Rosalía tiene 65 años y trabaja desde hace 30 como operaria en una fábrica de reactores eléctricos en las afueras de San Pablo; es la que prende y la que apaga la luz de la pyme. Pero un día, por eso de la fusión, el crecimiento y la productividad, es despedida sin más razón que la fusión de la empresa con otra. Así. Un vida de sentido, en una frase, se convierte en una vida sin sentido.
Su hermano, José, decide llevársela con él en un viaje de trabajo por la carretera a Buenos Aires. Viven juntos, ambos sin hijos. El viaje es hasta Buenos Aires, así que pasan varios lugares, entre ellos las Cataratas del Iguazú, a las que su hermano le propone conocer. La escena es de alta densidad narrativa, consigue reconocer una emoción en común con un personaje que hasta ese momento sólo se había entendido a partir de la razón. En las cataratas la directora Leone consigue mostrar cómo Rosalía vuelve a sentir algo cercano a la niñez; una sonrisa se dibuja al ver y escuchar a ella y esa gente a la vera de una caída de agua que alucina. De hecho ella, luego de eso, siguiendo el viaje, por primera vez sonríe; y hasta ríe.
El acierto de Leone de prolongar la escena el tiempo necesario como para que el espectador pueda sentir lo mismo es una gran decisión: a Leone la guía su narración, por eso no la corre la premura de contar la historia. Sabe que la forma es contenido y que esa escena resulta fundamental para decir lo que tiene para decir. El espectador dará la bienvenida a esa escena que luego le hará seguir el breve periplo que le queda a Rosalía hasta Buenos Aires con afecto, con la ternura que despierta una que fue despojada prácticamente de todo, como ocurre con tantos en estos tiempos.
No hay otro final que el de un horizonte de reconversión, como llaman los especialistas del Excell (más que de la economía) a los trabajadores/as que deben seguir ganándose la vida después de ser despedidos. Lo que no dice el Excell pero hace Rosalía como cientos de miles, es un cambio interno profundo como para seguir viviendo, un cambio que Leone refleja con delicadeza y moderado optimismo.
Por la ventana (Pela janela. Brasil/ Argentina, 2017). Dirección y guión: Caroline Leone. Con: Magali Biff (Rosalía), Cacá Amaral (José), Paloma Contreras (María Carmen).