La crueldad de las políticas económicas aplicadas a partir de los ‘90 son el núcleo de este film, que involucra a muchos de quienes resultaron perjudicados entonces. Retiros (in)voluntarios, el documental de la realizadora Sandra Gugliotta que ya se exhibe en el cine Gaumont, hace foco en los despidos laborales y las consecuencias trágicas que generaron los por entonces nuevos paradigmas de Recursos Humanos aplicados por las empresas de telecomunicaciones tanto en la Argentina como en Francia.
“Este es un trabajo fílmico de muchos años, en los que deposité grandes esperanzas y cariño. Están involucradas muchas personas, situaciones dolorosas y sociales importantes, pero también existen factores personales que la película se encarga de contar”, afirma la directora.
La violencia solapada y la presión psicológica actuaron como herramientas que las compañías utilizaron para debilitar a los empleados, las cuales desencadenaron enfermedades como la depresión e incluso, en algunos casos, suicidios. El film de Gugliotta indaga en las vidas de los empleados de France Telecom, quienes no soportaron las reestructuraciones de la empresa y sufrieron tremendas consecuencias. En paralelo, la directora encuentra un espejo con lo sucedido en la Argentina cuando llegaron a Entel las mismas políticas neoliberales que marcarían un antes y un después en las relaciones laborales.
“Una vez leí una nota donde se hacía mención a lo que generaron las privatizaciones en Francia, pero también nombraban algo muy similar que había ocurrido en la Argentina, básicamente en Entel. Esas políticas de Recursos Humanos afectaron profundamente a los y las trabajadoras a ambos lados del Atlántico, bajo la etiqueta de la flexibilización laboral”.
Esa tarea a la que remite la directora se vincula con un gran trabajo de posproducción e investigación, que terminó de delinear lo que se muestra en pantalla. “Recuerdo que la idea comenzó a cerrarme más cuando tomé contacto con un libro del sociólogo Damián Pierbattisti, La privatización de los cuerpos, y más tarde, en 2014, comencé una larguísima investigación sobre el tema. Lo recuerdo porque eso fue antes del gobierno de Macri, pero en ese momento yo pensaba que lo que estaba haciendo era un trabajo arqueológico sobre el pasado, algo que en ese momento histórico me parecía antiguo. Más allá de eso, creía también que había que poner esas discusiones en escena para conocerlas, pero luego fue cambiando todo tan rápido, que se volvió actual. Para la película trabajé entrevistando personas acá y en Francia, exempleados de empresas de telecomunicaciones, y que fueron una parte importante de lo que quería mostrar”, explica Gugliotta.
Esas entrevistas se vuelven parte central del relato de su película. “Acercarme a ellos me permitió contar con diferentes situaciones de rodaje donde todos se sintieron tranquilos para contarme sus historias. Todas las personas que aparecen decidieron dar su testimonio para que se conozca lo que pasó y, por otro lado, son registros muy duros, porque se nota la infelicidad, el sufrimiento y lo que genera el suicidio de personas cercanas”, comparte la cineasta.
Un film como Retiros (in)voluntarios representa la primera entrega de un tríptico que se completará con otras presentaciones, las cuales darán cuenta de cómo continuó en el tiempo la problemática: “Siempre me pareció que esta película tenía valiosos testimonios, pero al terminarla, sentí la necesidad de ampliarla. A futuro llegará el tema de los juicios que se desarrollaron en Francia y las consecuencias que ello despertó, socialmente hablando”. «
Retiros (in)voluntarios
Un documental de Sandra Gugliotta. Guión de Miguel Zeballos y Sandra Gugliotta. A las 20, en el Gaumont: Rivadavia 1635.