Poco antes de una nueva serie de shows en nuestro país, que incluye dos presentaciones en el Teatro Flores y actuaciones en Córdoba y Tucumán, el baterista Marky Ramone, único sobreviviente de The Ramones, el famoso cuarteto insignia del punk neoyorkino, naturalizó la vigencia del grupo al considerar que sus canciones «fueron escritas para las nuevas generaciones» y al acusar de falta de «originalidad» a las nuevas expresiones dentro el género.
«The Ramones nunca se fueron. La música siempre estuvo ahí. Las canciones fueron realmente escritas para las nuevas generaciones, así que cualquiera sea el mensaje y la energía que haya en ellas, pueden identificarse con eso», plantea el músico.
Avanzada la conversación, cuando fue consultado acerca de la actualidad del género, completó este concepto al deslizar: «Ahora hay muchas bandas de punk que simplemente están copiando lo que ya se hizo. Quiero ver algo de originalidad en lugar de simplemente gritar, chillar, saltar del escenario».
Marky Ramone estará iniciando desde mañana un nuevo recorrido por nuestro país, en el medio de una gira que también incluye Chile, Brasil y Uruguay, en la que una vez más recreará en vivo la música y el espíritu de la banda a la que los fans locales adoptó como propia al punto de «nacionalizarla» rebautizándola como «Los Ramones».
Acompañado en esta ocasión por el cantante Iñaki «Pela» Urbizu, un protegido el grupo neoyorkino y figura central del punk Euskadi; y por los locales Marcelo Gallo, exExpulsados en guitarra, y Martín Sauan en bajo; el baterista volverá a comprobar en carne propia el particular amor que el público argentino profesa por el inolvidable cuarteto que conformó junto a Joey, Johnny y Dee Dee.
Precisamente, esa especial conexión, que inspiró a innumerables formaciones autóctonas desde mediados de los ’80 hasta hoy, le dio una sobrevida al grupo cuando su popularidad ya había decrecido en su país de origen y en otros puntos del planeta; y le permite a Marky realizar periódicas visitas a la Argentina con particular éxito.
De hecho, las entradas para la fecha prevista para el sábado 7 de octubre en el Teatro Flores se agotaron, por lo que debió agregar una nueva función el martes 3; y en el medio recalará el jueves en el Club Sportivo Floresta, de Tucumán; y el viernes 6 en XLR, de Córdoba.
Antes de poner en marcha este nuevo periplo, Marky Ramone conversó telefónicamente con esta agencia acerca de sus próximos shows, del legado del popular grupo, reflexionó en torno a su vigencia y al panorama actual del punk rock.
-Tuviste que agregar una nueva fecha en Buenos Aires por entradas agotadas. Imagino que no te sorprende pero, ¿a qué atribuís que el amor del público argentino por Ramones se mantenga a pesar del paso del tiempo?
-Creo que el contenido lírico y la energía de las canciones en sí siempre atraen a los jóvenes. Y a las generaciones mayores también les gusta porque cantan las canciones. Tienen estribillos, duran dos minutos o dos minutos y medios, y son memorables.
-Hace unos años, comentaste que en algún momento intentaste hacer en estos shows en Argentina canciones de tu banda Intruders pero no funcionó porque la gente quería escuchar los temas de Ramones.
– Es cierto La cosa es que la gente sabe más canciones de Ramones que de Intruders. Me gustan las canciones de Intruders pero solo hay una cierta cantidad de tiempo para tocar en los shows, así que tenés que tocar canciones con las que la gente esté familiarizada
-¿Y cómo preparás estos shows? ¿Armás un repertorio solo de clásicos o incluís «lados B» que siempre son celebrados por los fans más acérrimos?
-Ambas cosas. Esta vez habrá algunas cosas más porque tocaré algunas de las canciones menos conocidas como «You Sound Like You´re Sick» o «Sitting in my Room», del disco «Pleasant Dreams»; o «Touring» y «Tomorrow She Goes Away», de «Mondo Bizarro».
-¿Qué es lo que más disfrutás en tus visitas a la Argentina?
