Tuvo que pasar tiempo para llegar a una instancia en la que mirar atrás es observar todo un camino recorrido. Esa es la razón por la cual Lucio Mantel celebra en estos días diez años de su carrera solista, en la que produjo discos, shows y giras que hablan de un sostenido hacer.
Repasemos. La carrera de este músico y compositor de 41 años lleva cuatro discos que encuentran un debut en Nictógrafo (2008), donde prevalecía un cuerpo de canciones acústicas junto a ciertas articulaciones del folklore que lo posicionó en el terreno de los nuevos músicos a los que había que escuchar. Lo que vino más tarde no fue más de lo mismo. Miniatura (2011) sumó riesgo a lo que se esperaba de él, mientras que Unas horas (2013) subió la apuesta al estar compuesto en formato de cámara. Lo último que supimos en términos discográficos de Mantel llegó en 2015, cuando decidió llamar Confín a un atractivo paquete de canciones que tuvo como invitados a Fito Páez, Marcelo «Gillespi» Rodríguez y Axel Krygier entre otros.
Lo dicho: son tiempos para festejar todo lo hecho y para eso nada mejor que el show que ofrecerá Mantel el próximo 27 de abril en el Xirgu Espacio Untref (Chacabuco 875). «Estoy movilizado por todo esto. Me agarra en un momento particular porque mientras estamos con este proceso yo sigo trabajando en cosas nuevas, cosas por venir. Es un momento especial que se cruza con giras por el exterior, así que digamos que vine a la Argentina para hacer este show exclusivamente», aclara Mantel en su encuentro con Tiempo.
Lo que resuena en la charla es el factor de lo particular; un espacio que se hace fuerte desde una idea central: ofrecer un show no habitual pero que también actúe como el fin de una etapa. «Digamos que por una serie de cosas aleatorias se armó una banda especial para tocar en este concierto. Esta vez voy a estar acompañado por Fernando Samalea en batería, Lucas Argomedo en bajo y cello, y Leo Fernández en guitarra eléctrica, entre otros invitados que no puedo revelar. Lo que puedo contar es que este concierto será una pieza única. Fue pensado de esa forma desde un inicio. Vamos a pasar por todos los discos míos y trataremos de brindar canciones que no aparecen en todos los conciertos. Podríamos decir que se trata del final de una etapa. Por ejemplo, la única vez que toqué con (Fernando) Samalea fue para la época en que grabé Confín, el que es hasta ahora mi último disco y terminó siendo el inicio de otras cosas. Por eso creo que este concierto tendrá mucho de potenciación entre nosotros».
Venir de la independencia discográfica no es fácil y Mantel bien puede dar constancia de ello. Entonces se impone conocer cuán difícil es para un artista como él, que más allá de las dificultades existentes, continúa su hacer de manera constante: «Nunca me gustó usar las entrevistas para quejarme pero creo que no está fácil, sobre todo porque nada está de esa forma en el país. Las industrias se volvieron voraces y en eso están lógicamente los grupos económicos concentrados. En ese aspecto, buscar tener cierta libertad y abrir espacios para uno no es tan fácil. Pero bueno, en ese aspecto me siento súper bien con la libertad que tengo. Sin embargo, siento que todo esto es algo muy complejo, fundamentalmente porque todo está cambiando en el ámbito de la creación, específicamente con la forma en que uno debe dar a conocer sus cosas porque significa que están cambiando muchos paradigmas desde su raíz. Hace poco hablaba con alguien y nos dábamos cuenta de que Spotify en 2013 no existía. Estamos a sólo cinco años de eso y hoy pocos tienen discos físicos, así que lo mejor es pensar que nada está dicho por el momento porque la historia está muy cerca», concluye. «