El piloto invisible
La semana arranca con una que va a dar para el comentario, la recomendación y hasta para el debate. Se trata de un mojón de un caso emblemático -que como se acostumbra en Estados Unidos siempre se revela cuando no trae consecuencias directas sobre su política interna-. Esta serie documental dividida en tres partes, cuenta la historia de Gary Betzner, un piloto que fumiga campos que circundan su Hazen natal, en Arkansas, que un día de 1977, inexplicablemente, se suicida. O al menos eso es lo que se cree, ya que en el lugar donde dejó su camioneta y parte de su ropa es un puente de considerable altura sobre un río. El tema es que nunca se encontró el cuerpo. Hasta que tiempo más tarde, más que su nombre, su figura vuelve a aparecer… de mano de la CIA. Claro que para eso antes trabajó para Pablo Escobar Gaviria, el primero de los muchos narcotraficantes famosos que consagró la guerra contra las drogas declarada por Richard Nixon en los tempranos 70 y prolongada por todos sus sucesores en la presidencia de Estado Unidos. Este documental promete contar cómo fue que Betzner pasó del narco a la CIA, y por qué, y así mostrar, desde otro ángulo, uno de los más grandes escándalos de la política norteamericana de las últimas décadas: el Irán-Contra.
Desde el lunes 4 por HBO Max.
Tokyo Vice
Más allá del tema o de que esté basado en una historia real (el libro de Jake Adelstein), lo que más convoca de este estreno es que tiene en la producción y como dirección en su primer capítulo al director de Miami Vice, Michael Mann, de quien hace años no se ve actividad (Blachat, 2015). La historia va de un joven norteamericano (Ansel Elgort), que decide ir a trabajar como periodista a Tokio a fines de los 90, y luego de la fascinación que produce una ciudad tan tecno y cosmopolita, se empieza a obnubilar con su sórdido inframundo, en especial el dominado por la Yakuza (en esa década brillaron en el mundo las películas en las que Takeshi Kitano -entre otros- mostró la violencia en Japón de una manera totalmente novedosa). Así contacta con Hiroto Katagiri (Ken Watanabe), un detective de la unidad contra el crimen organizado. En el medio, una chica para enamorarse: Samantha (Rachel Keller). El resto queda en manos de Mann, lo cual no es poca cosa.
Desde el jueves 7 por HBO Max.
Senzo: el asesinato de una estrella del fútbol
Otra miniserie documental basada en un hecho real, pero esta vez de Netflix. Se trata de la muerte de Senzo Meyiwa, el capitán de la selección sudafricana de fútbol, asesinado en octubre de 2014. Abatido a tiros en la casa de la madre de su novia, la cantante Kelly Khumalo, con la presencia de seis testigos -entre ellos varios de sus amigos-, ocho años después, aún no están cerradas todas las preguntas. ¿Quién ordenó el asesinato? ¿Fueron un grupo de sicarios o fue para encubrir algo más oscuro? Testimonios de su familia y de otros testigos clave intentan develar estas y otras cuestiones que conmovieron a Sudáfrica.
Desde el jueves 7 por Netflix.
Mother Is Wrong
Cablevisión Flow suma esta serie francesa de 2018 a su grilla, que tuvo una buena recepción (en algunos casos muy buena) en lo que es su única temporada. Se trata de un chico de tres años y medio que le dice al psicólogo de su colegio que su madre no es su verdadera madre. El psicólogo busca ayuda en la policía, pero no le dan mucha bola. En realidad ninguna. La miniserie se inscribe en la cultura de miedo real y de fantasía catastrófica -y de males a exorcisar- que se construye a partir del tráfico de personas (sin ir tan lejos, la guerra en Ucrania sacó a la luz del complejo dispositivo de alquiler de vientres que se desarrolla en ese país). En ese clima, a diferencia de los crímenes más tipificados por la ley, aquí parece que todos tienen que demostrar su inocencia antes de que alguien demuestre su culpabilidad.
Desde el jueves 7 por Flow.
Líneas eróticas
Ámsterdam, años ochenta. Una estudiante universitaria se mete a trabajar en una línea de sexo telefónico fundada por una familia (en especial por dos hermanos) de las llamadas emprendedoras. Es la primera empresa en su género a nivel mundial. Vaya que emprendieron. Claro que el trabajo no es para cualquiera. Y menos cuando no hay chicas con experiencia previa que puedan ayudar en el asunto. A la manera de un mascarón de proa, la historia de nuestra heroína Mary Salomon abre las puertas a la explosión de la música electrónica-cocaína-éxtasis (haciendo sus primeras grandes demostraciones de nuevas sensaciones) que inundó Amsterdam por aquellos años. Una especie de Boogie Nights mezclada con Euforia: empieza por la gran eclosión comercial y de algarabía que traían los cambios culturales, continúa su derrotero hacia el vacío.
Desde el viernes 8 por Netflix.