Las alarmas sonaron fuerte por medio de las redes sociales, casi como un tester de estos tiempos que se activa cuando la realidad afecta a miles. Hoy con la autorización que habilita el próximo show de Kraftwerk el 23 de noviembre, muchas de las situaciones legales que giraron en torno al concierto de la mítica banda electrónica alemana parecen situaciones pasadas, o casi. Entonces, se vuelve un imperativo ir hacia atrás para analizar todo lo sucedido con la visita de un grupo que como pocos representa la materialización formal de un concepto artístico.

El 8 de noviembre pasado se conoció la noticia. La medida propiciada por parte de un magistrado -concretamente, el Juez Fastman– fue tan rápida como su apellido. Así, se establecía de manera tajante la imposibilidad de poder escuchar y ver en vivo a Kraftwerk, el grupo que que patentó como nadie la construcción de melodías, climas y estructuras por fuera del esqueleto tradicional del rock. A ellos, que supieron influenciar a cientos de artistas y géneros -desde el kraut hasta el pop, desde el tecno hasta el hip hop– se los prohibía en Buenos Aires para sorpresa de miles. Y claro, la noticia recorrió el mundo.


Es que con poca o nula reflexión a los funcionarios de la Agencia de Control del Gobierno de la Ciudad (AGC) no les importó que la fecha de los teutones en el Luna Park tuviese un 70% de tickets agotados; y mucho menos la documentación que la productora Move Concerts presentó con sobrada anterioridad para realizar el show.El 3D Concert un espectáculo que los alemanes llevaron al Tate Galery (Londres), MoMa (Nueva York) y a cientos de estadios del mundo, era considerado “un evento masivo de música electrónica” para la AGC, y por lo tanto plausible de cancelación según las leyes de la Ciudad de Buenos Aires. Para seguir ennegreciendo el panorama las autoridades aclararon: “si bien no es una fiesta electrónica convencional, aplica la misma resolución por utilizar como instrumento principal un sintetizador o sampler”.

Semejante subnormalidad discursiva obligó a meditar la sin razón. Ambos instrumentos son ampliamente usados por múltiples géneros, de manera que cualquiera que los usase podría ser prohibido en Buenos Aires. En el fallo del Juez Fastman se aludía a la tragedia de la fiesta electrónica Time Warp (julio 2016, donde murieron 5 personas por policonsumo de drogas) y se metía en la misma bolsa al show de los alemanes que se encuentra a un millón de años luz de un evento bailable y masivo como el que representan las fiestas electrónicas.


Finalmente, con dos recursos de amparo sumados al accionar los medios y redes sociales dejando en evidencia el sin sentido de la medida, la coherencia se terminó imponiendo. Kraftwerk tocará este miércoles para todos aquellos que quieren volver a ver al grupo en su cuarta visita al país, cerrando definitivamente una vigilia tan incoherente como vacía de contenido.

Ahora sí, hablemos de música, influencia y del valor histórico de los alemanes, porque en tiempos en los que la electrónica cabalga como la banda de sonido obligada de millones en todo el mundo, conviene recordar que el sello artístico de los alemanes supo atravesar décadas, modas y discursos para llegar hasta nuestro aquí y ahora, tal vez con más fuerza que en el pasado. 

En Buenos Aires debutaron en 1998, luego volvieron en 2004 y más tarde lo hicieron como soportes de Radiohead en 2009. Pero en esta nueva visita Kraftwerk nos trae un concierto en tercera dimensión donde repasarán tracks que en muchos casos fueron creados hace 4 décadas, pero que siguen sonando (ahí el valor histórico de los alemanes) tan actuales como cuando fueron creados.


Con ese contexto como valor dominante, Kraftwerk continúa explorando sus manías, las mismas que exploraban (¿o vaticinaban?) en los tempranos 70 la relación cada vez más intima del hombre con las máquinas, su estética robótica casi estática, sus sensoriales micro secuencias de teclados junto a un inmenso universo análogo, el mismo que abrazó al nuevo mundo digital al brindarle la posibilidad de materializar las ideas del ayer en el mundo de hoy. ¡A no perdérselos!

Kraftwerk en vivo presentando 3D Concert. Estadio Luna Park, miércoles 23 de noviembre a la 21 hs.