Escrita en 1999, “Und” es el único monólogo en la obra de Howard Barker. El director Augusto Pérez vio, en una de esas búsquedas de nuevos materiales, a través de YouTube una puesta muy interesante de esta pieza en Francia. Se propuso hacerla aquí y, después de mucho trabajo, llegó al escenario del Teatro Callejón.
Se trata de una obra que cuenta, en el marco de la Segunda Guerra Mundial y el Holocasuto, una historia universal, que busca el significado de nuestras existencias y confronta con el absurdo de la realidad. En esta versión, encarnada por la actriz Luz Palazón, se nota como la excesiva necesidad de palabras del personaje denota un paisaje interior, fracturado, reprimido, transformado que emergerá con sus picos, sus nieblas y sus profundos abismos en la mujer judía aristócrata que habla durante toda la obra. Las palabras son sus armas para enfrentar el caos.
“Era un texto cerrado. Pero era interesante porque Barker es un dramaturgo prestigioso y esta es una obra que tiene mucha fuerza por cómo muestra al personaje y en eso que le pasa podemos encontrar algo que nos identifique. Es difícil despunta qué es lo que le pasa, pero teníamos fe y convicción que había que esforzarse para interpretarla”, dice Luz Palazón. Luego agrega: “Es una obra que habla de la muerte, la decadencia y el derrumbe. Además, uno puede suponer que está enamorada de un soldado nazi, por lo que explora también las problemáticas del amor. Barker es un autor político, pero que explora la humanidad como nadie sin bajar línea.”
Palazón tiene mucho recorrido. En teatro, protagonizó “Rancho”, bajo la dirección de Julio Chávez; “He nacido para verte sonreír”, de Santiago Loza; “Suspiros” y “La de Vicente López”, de Julio Chávez; “El Abismo”, de Camila Mansilla; y “La Pilarcita”, de Maria Marull, entre otras. En cine protagonizó “Rancho aparte”, trabajo por el cual obtuvo el premio mención especial del jurado en Málaga y fue nominada al premio mejor actriz revelación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. También participó de “La Ronda”, de Inés Braun; “Mi Primera Boda”, de Ariel Winograd; y “Tiempo Libre”, de Anahi Berneri, entre otras.
“El teatro tiene un forma ideal que es la tragedia, pero no está para iluminarnos, sino para acercarnos a lugares o momentos que no queremos vivir. Una buena obra te tiene que dejar reflexionando, sin certezas, y esta obra provoca eso, cada uno tiene su viaje y lo interpreta libremente. Esa es la intención de todo buen teatro”, sostiene la actriz.
Actualmente Palazón da clases en el estudio de entrenamiento actoral de Julio Chávez y su propia escuela de actuación en Palermo. “Allí siempre hablamos de porqué hacemos lo que hacemos en esta profesión y creo que es la necesidad de enfrentar aquello que nos da temor”, asegura.
Palazón destaca que vivir en una Ciudad que vibra con el teatro, es un privilegio que hay que defender. “Creo que tenemos algo muy valioso entre manos y ojalá que quienes tengan que hacerse cargo de seguir fomentándolo lo hagan, sin ver el negocio, sino en la riqueza cultural que representa. Hay esperanza que esto siga creciendo. Hay que proteger la fuerza de los que hacen, sobre todo los independientes y los circuitos no comerciales. El que hace teatro lo hace por amor, pero hay que dar condiciones para poder hace más y que llegue a más personas”, finaliza.
Und. Texto de Howard Barker y dirección de Augusto Pérez. Actúa: Luz Palazón. Domingos a las 18:30 en el Teatro Callejón, Humahuaca 3759.