Entre tanto drama, la come-dia supone un alivio. Andrés Caminos y Gadiel Sztryk se cruzaron haciendo teatro y comenzaron a complementar sus creatividades en 2005 para demostrar esa premisa.
En sus obras no hay burla, sino que se explora una serie de elucubraciones temáticas como disparadores, creando humor donde, a priori, no lo hay. Esa es la fórmula que los llevó a transitar con Sutottos la senda que los mantiene juntos tan-to tiempo y que hoy se afianza con la tercera temporada de Inestableen el Teatro Beckett. Luego de hacer temporada en Mar del Plata, donde fueron nominado como «mejor espec-táculo de humor» en los Estrella de Mar, y de tener su primera gira por España, vuelven a hacer esta obra, que estrenó en la Bienal Arte Joven 2015 y que ya vieron 6000 personas. Los Sutottos tomaron como eje el miedo y sus derivados; paranoias, fobias, obsesiones y ansiedades, que convierten cual-quier cosa en puntos de partida que conducen a la neurosis y que terminan atrapándonos en nuestros propios temores. Esta es una sucesión de estados de ánimo y «la gente se ríe de ver-los todos juntos», dicen.
¿El cotidiano da mucho material?
Gadiel Sztryk: No es un objetivo retratarlo, pero siem-pre aporta. Hay una parte de la obra que es mi tío. O es Andrés, o alguien. Uno se imagina y deforma un poco la realidad de algo que vio.
Andrés Caminos: En esta obra está el miedo como tal, asumir el miedo y jugar desde ahí, no mirarlo de afuera. Y así con todo. Tratamos de que lo que hacemos sea algo popular, que venga cualquiera y que lo entienda; no hacerlo para gente de teatro sino para todo el mundo, algo que nos pase a todos.
GS: La idea es esa. A veces sale, a veces no.
AC: No funcionamos muy bien bajo presión, tememos nuestros tiempo para hacer la obra. Queremos hacer bien las etapas: que aparezca el tema, luego improvisar, luego escribir sobre las improvisaciones…
El dúo te permite trabajar con cierta libertad.
¿Sienten que encontraron su estilo de hacer humor?
GS: Creo que es algo que se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo. La manera de hoy no es la misma que hace tres o cuatro espectáculos atrás. Se ha construido un lenguaje propio que seguirá mutando.
AC: Cada uno tiene características particulares que lo que hacen es complementarse. Eso nos divierte y tratamos de aprovecharlo. De hecho, así empezamos. Todo surgió porque participábamos de un festival que se llamaba Sub18 y jugando con las palabras apareció el nombre. Había una escena con un medio un italiano y de ese italiano inventado surgió «sut toto». Hay algo de eso, de ir derivando, que te va haciendo producir y crear.