Hace pocos días se estrenó el video de «Mujer entera», el tema de Omar Cerasuolo y Teresa Parodi cantado por mujeres de todo el país. La iniciativa forma parte de la campaña «Brazos fuertes», impulsada por la cantora correntina Susy de Pompert contra las violencias de género, y reúne a 22 artistas de 11 provincias argentinas cantando el tema en una sesión conjunta de streaming. El video arranca con la leyenda «Quedate en casa. Pero ante una situación de violencia por motivos de género, si no podés hablar escribinos al WhatsApp 11 2771-6463, 27759047/8 o al mail [email protected]«. Y entonces aparece la locutora Paola Fermanelli -amiga de Pompert- recitando un fragmento de «La canción es urgente», también de Parodi, y arranca la voz de Susy para meter en modo introspección y emoción profunda a los corazones, con esas voces que hacen temblar el alma.

Ella cuenta toda la historia así: “Todo empezó con el Argentina Canta, donde estaban todos los artistas nacionales famosos, digamos. Los músicos de San Roque –un pueblo de acá del interior de la provincia (de Corrientes, donde se encuentra– habían hecho un video con ‘La canción es urgente’. Ahí le mande el link a Teresa porque me dieron ganas de hacer ‘Mujer entera’. Le pregunto a Marco Florentín, que había hecho el video de los músicos sanroqueños, y le digo que a mí me gustaría hacerlo. ‘Yo te ayudo de onda’, me dijo. Ahí pensé en Paola Fermanelli, y luego en Marcia de Entre Ríos, y con ella, que conocía chicas de los foros del INAMU (Instituto Nacional de Música), el contacto con un montón de cantaras del país.”

“La letra es de Omar Cerasuolo y la música de Teresa –De Pompert remarca el pedido de Parodi de recordar las tareas de la dupla–. Teresa pidió especialmente que se remarque eso porque Omar fue un tipo que se interesó y preocupó muchísimo por la violencia hacia las mujeres. Y esa canción ya la tenía pensada porque la había cantado con mi hija Florencia, que también es cantora. Y éste me pareció el momento ideal, porque llegó un momento de la cuarentena en el que empezó a visibilizarse con más fuerza el femicidio. En la cuarentena la gente estaba tapada con todo el tema del covid, y no se veía que no sólo el covid nos mata. Siempre fue muy duro el tema de la visibilización de los femicidios, porque siempre hay otro tema para no hablar, para no hacernos cargo de ese tema que es una pandemia que nos viene matando hace miles de años. Quería hacer algo en ese sentido. Teníamos que hacer algo para acompañar aunque sea mínimamente a las mujeres que están encerradas con sus agresores, y me pareció que ‘Mujer entera’ era la canción porque creo que cada frase es un pedido, una oración.”

El entusiasmo que va tomando Susy a medida que cuenta es similar al que se siente al escuchar a esas cantoras de «Mujer entera», que dicen cada frase desde su propia profundidad. “Marcos me pidió que le mandara el vídeo cantado por mí para que mi voz fuera la referencia para las chicas. Y les pedí a ellas que cada una cantara en el momento que sentía que le fluía, porque también esta cuarentena nos dejó cosas que nos sacudió el alma. La cuarentena fue una terapia emocional muy fuerte para todos. Hubo días que estuvimos tristes, otros lloramos, otros que estábamos bien. Entonces algunas chicas tardaron más que otras porque les había pedido que cantaran cuando sintieran las ganas, porque realmente tenía que salir con ganas. Por eso es que no llevo un mes y pico hacerlo. Cuando algo te afecta es porque te está movilizando, sino no te va a tomar”, revela.

Acaso también tardó porque había que acomodar bien los sentimientos: pasar de la primera sensación de cuarentena que a todos nos conmovió, a las singularidades de cada conmoción. “Sabemos que fue una cuarentena desigual. Al principio pensamos que esta pandemia venía a igualarnos, porque tanto como el pobre como el rico tenía miedo al mismo bichito. Me di cuenta de que eso nos igualaba, pero después me di cuenta de que cada uno iba a tener una cuarentena diferente: algunos con privilegios y otros con nada, algunos con el freezer lleno de comida para el mes y los sueldos depositados en sus cuentas a fin de mes, y después los que, como yo, no tenemos sueldo y no vamos a poder seguir laburando y vamos a estar encerrados y no tener para comer. Entonces ahí también empecé a mirar el otro lado. Y esta canción también es para mí, ¿me entendés? Porque más allá de que todo este trabajo fue pensando en las mujeres que están encerradas con sus agresores y viviendo esa pesadilla de la violencia, me estaba pidiendo a mí misma que no me entregará ante la situación de mierda que me estaba tocando vivir. Y que por momentos también sentía cómo iba a seguir, que no sabía cómo la iba a poder seguir remando. Son muchas cosas, son muchos sentimientos.”

–Es como la que grita y siente que es escuchada.

–Exactamente. Y a través de eso, atreverse a soltar este miedo que es lo que te tira para atrás y te esconde y te hace seguir encerrada aceptando esa forma de vida. Porque las mujeres que estuvimos en el círculo de la violencia, algunas más que otras quizás, sentimos que eso es lo único, que eso es todo. En los momentos de profunda desazón, angustia, dolor y llanto en medio de la oscuridad de la noche pensás que nunca más vas a poder salir de eso; estás tan vulnerable, tan manipulada, tan psicopateada por el agresor que realmente maneja tu vida y tu voluntad, que tu voluntad no es tuya.

