Como parte de un constante hacer que lo encuentra desde hace décadas en el mundo del cine, la nueva película de Raúl Perrone mucho dice sobre una dinámica que jamás parece detenerse. En ese sentido Expiación, lo nuevo que lleva la firma del director bonaerense, es el final de una trilogía que comenzó con Cumparsita (2016), siguió con Cínicos (2017) y que finaliza con este nuevo film que será estrenado el lunes 16 en el marco del Festival Bafici. En todas ellas, como parte de un núcleo imposible de ser olvidado, la temática del tiempo es lo que termina prevaleciendo en pantalla.
Abordando un tema que buscaba desde hace larga data transitar, Perrone hace foco en los oscuros días de la dictadura militar pero desde un ángulo que busca gambetear lo habitual de estos casos. La película se ubica en el contexto de la instauración de la dictadura militar y se trata de la vida de un grupo de gente que podía estar bajo el radar de lo que los militares consideraban peligroso. En escena, ellos se reúnen en un espacio para hablar y meditar sobre lo que viene. Te adelanto que esta no es una clásica historia con un Falcon verde, sobre todo porque se trata de una historia humana en el contexto de la dictadura, aclara el director en su encuentro con Tiempo.
Para abordar a la temática del proceso, Perrone afirma que no realizó ninguna investigación en especial, aunque recuerda muy bien las características de esa época. Mirá, yo en esos días tenía unos veinte y algo, me cortaban el pelo y esas cosas que ya fueron dichas, así que tengo recuerdos bastante nítidos de todo eso. Sin embargo y para llevar esta historia a buen puerto, lo que buscaba era una mirada no obvia de las cosas. Me interesaba lo social, lo que pensaba la gente sobre lo que les venía. No me interesaba volver a contar un secuestro, que por otra parte ya sabemos todos que fue contado varias veces en muchas películas locales.
Más allá de eso, a un realizador como Perrone -que cuenta con más de 40 películas como capital filmográfico- le interesaba deliberadamente la temática del golpe porque es algo que nos cruzó a todos los que vivimos en esta parte del mundo. En Expiación se cuenta algo que pasaba mucho con gente que se tenía que esconder hasta para leer un libro. En esa época pasaban esas cosas y muchas más.»
En términos de actualidad, al Perro -como habitualmente se lo conoce en el mundo del cine- no le escapa lo difícil que sigue siendo hacer películas en Argentina, sobre todo para un realizador de sus características. Claro que cuesta mucho pensar en hacer una película en el país, y ni hablar de materializarla. Yo laburo muy austeramente y si me ves en un set de filmación de los míos, ni siquiera te darías cuenta que estoy haciendo una película. Me cuesta mucho seguir haciendo lo que hago porque no dependo de grandes presupuestos ni nada de eso que es tan habitual para muchos en la industria. Para hacer lo que hago tengo que hacer de todo, y eso significa ser docente, dar charlas o esas cosas porque no me gusta estar atado a nada. No tengo auto, vivo en forma muy austera para poder hacer mis películas, concluye.
Expiación, una película de Raúl Perrone. Funciones en el marco del Festival Bafici: lunes 16 a las 20 en Village Recoleta; martes 17 a las 18:30 en villaje Recoleta y jueves 19 a las 18:20 en Village Caballito.