La entrega de los Oscar es un buen momento para analizar la cinematografía estadounidense, que se expande con pretensión de cultura global. Desde los temas que abordan las películas y la alusión al contexto social en la ceremonia, hasta el descubrimiento de nuevas figuras, arrojan pistas para vislumbrar hacia dónde mira la industria. Este año cobra una importante incidencia la pandemia del Covid-19. Las medidas de aislamiento afectaron la producción y desde allí algunas películas se publicaron en plataformas, un tema que ya estaba en debate en el campo del cine.
Una de las favoritas es Nomadland. Con Frances McDormand y dirigida por Choé Zhao –quien de obtener el premio a Mejor Directora sería la segunda mujer en lograrlo–, la historia se centra en una mujer viuda que se queda sin trabajo y decide recorrer el país en una casa rodante. El contexto es la crisis de Lehman Brothers en 2008, que dejó mucha gente expulsada del sistema.
Judas and the Black Messiah es una historia de traición. Un ladrón de autos afroamericano es atrapado y el FBI le ofrece infiltrarse en las Panteras Negras a cambio de levantar los cargos. Basada en una historia real ocurrida en los ‘70, es un buen retrato de época que toma recursos narrativos en el sonido y el diseño de vestuario. Es interesante la lectura en el contexto del asesinato de George Floyd y el movimiento #BlackLivesMatter. Con chances de que Daniel Kaluuya sea premiado como Mejor Actor de Reparto.
Por su parte, El juicio de los siete de Chicago trata sobre uno de los juicios más conocidos de la historia llevado adelante a siete activistas arrestados en una protesta contra la guerra de Vietnam. Se propone una mirada hacia la brutalidad policial ante el conflicto social, una justicia parcial y el rol de los movimientos civiles. Con chances del premio al Mejor Guión y con destacadas actuaciones de Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen y Joseph Gordon-Levitt.
Promising Young Woman, en tanto, es una historia en clave feminista, que lee el contexto actual y el movimiento #MeToo. Una mujer ve modificada su vida cuando una compañera de facultad es abusada y violada por un grupo de hombres. Desde ahí se plantea una comedia negra que trata de la búsqueda de venganza. Podría ganar Mejor Actriz y Mejor Guión.
Sound of Metal es una comedia dramática con muy buenas actuaciones. Un baterista de una banda de heavy metal pierde la audición dada la exposición a sonidos fuertes. La historia se centra en la caída, la relación con su pareja y en la búsqueda de una nueva vida lejos de la música.
Mank está protagonizada por Gary Oldman y dirigida por David Fincher. Trata sobre el proceso de escritura del guión de El Ciudadano Kane por parte de Herman Mankiewicz, su relación con Orson Welles y con la industria de Hollywood. Una larga película en blanco y negro con el ritmo propio de la década del ‘40, que además del contexto político recurre a referencias que solo los cinéfilos sabrán apreciar.
Minari, por su parte, es un drama ambientado en los ‘80 donde una familia de inmigrantes coreanos busca el sueño americano. Desde la figura del padre, cuyo sueño es desarrollar una granja de productos típicos, el destino de la familia queda atado a este proyecto. Su esposa quiere vivir en la ciudad para tratar la afección cardíaca de uno de sus hijos y ofrece resistencia. El punto de inflexión es la llegada del personaje de la abuela que abre la posibilidad al cambio.
La británica The Father cuenta con las enormes actuaciones de Anthony Hopkins y Olivia Colman. Un guión adaptado de una obra teatral que se centra en la enfermedad del padre y la relación con su hija. Le propone al espectador sentir lo que vive un paciente con demencia, no solo en términos de empatía sino que la propia narrativa apela a saltos en el tiempo, la confusión en la escena y con los personajes.
Como Roma y El Irlandés, en esta edición son Mank, El juicio de los siete de Chicago y Sound of Metal las que pueden verse por streaming. Las plataformas ganan terreno frente a la resistencia de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, una institución de casi un siglo arraigada en sus costumbres identitarias. En las anteriores ediciones, los films aún pensados como favoritos, no lograron imponerse como mejor película. Veremos las nuevas reconfiguraciones de la industria desde la mayor fiesta de la cinematografía estadounidense. «