El auditorio de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET) se estaba llenando pero la película se demoraba. De pronto aparecieron en el escenario el director, el cineasta uruguayo Álvaro Brechner; la productora Vanessa Ragone; uno de los protagonistas, el actor Alfonso Tort, también oriental. La película prometía un relato testimonial crudo y poético. Vaya si cumplió. Pero el momento más esperado de la tarde se concretó cuando dos de los tres ex guerrilleros del MLN-Tupamaros que contaron su historia en el libro Memorias del Calabozo se presentaron ante el público. Eran el escritor y poeta Mauricio Rosencof y el ex presidente uruguayo José Pepe Mujica. El ausente obligado era Eleuterio Fernández Huidobro, Ñato, fallecido en agosto de 2016. “Esta película es más fácil mirarla que vivirla”, arrancó Rosencof con poder de síntesis y cierto humor negro. Se refería a La noche de 12 años, el film que este martes tuvo su avant-premiere en la Argentina y que relata los 12 años que los tres dirigentes tupamaros permanecieron encarcelados en condición de rehenes, torturados, aislados y degradados a una condición casi animal en las mazmorras de la dictadura uruguaya.
Rosencof fue el encargado de anunciar el ingreso de Mujica a la sala de espectáculos de la UMET, en el subsuelo de Sarmiento 2037. Recibido con abrazos, pedidos de selfies, flashes y un prolongado aplauso, el ex mandatario del Uruguay caminó por la alfombra roja hasta ubicarse al lado de su compañero y del resto del elenco. “Esta película refiere a la condición humana”, fue una de las primeras definiciones. “Cuenta la historia de tres hombres pero hay muchas otras personas cuya vidas no aparecen en una película y que deben ser recordadas”, agregó luego. Se refería a los asesinados y desaparecidos que dejó el Terrorismo de Estado en Uruguay, cuya dictadura se extendió desde 1973 hasta 1985 aunque los crímenes estatales, dirigidos contra el MLN-Tupamaros y la militancia de izquierda, habían comenzado antes, durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco.
De 83 años, haciendo gala de su estilo campechano y al mismo tiempo existencial, Mujica reivindicó las luchas de los años ’70, los sueños y los ideales que en aquella época motorizaron el compromiso con la vía armada. Luego valoró la valentía de la mujer. Era un párrafo que aludía a su madre, Lucy Cordano Giorello, quien nunca dejó de visitarlo, o de intentarlo, mientras estuvo preso. “Siempre le digo a un amigo: si tienes una hija mujer ya sabes quién te cuidará cuando seas viejo. La mujer, de grande, es más valiente que el hombre”, subrayó Mujica. El ex mandatario uruguayo estuvo acompañado por el gremialista Víctor Santa María (Suterh) y por el rector de la UMET, Nicolás Trotta.
También podés leer: Mujica Superstar: el ex presidente uruguayo acapara todas las miradas en Venecia
Un rato antes, Mujica ofreció una rueda de prensa en la que se fotografió con la intendenta de La Matanza, Verónica Magario; su antecesor en el cargo, Fernando Espinoza; más los diputados Cristina Álvarez Rodríguez, Victoria Donda y Felipe Solá, precandidato presidencial del arco opositor.
Tras las palabras de Rosencof y Mujica, más un breve comentario del director, las luces se apagaron y el celuloide empezó a circular por el proyector. La noche de 12 años, con una duración aproximada de dos horas, es una coproducción española-argentina-uruguaya. Cuenta con las actuaciones del uruguayo Alfonso Tort (Fernández Huidobro), el argentino Chino Darín (Rosencof) y el español Antonio De la Torre (Mujica). En papeles secundarios sorprenden la argentina Soledad Villamil y la cantante y compositora catalana Silvia Pérez Cruz, que también es actriz. Además, Pérez Cruz interpreta una canción para la banda de sonido.
En la última edición –la 75°- de la Muestra Internacional de Arte Cinematográfico de Venecia, la película fue ovacionada por el público. Este martes, al finalizar la proyección en la UMET, se vieron rostros conmovidos, manos y pañuelos que estrujaban lágrimas. Las escenas del reencuentro de los presos políticos con sus familias, tras 12 años de aislamiento, transmitieron la alegría de lo que significa recuperar el vínculo con los afectos más cercanos. Aunque el tiempo transcurrido, eso sí, no tenga vuelta atrás.