La imperdonable alegría. El caso Octacio Romero es un nuevo documental de Encuentro que aborda el crimen del prefecto naval oriundo de Curuzú Cuatiá, que en junio de 2011, luego de solicitar permiso para casarse con su pareja fue hallado muerto y con signos de tortura a orillas del Río de la Plata, en las costas de Vicente López. La producción que se estrena esta noche no sólo reconstruye la historia, sino que también analiza el rol del periodismo, la homofobia en las fuerzas de seguridad, los caminos de la ley y la participación decisiva de la comunidad LGBTIQ+ para ayudar con la difusión de este crimen de odio.
El unitario cuenta material inédito, registrado en VHS por Gabriel Gersbach, el viudo de Octavio: da cuenta de su vida en Corrientes, donde nació, sus viajes por el mundo junto a su pareja, su pasión por el arte, el baile y la música, sobre todo las canciones de Adicta, la banda pop que además musicaliza este proyecto. “Este trabajo sirve para seguir difundiendo el caso y es una búsqueda de justicia. Octavo fue asesinado, y tenía claros signos de tortura. Un mensaje evidente que fue ignorado por quienes tenían la responsabilidad de investigar judicialmente la verdad”, afirma Gersbach, quien junto la Asociación Civil ACIJ y la Fundación Igualdad logró que el caso llegara hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CDH), para finalmente conseguir, en 2022, que se firme un acuerdo donde el Estado argentino reconoce la responsabilidad por la falta de adecuación de la investigación penal a los estándares internacionales aplicables a los crímenes contra el colectivo LGBTIQ+.
“El documental nació ahí, en memoria de Octavio. Siempre quise hacerlo, porque tengo mucho material. Estuvimos 12 años juntos, filmamos mucho, sacábamos miles de fotos. Nos divertíamos y la idea es tenerlo a él presente, mostrando quién era, y cómo su destruyó a nuestra familia”, afirma el viudo. El acuerdo al que suscribió la Argentina incluyó también el compromiso de llevar adelante medidas de reparación simbólica, y entre ellas, está la realización del documental. También se contemplan acciones para la prevención, sanción y erradicación de la violencia por motivos de género, en particular, en razón de la orientación sexual y en relación con las fuerzas de seguridad federales.
Un pedido de reparación y justicia
A finales del año pasado y a principios de este, el canal Encuentro se ocupó de la producción junto a Gersbach, una ardua tarea de edición de todo el material. “Es una manera distinta de contar lo terrible. Muchas veces es difícil difundir este tipo de luchas, pero no hay que darse por vencido. En la actualidad sigue siendo necesario abrir la mirada, aflojar los corazones, para seguir entendiendo lo que es la diversidad, para aceptarla”, reflexiona quien fue el esposo de Romero. “Esto es un peso que vengo cargando. No encontrar a los responsables es algo fuerte, pero dejando este material, me siento algo mejor, más allá de lo judicial. Además, es importante contar que, en muchas fuerzas, hay prácticas que no se dejaron a pesar de que la democracia está hace tantos años. A nosotros nos vigilaban, sabían nuestros movimientos, siempre supieron que era mi pareja. Cuando salió el matrimonio igualitario nunca pensamos que algo así podía pasar. La manera en que se lo llevaron fue la de un grupo de tareas. Y hay un informe desclasificado que habla de una operación de ese tipo. Pero no hay sospechosos. Entonces, que no se investigue es algo grave”.
Gabriel va contra el miedo, y para que no vuelva a pasar, claro. “Siempre pienso en lo que sufrió Octavio. Está probado que además de la homofobia, lo torturaron para sacarle información por el puesto en que trabajaba, conociendo movimientos y descargas de embarcaciones, y porque estaba a punto de convertirse en Oficial por la formación académica que tenía, y eso molestaba: era traductor de Inglés y portugués, y estaba haciendo la tesis para tener el título en Relaciones públicas internacionales, con chances de lograr una carrera diplomática. Es mi deber sacar a la luz todos esas verdades que se quieren ocultar. Esto no puede volver a pasar, no pueden quitarle a alguien el derecho a ser feliz de esta manera”.
Son 52 minutos sobre un crimen de odio, pero también de una historia de amor y resistencia. “Esperemos que contribuya a que la justicia se mueva y podamos entender que esto es un hecho que nos afecta a todos como país, y que nos debe importar porque es parte de la maduración que la democracia necesita”, concluye Gersbach.
La imperdonable alegría. El caso Octavio Romero
Estreno jueves 28 de septiembre a las 22. Repite viernes 29 de septiembre a las 3, sábado 30 de septiembre a la 1.30, domingo 1° de octubre a las 10 y a las 21. Por Canal Encuentro.