La noticia explotó en las últimas horas, generó una gran polémica y su posterior y necesaria aclaración. La Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) lanzó un comunicado que inmediatamente alertó a la comunidad de músicos de nuestro país. Es que la institución dio a conocer un nuevo tarifario exclusivamente destinado a las transmisiones por streaming, tendencia que se impuso en pleno marco del Covid-19 ante la imposibilidad de que los músicos toquen en bares, teatros o estadios.
En concreto, se anunció la implementación de un arancel del 12% de ingresos brutos incluyendo precios de accesos, suscripciones y abonos “por la transmisión en simultáneo o diferido a través de redes o plataformas digitales, sin la posibilidad de descargas permanentes de obras musicales, con o sin concurrencia de espectadores en forma presencial”. Como plus, si la transmisión musical tuviese relación con una empresa, a la tarifa se le adicionarían unos 250 mil pesos -si es transmitida solo por vía del streaming- o de 400 mil si también se emite en diferentes medios.
La reacción de muchos músicos de todo el país no se hizo esperar, lo que motivó la reacción de Sadaic. Así, la entidad remarcó que el canon a pagar es una herramienta para defender los derechos de autor de los músicos de nuestro país. Y que quienes deberán pagar ese derecho de autor son quienes «soliciten un pago a quienes deseen ver el evento musical o quienes tengan como auspiciantes marcas comerciales o similares como forma de publicidad y/o promoción entre otros conceptos, sean los programas en vivo o pregrabados». Estas medidas buscan llegar, entre otras producciones,
“Las nuevas medidas de Sadaic son para seguir defendiendo los derechos de los autores y compositores. Es lo mismo que cuando los recitales eran presenciales. Ahora se comercializan recitales por internet, entonces si se cobran las entradas, los autores y compositores deben cobrar lo suyo. Ahora se va a trabajar así con los derechos de los músicos porque ellos se quedaron de la mañana a la noche sin su trabajo. En mis conciertos siempre pagué el 12% de la recaudación que iba para SADAIC, y lo mismo sucederá ahora con esta etapa online con los shows que se hagan de esa forma”, resalta Teresa Parodi en representación de la entidad de la cual es tesorera.
Pero antes de la aclaración de Sadaic, a quienes no les quedaba claro cómo sería la operatoria era a los músicos. “Nosotros siempre defendimos los derechos de autor, interprete y del productor fonográfico. Pero comunicacionalmente SADAIC tiene un tema serio porque no logran hacerlo de buena forma, y eso genera mucha preocupación en la actividad musical. Esto del viernes es el último hecho”, sostiene Esteban Ritcher como presidente de la Federación Argentina de Músicos Independientes (FAMI) que agrupa a 28 organizaciones de músicos de todo el país. Y continúa: «Alrededor de las especificidades del arancel, a la comunidad de trabajadores del mundo de la música no le quedaba aclaro el alcance de la misma, lo que motivaba aún más resquemores en el sector. Lo que reclamábamos era que Sadaic fuera más explicativo. ¿A quiénes se les iba a cobrar el arancel? ¿Y cuánto se le cobraría? ¿Cuándo y dónde ocurriría? Bueno, a raíz de esa muchas preguntas es que postearon en su página y de esa manera aclaró un poco toda esa situación de incertidumbre”.
Para Parodi, todo este mal entendido se planta para muchas cosas que desvían el foco central. “Todo esto se armó es porque hay productores que no quieren pagar. Si el artista quiere subir su música a YouTube o Facebook, SADAIC tiene un convenio con esas plataformas y le pagará lo que corresponde al músico, pero otra cosa distinta es vender entradas, ahí sí corresponde pagar el 12%. Hay muchas cosas que son así, porque no es lo mismo ir a un espectáculo deportivo en vivo que verlo en tu casa pagándole una entrada a la plataforma. Claramente hay dos precios, y esto es lo mismo en la música. No sé por qué se asustaron tanto”.
Más allá de estas aclaraciones de último momento, el directivo de FAMI pone de manifiesto la siempre necesidad básica de los trabajadores. “Los músicos siempre tienen que ser recompensados por la difusión de su música. Y no hay otra forma de cobrar los derechos de autor si no es por la vía de Sadaic, así que para nosotros es sumamente importante que se comunique bien todo tipo de medidas. Es importante que todo el mundo entienda, comprenda y defienda sus derechos, incluso los que tienen que pagar porque tienen que entender hacia dónde va dirigido ese pago que realiza”, concluyó el representante de FAMI.
En ese sentido, desde Sadaic aclaran para despejar dudas. “Esto no es un gravamen ni un impuesto. La entidad cobra el salario del autor y compositor recaudando y luego distribuye el dinero para el bolsillo del autor y compositor. Ese es el salario de ellos, todas personas que probablemente sean los últimos en volver a trabajar”.
Al mismo tiempo, Sadaic recibió el pedido de la Asociación Civil de Managers Musicales Argentinos (Acmma) para que reduzca el porcentaje del 12% que la entidad anunció que le iba a cobrar a productoras y a grandes marcas que auspiciaran conciertos y festivales por streaming. En estos momentos las dos entidades continúan dialogando.
Ya en otro contexto y en tren de novedades para los músicos, la UMI (Unión de Músicos Independiente) anunció un acuerdo con la plataforma Spotify. “El sindicato generó una alianza con Spotify por el cual se creará un fondo de fomento para los músicos independientes. Se trata de un programa que la plataforma está creando en algunos países como el nuestro y en el que habrá dos etapas. La primera se vincula con una donación por parte de Spotify por valor de 100 mil dólares para distribuir entre unos 600 músicos que necesiten esa ayuda económica y para ello deberán inscribirse en la web de UMI como beneficiarios. La segunda instancia es que se está instando desde el sindicato a que diversas empresas puedan donar dinero por medio de www.donaronline.org. La cantidad de esas donaciones serán duplicadas por Spotify en beneficio de los músicos más perjudicados por todo este contexto sanitario”, concluye Esteban Ritcher