más alegre este disco”, dice con una especie de pudor.
“Todo el tiempo transcurrido acá (en La Caldera, desde donde habla) de alguna manera se infiltra en el disco, pero no cambió el repertorio”. Sí el nombre del disco: “Me gusta porque es donde cuecen las brujas, además de ser un lugar muy de referencia para mí”. Tanto, que fue para cambiar de aires y se quedó por elección de vida. Allí es donde decidió vivir una buena parte del año, una elección “radical” para alguien nacida y criada en Buenos Aires. “No sé si algo va a cambiar la pandemia, en un momento pensé que sí, pero pienso que quizás no. En mí sí cambió la necesidad, hay algo que sí me pasa muy claro: no quiero vivir permanentemente en Buenos Aires y trabajar todo el tiempo ahí, eso me cambió radicalmente. Yo era reporteña, y supongo que les pasó a varias personas, hay que descentralizar ya mismo todo. La vida misma”.
Dice que Estación Norte fue una idea de Martel “muy compartida”, que a ella le pareció muy buena porque ambas comparten “ese amor por la tertulia; entonces, cuando vivimos en Buenos Aires siempre, practicamos este tipo de encuentros. Creemos que es muy poderoso y, entonces, la idea de tertulia en pandemia tomó mucho más valor y queríamos compartirla un poco. A veces, uno se siente como un privilegio tener amigos que cantan y tocan, y es un poco compartir ese amor por la tertulia. Lo pensamos mucho entre las dos”.
–Un privilegio que con la pérdida de contacto humano que produjo la pandemia cobró un valor superlativo.
–Fue una fiesta el hecho de poder haber podido reproducir esto de encontrarnos, fue mágico. Había pasado mucho tiempo desde una situación así, y dijimos: esto hay que compartirlo.
Mariana Carrizo, Coplera Noelia Sinkunas, Carpanchay, Coplera Bubu Ríos, Guitarrista Byami, Trapera Maka Fuentes y Mar Pérez (Whisky), Fidela Carrasco y Yulia Khvan, entre otros, son las artistas que acompañan a Laso en el documental de Lucrecia Martel que retrata la intimidad del ensayo musical y la complicidad entre mujeres. “Conocía a la mayoría; Mariana es amiga desde hace mucho tiempo y a Lorena la venía siguiendo aunque no la conocía en persona, pero a otras no las conocía, y fue muy enriquecedor el encuentro con todas ellas”. Como encontrar un tesoro y compartirlo, se le comenta la sensación que transmiten, comentario al que adhiere y agradece: “Fue una producción chica, un equipo chico porque no se podía más que eso y tenía que suceder todo en pocos días, y por suerte sucedió. Fueron cinco días muy intensos, y contar con Lucrecia evidentemente fue un gran privilegio”. «
La caldera
Nuevo disco de Julieta Laso. Presentación oficial: jueves 14 de octubre a las 20, en Ciudad Cultural Konex: Sarmiento 3131.