No es una casualidad que Roger Waters sea uno de los shows de rock más potentes y convocantes del planeta. El ex Pink Floyd cuenta con un arsenal de canciones inoxidables que interpelan una forma de ver el rock y el mundo. Pero Waters también demuestra una voluntad y tenacidad para salir a mostrarlas una y otra vez alrededor del mundo, algo de lo que su ex compañero David Gilmour decidió prescindir.

El show del martes 6 de noviembre en el Estadio Único de La Plata había generado una gran expectativa. Quizás no se esperaban grandes sorpresas desde lo musical, pero si el reencuentro con un artista capaz de idear y hacer realidad obras que superaron decenas de modas, y que hoy parecen gemas inimaginables en el mundo fugaz del streaming.

Waters se mostró en buen nivel técnico y pleno control de una banda sin fisuras en las que se destacaron el guitarrista Dave Kilmister y las coristas Jess Wolfe y Holly Laessig. Acaso el saxo de Ian Ritchie fue lo único que sonó algo extemporáneo, como una crónica de una relación –la del rock y los solos de saxos– con la que el paso del tiempo no fue particularmente condescendiente.

Waters llegó con “Is This the Life We Really” (2017) bajo el brazo, su primer disco con canciones nuevas en 25 años. Pero se trató casi de una excusa protocolar. Los mejores momentos del show pasaron por las versiones exactas y de sonido sideral –¿por momentos algo gélidas?– de clásicos eternos como  «Welcome the Machine», “Wish You Were Here”, “Another Brick in the wall II», «Dogs»,  «Money» y «Comfortably Numb», entre otras.

La puesta en escena es una de las más impactantes del rock del siglo XXI. Una pantalla de calidad ultra HD y de casi 100 metros de largo funcionó como un verdadero centro de atracción. Resultaba casi imposible no mirarla cada segundo del show. A su lado, los  músicos se veían pequeños, casi extraños y perdidos. La pantalla multiplicaba mensajes anti Trump, anti líderes de derecha y anti explotación de la naturaleza. Tiene razón Waters, aunque a veces el subrayado pueda resultar incómodo. La empatía del inglés también incluyó homenajes a los combatientes de Malvinas y a León Gieco.


Roger Waters volverá a presentarse en el estadio Único de La Plata el sábado 10 de noviembre.