El lunes pasado Telefé renovó la programación de sus mañanas. La anunciada salida de Flor de equipo – ya sin la conductora que le dio nombre al ciclo, Florencia Peña – fue cubierta por A la Barbarossa, a cargo de Georgina Barbarrossa, y la reaparición de Ariel Rodríguez Palacios con Ariel en su salsa. Aunque ambos envíos respondieron bien en materia de audiencia, fue asombroso el rendimiento del segundo, alcanzando picos de 8 puntos de rating y duplicando a Socios del espectáculo, que venía muy bien de números en las mañanas del 13.
Ariel Rodríguez Palacios comenzó su carrera televisiva en el cable, mantuvo siempre un estilo canchero, bordeando la osadía. Con ese alto perfil y una cocina que mezcla lo clásico con lo sofisticado llegó a Canal 9. Fue el primer conductor de Qué mañana, donde se desempeñó durante 12 años. En esa extensa trayectoria tuvo momentos de muy buena audiencia, en los que llegó a picos de 5 puntos de rating, compitiendo de manera directa con la propuestas de los líderes El Trece y Telefe.
Si el programa era un éxito en Canal 9, ¿por qué no siguió? En diciembre de 2018 Geraldine Neumann, por entonces columnista del programa, denunció al cocinero por acoso laboral. Según afirmó, el conductor le hacía comentarios impropios sobre su cuerpo y su vida personal, incluso luego de haberle solicitado que se abstuviera de realizarlos. En su momento, incluso, varias mujeres respaldaron el comentario de Geraldine. Canal 9 inicialmente mandó al conductor de vacaciones y comenzó a emitir programas viejos. Un tiempo más tarde, cuando hubo que renovar el contrato, le propusieron una considerable rebaja presupuestaria que el cocinero no aceptó. Claramente, “se lo sacaron de encima”. Algún fanático de la grieta sugirió que “lo echaron porque no es kirchnerista”, aunque está claro que hace mucho que no lo ven a Claudio Rígoli, conductor del noticiero central del canal, que no es precisamente un afiliado a La Cámpora.
Ariel en su salsa replica la fórmula probada en Qué mañana (el parecido en la escenografía es asombroso) y un staff de figuras en ascenso: Mica Viciconte y Nicolás Peralta. La apuesta de Telefe fue clara: un conductor que venía de un programa con buenas mediciones, más el encendido que le puede agregar Telefé, de máxima fusiona las dos audiencias y es un gran éxito, y de mínima, mantiene los 5 puntos mágicos que contienen audiencia hasta la llegada del noticiero de las 13, conducido – un fenómeno realmente inexplicable- por Germán Paolosky. El rating que viene marcando Ariel en su salsa son admirables: 8 puntos a las 11 de la mañana son una enormidad y una rareza en una TV que añora números de antaño. Si bien Rodríguez Palacios no se destaca necesariamente ni como cocinero ni como conductor de TV, es atractivo para la mirada de una audiencia que cada vez más acompaña programas que incluyen a la cocina como actividad protagónica. Cuando parecía que Telefe había perdido la brújula del rating matutino, el cana sacó, una vez más, un conejo de la galera.