* Este artículo contiene spoilers.
El último capítulo de The Mandalorian resolvió con solvencia una segunda temporada de alto vuelo. El éxito y la efectividad de esta historia radican en los guiños inevitables a personajes del pasado, pero también al desarrollo de una trama muy bien llevada y con un gran tratamiento estético.
Los spoilers son inevitables para narrar cómo se cerró esta segunda parte de la serie que marcó el primer éxito desde el desembarco de Disney + en la región. Todo lo que se ve en pantalla deja varias puntas abiertas para una tercera entrega. Aunque no se pueda decir que esta temporada es mejor que la primera, sí podemos afirmar que se potencia en suspenso y adrenalina.
Pero ahora habrá que armarse de paciencia de cara al futuro. En el marco de los rumores, se estipula que la tercera entrega de esta serie llegará recién en diciembre 2021. Lo más seguro es que las incógnitas dejadas en el aire sean lo central: que pasará con el trono “Mandolariano” y si finalmente habrá reencuentros entre los protagonistas principales de la historia.
Las reapariciones de personajes como el Dr. Pershing, Bo-Katan y Koska Reeves son claves para llegar hasta el gran villano Moff Gideon, personificado por un muy convincente Giancarlo Esposito, el mismo que interpreta al narco Gus Fring en Breaking Bad.
Como es de esperarse, toda la acción que se desata en la trama es parte importante de este cóctel fantástico, pero el enfrentamiento entre Mando y Gideon –a puro sable y lanza– es de lo mejor en términos dramáticos, potenciado por un buen conjunto de efectos de montaje y una coreografía bien trabajada para lograr atrapar a los fanáticos con un duelo violento que recuerda a las películas originales de Star Wars.
La puesta en escena de Peyton Reed (quien fuera director de las películas de Antman y que ya había estado al frente de un capítulo de esta temporada de la serie) está especialmente bien lograda. Todo arranca con un ataque a traición de Gideon, quien incluso derrotado sabe cómo maniobrar sus acciones para intentar llevarlo todo hasta donde él quiere, más allá de no conseguirlo. De hecho, un intento de suicidio posterior dejará claro que no tiene más trucos para poder escapar de un destino sin salida. Pero sobrevivirá, algo que no será menor en la tercera temporada.
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Los hechos de The Mandalorian suceden cinco años después del final de la primera trilogía creada por George Lucas, donde Luke Skywalker mata a su padre -Darth Vader- y queda recorriendo el universo con su sable láser intentando rearmar el clan Jedi. Por eso y para ubicarnos temporalmente, el director Jon Favreau opta por conectar de forma aún más clara a The Mandalorian con la trilogía original, todo y gracias a la aparición muy sorpresiva y determinante de uno de los personajes clave de Star Wars. Sobre el final y para coronar toda la acción, ese Jedi destroza a un numeroso grupo de soldados oscuros –los droides llamados Dark Troopers–, que con aires de Terminators amenazan toda la misión. Su sable láser junto al mítico R2D2 serán los que pondrán orden en esa parte de la historia.
Generaron polémica los retoques digitales en la cara de ese personaje histórico de Star Wars para que aparente la edad que debía tener en el contexto de esta historia. Pero los fanáticos deben esperar lo mejor de este capítulo, sobre todo porque en esta última entrega juegan un papel muy importante los factores emotivos. Como sucediera en las tramas de ET o Mi amigo Mac en el pasado, la despedida del bebe Yoda con el Mandaloriano es para dejarse llevar, y si las lágrimas brotan, que fluyan. Que la fuerza acompañe a los creadores y nos vuelvan a sorprender con lo que vendrá en 2021.
Una historia ubicada en el universo de Star Wars, creado por George Lucas. Director y guionista: Jon Favreau. Actúan: Pedro Pascal, Carl Weathers, Gina Carano, Nick Nolte, Emily Swallow, Werner Herzog y Giancarlo Esposito. Disponible en Disney+.