Un hombre que cree que con la corrección política conseguirá no sólo ser una mejor persona sino también hacer del mundo un lugar mejor, recibe, intempestivamente, la tenencia de sus hijos por unas semanas, debido a la emergencia político-institucional que acecha a la Unión Europea, acontecimiento que su ex mujer y madre de sus hijos debe cubrir. Ya en esa escena de cambio de mando en el cuidado de las crianzas se entienden las razones por las que su mujer lo dejó. Lo que no se entiende es cómo alguien que cree tanto en la corrección política tiene tan poca conexión y conocimiento de las avatares cotidianos de sus hijos.

Pero la licencia se le concede a Dominik Moll, realizador de Harry, un amigo que te quiere bien, se lo deja que experimente esa idea que tiene respecto a esas personas que tras su corrección política esconden su característica de “losers”. Pues bien, lo hace, y lo que se ve es una especie de tragicomedia sin mayores sobresaltos (esos que entristecen por su patetismo o sacan una sonrisa por su absurdo); podría decirse que Moll intenta reflejar el tono de la corrección política, que es el del aburrimiento y la monotonía. Pero eso más bien habría dado lugar a reflexiones con cierto toque de originalidad, que el film no aporta: todo lo que muestra Moll ya se ha visto, al menos de la manera que Moll decide mostrarlo.

Por eso el final es previsible, por más que resulte agradable. Es la parte más dinámica y atractiva del film, pero a esa altura tal vez lo sea por el contraste con el resto de la película y no por su logros cinematográficos.

Acaso la historia y la forma de contarla habría funcionado en otro territorio social y político, uno que aún no hubiera conocido una elección entre Marine Le Pen y Emmanuel Macron, por ejemplo, y donde las inmigrantes y su descendencia no estuvieran sospechados todo el tiempo de ser miembros del Estado Islámico. En el Occidente actual suena poco creíble, en especial por el tono poco riguroso en cuanto a su coherencia que Moll le da a ese miedo que por lo general se esconde tras la ingenuidad de la corrección política.

Noticias de la familia Mars (Des nouvelles de la planète Mars. Francia-Bélgica, 2016). Dirección: Dominik Moll. Con: François Damiens, Vincent Macaigne y Veerle Baetens. Guión: Dominik Moll y Gilles Marchand. 101 minutos. Apta para mayores de 13 años