Luego de ocho años sin grabar, el dúo que ha renovado el sonido folclórico con sutileza pocas veces vista, reaparece con Regreso, un disco que Raúl “Tilín” Orozco reconoce, en buena medida, como hijo de la pandemia: “De alguna manera compensa el mal momento, no todo fue malo para nosotros”, dice en la charla el músico que, junto con Fernando Barrientos, conforma una de las agrupaciones más reconocidas de la música popular de los últimos años. Y también lo es en un sentido más existencial, ya que tiene temas compuestos en sus inicios, y que nunca habían grabado. Acaso por eso en la primera parte del disco hay cierta efusión, como sucede con los reencuentros con aquellos que por un tiempo no vimos, y luego viene un momento de intimidad en el que se indaga para saber qué fue de su vida durante esa distancia. Orozco explica el proceso creativo que por fin, estos días, está viendo la luz.   

El disco parece tener distintos momentos, ¿cómo lo pensaron?
-Esto es como una película: tiene un inicio, un desarrollo y un final; nada de lo que sucede en ese disco no fue pensado. Un disco de 13 temas donde hacemos un repaso de toda nuestra historia. Y que tiene que ver con ciclos, o con momentos que ha transitado el dúo. Si en algún momento alguien escuchó los discos anteriores, se va a dar cuenta de que también en los discos anteriores fue así, con la diferencia de que acá empezamos de un modo más fuerte, por una cuestión de identidad, por una cuestión de principios, pusimos “Tal vez me quede”.

-Es el primer disco que graban por su cuenta, de manera más independiente, ¿eso influyó?
-No, no. Tuvimos que trabajar el doble o el triple (risas). Tenés que trabajar más porque la estructura que te brindaba la compañía no está. Entonces tenés que generarte una nueva estructura, tenés que agudizar el ingenio y los recursos para que pueda ser -a nuestro humilde entender- un buen disco.

Eso no implica que el dúo sólo se ponga a grabar cuando siente que tiene un buen disco, o un gran disco. “Nunca estuvo en nosotros correr la carrera del disco, de todos los discos que hemos grabado nos hemos hecho cargo. No nos apetecía correr la carrera de hacer un disco cada dos años, cada año, porque alguien te lo impone, o porque tenés que hacerlo sí o sí porque sino se te cae el rating, los shows. Esas cosas alocadas, que no están mal, pero a nosotros nos importaba mucho más el vivo. Tampoco hay página en blanco, que no teníamos temas: uno espera que le guste a los nuevos que no te conocen o que no son asiduos de Orozco Barrientos. Nos preocupaba mucho hacer un buen disco para que aquellos que no nos habían escuchado, y que los que ya lo venían haciendo, digan: sigue la línea argumental. El tema es que nos dimos cuenta de que habían pasado ocho años, y dijimos: pasó un tiempito (risas). Entonces a partir de ahora vamos a hacer discos más seguido.

-¿Es también el inicio de una nueva búsqueda?
-Es así. Tiene que ver con la coproducción de Gaby “Cocó” Orozco. Una mirada también, dentro de la estructura del dúo, porque nos escucha siempre y toca todos nuestros temas; le buscamos un sonido, que por momentos sea igual a los discos anteriores. Es una búsqueda de música más universal, pero en la que se nota que está Latinoamérica. Por eso no hay nada pop, es todo latinoamericano.



¿Cuándo?

Orozco Barrientos se presenta el sábado 8 de enero a las 20.30 en Café Berlín, Av. San Martín 6656, CABA.