-Me gusta la gente y amo a los fans. Me gustan los restaurantes a los que me llevaron, tienen muy buena comida. Les gusta mucho el punk y estoy feliz de ver eso. Muchas de las bandas argentinas definitivamente fueron influenciadas por Ramones. Eso me hace feliz y estoy seguro que hubiera hecho felices a Johnny, Joey, Dee Dee y Tommy (primer baterista del grupo). Ellos pudieron verlo antes de fallecer porque hemos tocado ahí y estaban muy agradecidos por eso.
-Lamentablemente, sos la única persona que puede mantener en vivo el legado de la música y el espíritu de Ramones. ¿Cómo asumís eso?
-Bueno, doy todo lo que tengo y la banda da todo lo que tiene. Siento que las canciones de Los Ramones son demasiado buenas como para no tocarlas. Siento que hay tantas canciones geniales que quiero seguir tocándolas. La mayor parte de mi vida básicamente fue tocar esas canciones y siempre las disfruto.
-¿Cómo creés que se resignifica hoy en día la música de Ramones con tantos cambios en la sociedad desde entonces?
-The Ramones nunca se fueron. La música siempre estuvo ahí. Las canciones fueron realmente escritas para las nuevas generaciones, así que cualquiera sea el mensaje y la energía que haya en ellas, pueden identificarse con eso
-La última vez que los cuatro Ramones estuvieron públicamente juntos fue cuando fueron ingresados al Rock and Roll Hall of Fame en 2002, ¿verdad?
-Luego de eso creo que firmamos un álbum en Nueva York, o un DVD. Creo que fue algo así, pero luego de eso no estuvimos más juntos. Quiero decir, Dee Dee era mi mejor amigo y siempre salía con él en Nueva York, siempre nos hablábamos; pero yo vivía aquí, John vivía en California y Dee Dee ocasionalmente vivía en la Argentina y Holanda. Todos nos mudamos.
-¿Y cómo fue esa última vez? Porque siempre se habla de Ramones como una «familia disfuncional».
-Sí, sí, sí. Todas las familias discuten, todas las familias se reconcilian; discuten y se ríen juntas. Desafortunadamente, Johnny y Joey nunca se reconciliaron. Siempre quise que se reunieran, lo dejaran ir y fueran amigos; pero eso nunca sucedió. La cuestión es que éramos una familia y cualquier diferencia que hubiera la dejábamos fuera del escenario.
-¿Cómo definirías a cada uno de los miembros de Ramones?
-Dee Dee era como un huracán (risas). Joey era muy callado, un tipo tranquilo; no en el escenario, pero de voz suave. Y a John le gustaban muchos los deportes, el beisbol, el fútbol americano. Constantemente hablaba de deportes y cosas así con él. Hablábamos de música y de ciencia ficción. Eso era lo que teníamos en común con Johnny, los posters de coleccionistas de ciencia ficción y los juguetes de ciencia ficción. Tommy era básicamente un productor técnico de estudio.
–Todos acuerdan que el punk es mucho más que música; es básicamente una actitud, una forma de afrontar la vida. ¿Dónde se puede encontrar eso hoy en día?
-Bueno, están los originales: The Ramones, The Clash, Sex Pistols, The Heartbreakers. Luego tenés bandas más nuevas influenciadas por esas bandas que hicieron lo suyo, como Green Day, The Offspring, Rancid. Ahora hay muchas bandas punk que simplemente están copiando lo que ya se hizo. Yo quiero ver algo de originalidad en lugar de simplemente gritar, chillar, saltar del escenario. Sin tantas luces que te distraen. Voy a decir esto: hay muchas bandas con muchas luces y con tanto autotune que no podés verlas bien. Nosotros cuando tocamos somos solo nosotros cuatros, sin tanta mierda, no hay nada más; y creo que el público debería poder ver al grupo real sin tantas cosas que lo distraiga.
-En estos tiempos de redes sociales, apps y plataformas, ¿sería posible la aparición de una banda como The Ramones?
-Definitivamente, sin dudas. Es el sonido. O sea, cuando escuchás una banda en la radio y sabés quién es sin que el locutor te lo diga, entonces sabés que tenés una banda que es original, como The Beatles, The Stones, The Who y The Ramones. Es la música, es ese poder, esa fuerza que atrae la atención de la gente. No importa en qué formato esté o qué esté pasando con internet. Desde el momento que escuchan algo así, les gusta.
* Télam