La cantante Britney Spears, quien en noviembre pasado logró librarse de la tutela legal que desde hacía 13 años mantenía su padre sobre su patrimonio y todas las decisiones de su vida, entre ellas la prohibición de quitarse el DIU que tenía colocado, anunció ayer en redes sociales que está embarazada.

«Perdí tanto peso para ir a mi viaje a Maui y luego lo recuperé», compartió Spears a sus 40 millones de seguidores, en referencia a la reciente escapada a Hawaii junto a su pareja Sam Asghari.

«Pensé ‘caramba… ¿qué le pasó a mi estómago?’ -contó- Y mi esposo me dijo ‘¡Estás embarazada tonta!’ Así que me hice una prueba de embarazo y bueno: voy a tener un bebé».

En la publicación, que despertó una catarata de felicitaciones de sus seguidores acompañó con una imagen de archivo con una taza de té rosa y flores a juego, agregó que esta vez «no saldrá tanto» debido a que los «paparazzis obtienen su dinero» de fotos suyas.

Luego, se refirió a sus dos embarazos anteriores y contó que tuvo «depresión perinatal»: «Es absolutamente horrible, en ese entonces las mujeres no hablaban de eso y algunas personas consideraban peligroso que una mujer embarazada se quejara, pero ahora sí se habla de esos temas y gracias a Jesús que no tenemos que mantener ese dolor como un secreto».

La tutela de Spears se había establecido en 2008, después de que fuera hospitalizada para una evaluación psiquiátrica. Pero el fallo de noviembre pasado supuso el final para una larga disputa que la artista llevaba adelante en particular contra su padre, Jamie Spears, y que tuvo uno de sus puntos más álgidos en junio pasado, cuando la cantante declaró ante la jueza en persona y brindó detalles acerca del humillante control al que era sometida en todos los ámbitos de su vida.

En ese momento denunció, entre otras cosas, que quería tener un hijo con su pareja, el entrenador personal Sam Asghari, y no podía porque su padre no le permitía ir al médico a quitarse el DIU que tenía colocado.