Y entonces Susy de Pompert se hace relato en primera persona para convertirse en universal: “Y es triste porque como sociedad tenemos que prepararnos para conocer y poder acompañar esa situación. La otra vez una amiga me contaba: ‘en el piso de arriba hay una pareja en la que él la caga a palos’; y me dice: ‘mi mamá llamó a la policía una vez porque se escuchaba, y encima tienen criaturas, pero la pelotuda no se va’. Y te juro que me revuelve tanto, porque no es la primera vez que alguien me diga la pelotuda porque a mí muchas veces me han preguntado porque aguantaste once años. No sé, se me canta, me encantó que me caguen a palos once años, quería probar un poco más a ver cómo era. La gente no tiene idea. Porque tampoco hay una buena formación ni información sobre eso. A mí me rescató el arte y Brazos Fuertes. Yo seguí cantando y desde la música empecé a denunciar y contar. Tuve que pedirle a mis amigos músicos que compusieron canciones porque no había en el folklore argentino canciones que hablarán de esto. En noviembre del 2012 hago un videoclip cantando una balada porque no había en el folklore argentino ninguna canción temática que hablará de violencia. Y me costó armar un repertorio. Le tuve que pedir un montón de gente temas para poder hablar de la mujer golpeada, de la violencia hacia las mujeres. Y así empecé a hacer y pude empezar a sacar toda esa miseria guardada de tantos años de calvario; y de calvario que seguía hasta después de haberme separado, cuando me usurpa mi propia casa que la justicia termina devolviéndome. Mi hijo varón, que tenía 10 años, se fue a pasar febrero con el padre y no vino más porque el padre lo había anotado en la escuela; cuando le dije me dijo que el nene le había dicho que quería quedarse con él. Recién cuando Nazareno cumplió 18, que fue la mayoría de edad, ahí recién es como que descansé: sabía que hasta que mi hijo no tuviera la mayoría de edad su padre iba a seguir ejerciendo violencia a través de vías  judiciales. Me hizo juicio de tenencia, juicio alimentos Todo eso después de haberme usurpado la casa. Entonces mi calvario empezó en 1995 cuando lo conocí, que comenzó a golpearme, y terminó en el 2018 cuando Nazareno cumplió 18.  Fueron los 11 años de convivencia más los 8 años de separados. Por ahí la gente opina con tanta liviandad. Para muchas mujeres ni siquiera pegar el portazo es una solución. A mí ese tipo me siguió atormentando. Y siempre la policía y la justicia, aún siendo juezas mujeres de familia, las protecciones eran para él, y más todavía porque era de la policía de la provincia. Entonces hay muchas cosas que por ahí prefiero callarme porque por ahí no debo tener la preparación técnica, de estudios, que tienen muchísimas compañeras de las cuales aprendo mucho muchísimo día a día. Yo eso lo desconozco, muy poquito sé; voy aprendiendo de algunas compañeras con las que conversó o a las que leo. Yo tengo la definición en el cuerpo, en mi corazón, entonces cuando a mí me cuentan, yo sé. El arte fue lo que a mí me ayudó en primer lugar a contar y a cantar, a quitarme el miedo y la vergüenza, que es lo que hace que las mujeres que están en ese círculo no quieran contar porque nos hicieron mierda con el qué dirán, que el estatus y la familia y los valores y esto y lo otro. A mí me sirvió la música: se me dio que fuera en la Fiesta Nacional del Chamamé donde presente la canción de mi propia historia, que me la compuso Ricardo Tito Gómez; eso lo hice en enero de 2013 y allí comencé a armar el espectáculo temático y después vino lo de la fundación, porque terminaba de cantar y se me acercaba mujeres. Pero yo no era una psicóloga, nadie que fuera a asesorar o a contener, yo era una cantora que contaba lo que le pasó, y contaba que hay una salida: una manera de decirles que no sigan ahí porque hay una puerta.”


Mujer entera federal, lo hacen:

CORRIENTES:

-Paola Fermanelli (Prólogo)

Valeria Gomez (Voz) Laura Ortiz (Voz) Mariel Pucheta (Voz)

Susy de Pompert (Voz)

ENTRE RIOS:

-Marcia Müller (Acordeón) Miriam Gutierrez (Bandoneón), Maru Figueroa (Guitarra) y Nadia Ojeda (Guitarrón)

CABA:

-Susana Ratcliff  (Bandoneón)

TUCUMÁN:

-Nancy Pedro  (Voz)

JUJUY:

-Eugenia Mur  (Voz)

MISIONES:

-Anahi Gimenez y Susana Villalba  «Lira Verá» (Voces)

RÍO NEGRO:

-Silvana Rojas (Piano)

CORDOBA:

-Dani Medrano (Guitarra), Caro Rabe y Bel Corzo (Voces) «Anatema»

SANTA FE:

-Patricia Gomez  (Voz)

CHACO:

-Alejandra Zacarias (Voz)

FORMOSA:

-Anita Carrizo «LaCarri» (Voz)

-Con la participación especial de la Maestra TERESA PARODI  (Corrientes)

PRODUCCIÓN EJECUTIVA : Susy de Pompert. Fundación «Brazos Fuertes «