Hubo un tiempo que fue hermoso y Oasis fue libre de verdad. Para mediados de los 90, la banda de los hermanos Gallagher ya había asaltado Gran Bretaña y amenazaba con dominar el mundo. La banda de Mánchester recuperaba el espíritu cancionero de los Beatles, proponía un rock-pop de guitarras, melodías vocales muy logradas y un espíritu entre proletario y provocador imposible de ignorar. Pero las monumentales peleas entre los hermanos Liam y Noel minaron la creatividad del grupo y finalmente forzaron su separación. Oasis demostró carecer de ese espíritu obsesivo y brutal que se requiere para ser la banda más grande del mundo. Y quizás haya sido lo mejor que le pudo pasar.

Pero más allá de los escándalos y los idas y vueltas, el cantante y guitarrista se puso las pilas con Noel Gallagher’s High Flying Birds y particularmente con su tercer disco, “Who Built The Moon?”, alcanzó su mejor y más audaz trabajo solista. En este trabajo se permite jugar como pocas veces con otros sonidos, texturas, voces y formas compositivas.

A continuación, tres puntos clave del show de Noel Gallagher’s High Flying Birds el domingo 4 de noviembre, en el Luna Park:


-La convicción de apostar a “Who Built The Moon?”. Noel Gallagher puede armar con temas de Oasis y algunos solistas un repertorio capaz de hacer saltar al Luna Park del principio al fin de cualquier show. Pero el guitarrista y cantante decidió apostar a su flamante disco “Who Built The Moon?”. La formación de la banda marcaba claramente ese interés: Noel Gallagher (guitarra y voz), Gem Archer (guitarra), Rusell Pritchard (bajo), Chris Sharrock (batería), Mike Rowe (teclados), Jeesica Greenfield (coros), Charlotte Maironneau (flauta, coros, percusión) y Audrey Gbaguidi (coros). El comienzo con “Fort Knox», «Holy Mountain» y “Keep on Reaching” resultaron una fiesta de emociones donde alternó lo psicodélico, la canción y la obligatoriedad de mover el pie y asentir con la cabeza. Noel se permitió hasta la sorpresa de hacer «The Man Who Built the Moon” y explicar que sólo la habían tocado en Manchester y en Buenos Aires, porque son dos ciudades “muy especiales”.


–El equilibrio para no caer en un negacionismo de Oasis.    Noel le dio prioridad a su flamante disco y a su carrera solista, pero tampoco se dejó ganar por la hipersensibilidad que hace que algunos músicos nieguen su pasado exitoso. Por eso acudió a versiones sólidas y efectivas de «Little by Little», «Go Let It Out» y «Don’t Look Back in Anger», coreadas de principio a fin por el público.


-Medida justa. Gallagher paseó su carisma por el Luna Park durante más de una hora y media. La medida justa. Y se sostuvo una banda dinámica y con matices que le dio a cada canción exactamente lo que necesitaba. El cierre definitivo fue con «All You Need Is Love», un tributo explícito de un militante irredento de los Fabulosos Cuatro.

Noel Gallagher’s High Flying Birds.

Domingo 4 de noviembre.

Luna Park.