Con la propuesta de contar la historia argentina (y latinoamericana) desde la perspectiva de sus protagonistas, en encuentros actuados, la TV Pública estrenó el ciclo Prócer, los martes a la noche. En media docenas de capítulos, el historiador y psicoanalista Pacho O’Donnell recibe a actores y actrices, para que interpreten a destacados personajes históricos, con quienes dialoga, uniendo ficción e historia: participan Maite Lanata como Eva Perón; Gabriel Goity como Julio A. Roca; Julieta Ortega como Juana Azurduy; Mario Alarcón como José de San Martín y Diego Cremonesi como Manuel Belgrano. El primer programa tuvo a Pompeyo Audivert como Juan Manuel de Rosas.
“Los creadores me convocan a este proyecto y la verdad me pareció muy interesante la idea de cruzar una serie de niveles que constituyen de alguna manera el sentido de una televisión pública: lo histórico, lo representativo y lo ficcional. Un historiado dialogando con un actor sobre un prócer, para que este lo represente y cumpla el sueño de todo estudioso del pasado que es charlas con un protagonista directo. Eso es espectacular”, puntualiza Audivert.
El actor destaca el formato: “Se muestra cómo ir armando el personaje, en este caso cuando Pacho va dando elementos para llevar adelante la interpretación, motivando y explicando con detalle las circunstancias históricas de cada uno. Luego teniendo un encuentro con esa especie de reencarnación que se fue armando a la vista de todos. Me pareció una idea muy potente para rever la identidad nacional. Todo el concepto es algo que acepté gustoso y disfrute mucho hacerlo porque vale la pena.”
Para el actor las temáticas que surgen de ese diálogo, conectan mucho con el presente; por las características del trabajo Pacho O’Donnell y la forma de entrevistas. “Previo a grabar tuvimos una serie de encuentros previos para llevar adelante toda la planificación y tener una investigación histórica exhaustiva, en mi caso con respecto a Rosas, para ir luego a tres jornadas de filmación, donde llevamos adelante ese trabajo, que luego al verlo, ya editado y terminado, es curioso, la verdad que tiene un aura muy mágica”, cuenta el autor que ya había encarnado a Juan Manuel de Rosas en la adaptación teatral de la novela Andrés Rivera, El Farmer, con la que había compartido escenario con Rodrigo de La Serna, en sendas y exitosas temporadas en el San Martín.
“Es un programa que produce una movilización intensa, histórica, emocional, política y también poética, porque son muchos los niveles que están agitándose al mismo tiempo en ese programa. Esa vibración es algo saludable y necesario en una señal estatal, que necesita cuidar la mirada artística en sus contenidos”, afirma el actor.
Audivert opina que en estos tiempos es fundamental seguir apostando a este tipo de contenidos, por fuera de lo que hacen otras señales. “Porque tiene que estar la opción de poder ver algo con una conexión sensible y política entre el presente y el pasado. Es un enlace que difícilmente se establezca en general en la televisión de los últimos tiempos, y este programa lo hace de una manera muy vibrante, muy sensible y muy lucida. Yo siento una emoción histórica, que hacía rato que no sentía, de poder conectar con figuras como las que aquí se retratan. Es un formato novedoso, que tiene algo de ejercicio teatral, explorando lo ficcional, con la construcción del personaje a la vista, pero también con la deconstrucción de todo el proceso, que es parte del fenómeno de conceptualización de lo histórico. Lo documental y lo valioso de lo que se cuenta es fundamental para tratar de entender lo que nos está pasando como sociedad”.
Para Pompeyo Audivert la grieta o dicotomía que parece tener nuestro país, se abre en torno a la figura de su personaje, Rosas. “Su manera de entender al país y su organización, lo vuelve objeto de controversias. Él era parte de una oligarquía pero que ponía al peón, al gaucho y las minorías como principal sujeto político, entonces hay sectores que no se lo perdonan. El signo que establece es lo primero que marca aquello que luego será conocido como nacional y popular, sienta las bases, por más que tenga contradicciones por detrás por lo que representaba; pero es interesante conocer esta historia”.
Sobre los ataques de la ultraderecha al canal de los argentinos, el actor tiene claro “que los que creemos profundamente en lo público como instancia esencial para formar nuestra historia y cultura, debemos resistir. Soy hijo de la salud pública, desarrollado en la educación pública, como la de millones de argentinos, entonces hay que defender esa conquista. Hace muchos años que esto es parte de nuestra identidad, entonces si ahora está en peligro es porque hubo un vaciamiento de los niveles simbólicos que nos contenían como sociedad. Creo que el advenimiento del neoliberalismo caníbal está hundiendo a la humanidad, lastimó la red simbólica de sujeción de nuestra identidad, dejando de lado conceptos que nos identifican”.
Para Pompeyo esto fue dejando aparecer un campo ficcional con ideas provisorias, circunstanciales y episódicas, “que van haciendo pensar que todo es fugaz y está bien que mañana nos tiren a la banquina y después se reconstruya para elaborar otro mito sobre el cual, algunas mayorías se prenden por no entender el proceso, no viendo que quizá ya lo pasó. En esa dinámica fantasiosa, que encuentra las declaraciones altisonantes y violentas un efecto momentáneo de satisfacción por frustración acumulada, es un peligro. Pero si es una experiencia histórica que tiene una mayoría que quiere atravesar, tendremos que afrontarla como lo hemos hecho en otras ocasiones, en situaciones parecidas en las que hemos estado. No hay más remedio, porque el dispositivo de poder que crea esa condición histórica es tan poderoso e universal, que es casi implacable”, opina el actor.
Para el actor, la pulsión de muerte y el miedo son algo que hay que superar, para volver a ser vitales y alegres: “Lo sórdido y violento no puede vencer, exacerbar el individualismo y el egocentrismo es preocupante; la distorsión de la verdad hace que estemos a la deriva. Hay que volver a tener ideas y valores simbólicos que nos contengan, hay que crear lazos que debemos encontrar haciendo frente a los valores negativos, con maneras colectivas y dinámicas de ayudarnos entre todos para reconstruirnos.”
Prócer
Ciclo de 6 capítulos de ficción histórica conducido por Pacho O’Donnell. Participan Pompeyo Audivert; Maite Lanata; Gabriel Goity; Julieta Ortega; Mario Alarcón y Diego Cremonesi. Martes a las 23:00 por la TV Pública.