Nadar en la aprobación o luchar en la controversia. Esos parecen ser los extremos a los que Morrissey está abonado como uno de los cantantes más alabados del mundo de la música. Así como también multitudes alaban su prosa poética desde sus días como voz central de los británicos The Smiths en los años ochenta, lo cierto es que también su carácter fuerte le hizo ganar enemigos en múltiples espacios, situación que nunca pasó desapercibida para la prensa internacional que se alimenta de sus consideraciones públicas.
En el último mes sus novedades oscilaron entre la alegría y la tristeza, algo que, como siempre, está acostumbrado a transitar. Pocos días atrás se convirtió en noticia cuando lanzó comentarios fuertes y críticos contra los creadores de Los Simpson. Su ira comenzó cuando observó uno de los últimos capítulos la serie de los personajes amarillos donde se lo parodiaba de una manera a la que calificó como “racista y ofensiva”.
Todo sucedió cuando recientemente en la televisión estadounidense se emitió el capítulo Panic on the streets of Springfield (nombre que parafrasea a uno de los temas más emblemáticos de su ex banda) donde se la ve a Lisa Simpson imaginando tener un amigo músico que canta letras tristes pero depresivas, mientras que al mismo tiempo enarbola un vegetarianismo profundo. Lo cierto es que esta caracterización del amigo imaginario de Lisa está notoriamente inspirada en la figura de Morrissey, algo que al cantante no le hizo nada de gracia cuando el capítulo en cuestión comenzó a desarrollarse.
Al transcurrir el capítulo, el personaje del músico imaginario (bautizado bajo el nombre de “Quilloughby”) aparece en la actualidad sobre un escenario y Lisa termina conociéndolo, pero la niña cae en cuenta que ese hombre que admiraba se convirtió en alguien de extrema derecha, con sobrepeso, alcohólico y racista.
“El programa Los Simpson comenzó creando una gran comprensión de la experiencia cultural moderna, pero desde entonces se ha degenerado para tratar de capitalizar controversias baratas y exponer rumores viciosos”, disparó el cantante a pocas horas de haber sido emitido el capítulo a través de su página de Facebook.
La declaración del ex The Smiths de mediana extensión pero de fuertes palabras, continuó de la siguiente forma: “Otras propuestas de la televisión actual todavía hacen un gran trabajo al encontrar formas de inspirar una gran sátira. Pero cuando un programa como Los Simpson cae tan bajo para usar tácticas duramente odiosas, como mostrar a un personaje con la barriga colgando de su camisa (cuando nunca se me ha visto así en ningún momento de mi carrera), hace que uno se pregunte quién es el grupo racista realmente hiriente aquí. Aún peor, llamar al personaje en cuestión de ser racista, sin señalar ningún caso específico, no ofrece nada. Sólo sirve para insultar al artista. Deberían tomar ese espejo y mostrárselo a sí mismos”, sostuvo el músico.
Al terminar su comunicado, Morrissey fue sarcástico con respecto a la actual repercusión mediática de Los Simpson: “No es sorprendente que los índices de audiencia de Los Simpson hayan bajado tanto en los últimos años”, afirmó en términos de conclusión.
Pero así como el británico explotó de cólera al verse según él mal representado en la pantalla chica televisiva, por otro lado el mundo del cine celebra su historia pasada. El film Shoplifters of the world que narra la vida de un grupo de fans de The Smiths el día que la banda se separó en 1987, llegó a los cines de Europa y Estados Unidos de la mano del director inglés Stephen Kijak. Consultado sobre qué le había parecido la película, Morrissey sostuvo: “Me reí, lloré, me comí mi propia cabeza. El pasado de The Smiths todavía suena como las frustraciones de hoy y las liberaciones de mañana».
El film protagonizado por Joe Manganiello, Ellar Coltrane, Helena Howard y Elena Kampouris incluye 20 canciones del catálogo de la banda que fueron autorizadas de manera legal para su inclusión en la producción y en la correspondiente banda de sonido de la película.