La segunda entrega del thriller argentino inspirado en hechos reales, Iosi, el espía arrepentido, ya está disponible en Amazon Prime Video. Los nuevos episodios de la serie abordan el atentado a la AMIA y el tráfico de armas como principales nudos argumentales, pero también se centra en un hecho clave: el protagonista decide hablar públicamente con la ayuda de una reconocida periodista, con la que decide ventilar su trabajo de encubierto. Para este rol se eligió a Mercedes Morán, quien se incorpora al elenco, poniéndose en la piel de Mónica Raposo, el nombre de ficción de la reportera que colabora con el espía de la Policía Federal Argentina para contar como se infiltró para recabar información.

Matías Mayer  vuelve a encarnar a Víctor Kesselmann, personaje central de la ficción, líder de una agrupación política de izquierda en la cual militan varios de los personajes de la serie y pata por donde se infiltra Iosi en la comunidad judía. Ambos intérpretes coinciden en la importancia de este tipo de historias, ya que nos tocan a todos los argentinos y argentinas.

-¿Cuáles son las expectativas de participar de esta segunda parte?

Mercedes Morán: -Para mí es incorporarme a un proyecto que, en su primera temporada, de la cual no fui parte pero vi, había encontrado una manera superlativa de contar nuestra historia. Es una ficción basada en hechos reales, lo cual siempre es un desafío más cuándo es algo tan sensible, y encima que no terminó de resolverse. Contar estos hechos es una manera de colaborar con algo que va más allá de lo artístico, y que busca que llegue la justicia, pero también sobre todo contar a nuevas generaciones hechos que quizá desconocían: y tratar de entender que las cosas que suceden hoy en día, quizás tienen que ver con las que relatamos en la serie. Me parece que es una oportunidad para entender algunos discursos que lamentablemente aún están vigentes, y entender como en las sombras a veces se traman cosas tremendas, que para el común de la gente, están fuera de comprensión. Las plataformas dan, además, la chance de tener un alcance que era muy difícil lograr o sólo algunas películas podían. Contar esto para nosotros y otros países, universalizando la historia, es algo que como actores y actrices, como a los directores o guionistas, es un orgullo.

Matías Mayer: -Formar parte de este proyecto es emocionante por muchos motivos. La calidad, los directores, el elenco y sobre todo la historia era motivante. La tragedia que fueron esos atentados para los argentinos, la impunidad y lo poco que se sabe, me parece que vuelve necesario contarnos esta historia, con el respeto y seriedad que se merece. Y la primera parte necesitaba de esta segunda para plantear un punto de vista de que es lo que pasó. Es una gran responsabilidad como actor representar esa parte de nuestra historia, sin dudas.

-¿Es muy difícil mostrar el lado humano  de los involucrados, siendo que la trama se apoya en un hecho tan relevante?

Morán: -Es lo central para nosotros, porque es hablar del tema, pero desde otro punto de vista, imaginando que les pasaba a los que les tocó vivir eso, como herramienta para recordar lo que pasó. Se cuenta una época, una manera de manejarse y nos permite pensar porque muchas veces algunos sectores quieren reivindicar esas formas en cuanto a maniobras de los poderes económicos y políticos.  Al haber pasado tiempo desde los atentados, nos alejamos del oportunismo de aprovechar el revuelo que causa un suceso como este, sino que hay una tarea más reflexiva en la revisión, una perspectiva distinta de los manejos de los poderes reales, que en el fondo son algo humano y que en distintos momentos de la historia parecen repetirse. Mi personaje un poco tiene ese espíritu de además de escuchar, tratar de entender por qué paso lo que pasó.

Mayer: -Mi personaje no está basado en alguien, entonces se apoya mucho en lo vincular también para darle vuelo a ese aspecto. Más allá del contexto histórico, eran personas inmersas en todo eso, y eso es interesante de hacer como actor. Me parece que es uno de los fuertes de la trama. Contar lo que paso, pero también qué les sucedía a los involucrados. Tratamos de crear desde el momento que les tocaba, en el lugar que les tocará, imaginando que no tenían toda la información que tenemos ahora sobre los hechos: fue un verdadero desafío imaginarlo, pero  los guiones estaban tan claros que  estamos muy conformes todos los que estuvimos trabajando en este proyecto. En mi caso, mi personaje era alguien que en su juventud era un idealista y la realidad solo le trajo desilusiones con el paso de los años, entonces eso puede generar un acercamiento desde otro lado. Le da otra densidad a la narración.

-Moran: En mi caso es  un poco a la inversa, al revés. Mónica era alguien que venía de la desilusión con la realidad, pero el hecho de sacar a la luz lo que hizo Iosi, y lo que sabe, la hace reencontrarse con el sentido de las cosas, y porque hace lo que hace. Paro al mismo tiempo tiene que lidiar con su propio pasado y con cosas que la lastiman, pero debe hacerle frente si quiere cumplir su tarea. Algo que en el fondo le puede pasar a cualquiera.  Y eso es parte de nuestro trabajo, contar algo y que el que lo ve o escucha, sienta esa empatía o chance que pueda sucederle o que haríamos si fuéramos ese persona. Porque los personajes son personas contadas por alguien; en este caso nosotros.


Iosi, el espía arrepentido 

De Daniel Burman. Con Natalia Oreiro, Gustavo Bassani, Mercedes Morán, Alejandro Awada, Carla Quevedo, Marco Antonio Caponi, Matías Mayer, Minerva Casero, Damián Dreizik, Moran Rosenblatt, Itzik Cohen y César Troncoso. La segunda temporada ya está disponible en Amazon Prime Video.