La cineasta Lucrecia Martel ofrecerá este sábado una clase magistral bajo el título “Charlatanerías al final de una era”, centrada en cómo impactan los cambios tecnológicos en el arte y en la necesidad de pensar en nuevas narrativas para enfrentar el futuro. Será online a través de Zoom a partir de las 11.

“Frente a los cambios tecnológicos, es crucial preguntarnos qué tipo de inteligencia somos y cómo podemos sobrevivir a nuestros propios inventos. ¿Tiene sentido seguir haciendo cine cuando la narrativa audiovisual podría ser delegada a las máquinas, como el ensamblaje de un auto?”, se pregunta la directora. “¿Qué desafíos enfrentaremos al desarrollar herramientas tan potentes mientras seguimos considerando la guerra como una solución a los conflictos? Delinear el arca que nos salve de este diluvio puede ser una tarea para el arte, pero será necesario reinventarlo”.

Se trata de un evento organizado por la Fundación Alternativa, un espacio creado para que el público se conecte con sus referentes. La de Martel es la cuarta clase magistral del año y está dirigida a artistas, realizadores, productores, cinéfilos y personas interesadas en analizar las nuevas tecnologías y las narrativas audiovisuales en la actualidad. La actividad es arancelada y pueden participar en ella personas de todo el mundo.

A la espera de Chocobar

La directora nacida en Salta en 1966 lleva varios años trabajando en el documental Chocobar. Este año trascendió que podía estrenarse en alguno de los grandes festivales, pero finalmente eso no sucedió y sigue la espera.

zama martel
«Zama», de 2017, es el último largometraje estrenado de Lucrecia Martel.

La idea inicial para ese proyecto surgió a partir del asesinato en 2009 del activista indígena Javier Chocobar en Tucumán, en la comunidad de Chuschagasta, mientras intentaba detener los desalojos de su tierra ancestral.

Martel lleva 13 años trabajando en esa película y escribió ya varias versiones. Como comentó en algunas ocasiones, si bien está basada en hechos reales, se mueve en un área difusa entre documental y ficción. También contó que trata sobre la propiedad de la tierra en Argentina y el control de la narrativa, es decir, la negación de la existencia de los pueblos indígenas y, en consecuencia, de cualquiera de sus derechos. 

Martel en defensa del cine nacional

La directora de La ciénaga (2001), La niña santa (2004), La mujer sin cabeza (2008) y Zama (2017) es una de las voces más lúcidas de la Argentina actual y suele pronunciarse sobre temas políticos de actualidad. Así, por ejemplo, se sumó a la lista de expositores en el plenario de comisiones en enero pasado para manifestarse en contra de los cambios a la Ley de Cine que incluía la ley ómnibus del presidente Javier Milei.

Martel habló por videoconferencia desde Salta y recordó: «Nuestra industria del cine es básicamente de pequeñas y medianas empresas. Entre 70% y 90% del presupuesto de una película argentina se financia exportando derechos, es decir, compitiendo en fondos internacionales con películas de todo el mundo. Los países con los que trabajamos con mayor frecuencia, lo que se puede ver en los títulos, son Brasil, España, Colombia, Estados Unidos, Francia, Canadá, Inglaterra y últimamente también China, Qatar y Corea del Sur, además de inversores privadas».

«Nuestra industria de pequeñas y medianas empresas genera un gran ingreso de divisas al país. Lo que permitió el desarrollo de nuestra industria fue una ley de cine, que nos costó muchísimo tener y que rige el funcionamiento de un organismo fundamental para nuestra actividad: el INCAA”, añadió.

Entre los últimos trabajos de Martel están la instalación El pasaje (2021 – EYE Filmmuseum de Amsterdam), el unitario musical Terminal Norte (2021), filmado en la provincia de Salta con Julieta Laso, su pareja, como protagonista, y el cortometraje Camarera de piso (2022), que tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Venecia.