Los Reyes del Falsete lanzaron Operación Abrazo y beso, un disco que afianza y profundiza el espíritu de la banda con una actitud que, puede decirse, ya no pide permiso, simplemente se presenta. “Hicimos todo el revés, pero hicimos todo”, señalaron al publicar “Al revés”, el segundo corte de difusión del disco, una declaración que tal vez sea esencia de ese espíritu.

“Creo que es una frase que nos identifica como banda, muchas veces hemos hecho las cosas al revés: musical, artísticamente y también en cuándo había que sacar el tema, cuando había que sacar el disco, cómo había que hacer el vídeoclip, cuándo irse de gira -dice Nicolás Corley, más conocido como Nica Rex, guitarra y voz-.

Abrazo y beso no hace referencia a un premio consuelo, sino a un cierre, a un cambio de etapa, quién sabe si nuevos rumbos. “Tiene algo de despedida. O de llegada. Algo de cerrar un ciclo, nos daba esa sensación. La operación abrazo y beso lo usamos en nuestras vidas cuando llegás a un lugar y hay mucha gente: es para los que somos besuqueros y llegamos a un lugar y nos daba culpa nos saludar a todos. ¿Estás saludando porque estás llegando o porque te estás yendo? Es un momento de cambio”, puntualiza.

Cambio que afirma que se nota claramente respecto al disco anterior, Lo que nos junta. “Nuestra forma de hacer música es el cambio permanente. Con lo bueno y con lo malo. Mucha gente nos ha dicho: ‘No, a mí me gustaba el primer disco’. O el tercero, y cuando me empezó a gustar el anterior empiezan a hacer este que no me gusta de nuevo. Para mí eso lejos de ser un problema es un halago. Como política de banda siempre dijimos: ‘Los discos los hacemos con nuestro dinero y los subimos a internet, no le debemos nada a nadie. Ni artística, ni musicalmente, ni nada. Y eso también fue la idea de tratar de huir de los sellos, de los sistemas que de alguna manera pudieran coartar esa libertad.”

Los Reyes del Falsete.
Foto: Prensa / Florencia Russi

Esa libertad que no es libre albedrío, suele llevar, antes de al soberbio yo hago lo que quiero, al más humilde prefiero aprender a ganar plata. “Toqué con Litto (Nebbia) mucho tiempo, y a mí en lo personal, que no me considero buen músico, tocar con Litto y que Litto me considerara un buen músico y me invitara a participar de su banda, a mí me obligó a tocar el instrumento, que era algo que creo que no había hecho a conciencia con Los Reyes. Me obligó a un entrenamiento musical como quien va a un gimnasio que debo admitir, cuando miro para atrás (me puse a aprender bajo, practicar guitarra), y toco con monstruos (Minimal toca en la banda al lado mío) y nunca jamás llegaré a ese nivel pero sí me levanto de mi nivel en el que estaba. Y eso se nota muchísimo en el disco, casi no toqué la guitarra, canté más como quería -hubo que modular algunas canciones para que pudiera cantarla con mi voz, y eso implicó menos falsete, que era el lema en nuestros primeros discos-, es decir que musicalmente fueron cambios muy grandes para una banda.” 


Entre los cambios que no se ven (o no suenan al oído, para ser más preciso a los sentidos), está lo que define como “un crecimiento personal/ artístico”, que consiste en lo siguiente. “Hubo gente que dijo: ‘che, esto no me gustó’, y me lo tomé mejor que nunca. Hicimos algo diferente si te gustó algo buenísimo y si no, también. Antes me sentía más apegado a lo que se hacía y que le tenía que gustar a todo el mundo si no me sentía mal.  Algo imposible.” 


En un panorama en el que una diputada aduce juventud para no conocer a un represor de lesa humanidad como Alfredo Astiz, el reconocimiento de Corley de la transmisión cultural histórica de Nebbia resuena como a tesoro perdido. “Creo que hay algo de la adolescencia juventud tiene esto de que nadie me puede enseñarme nada, yo sé todo. Yo lo viví así por lo menos en mi propia juventud. Pero eso se cura con el tiempo. Pero también creo que es una sociedad que le da muchísima bola a los veintis, como si a los veinti pasarán cosas que después no suceden. Charly nos está enseñando que después de los 70 hay cosas para hacer. ¡Obvio! En qué burbuja vivís. Una vez un amigo me recomendó escuchar tal banda y yo medio que lo saqué, le dije: ‘No hace falta escuchar una banda para aprender’. Y él me dijo: ‘No, sólo para que  no vuelvas a inventar la rueda’, como para que no pase vergüenza, digamos. Y ni qué hablar de la experiencia con Litto, que me hizo aprender muchísimo: musicalmente, de la industria, de todo. estar con él es como un baño de humildad para mí.”

“Para mí tener una banda es como ir a terapia -ríe por las palabras que encuentra para responder a la inquietud periodística de que el disco transmite la sensación de que no está todo dicho, y que lo que queda por decir está bueno-. En el sentido de que uno se encuentra haciendo algo casi inconscientemente, como un sueño y después, hablando con periodistas, con el público en el momento post obra en los que uno reflexiona sobre la obra, se encuentra con un montón de cosas que no había pensado de antemano. Me pasó con todos los discos. Y esto de que el disco transmita la sensación de que no está todo dicho es algo que está desde el origen pero en este disco alcanza una síntesis que antes no teníamos. Para mí este disco expresa de manera más clara lo que son Los Reyes.”

Foto: Prensa / Florencia Russi

Los Reyes del Falsete

Presenta Operación Abrazo y Beso el 11/11 en Niceto, Cnel. Niceto Vega 5510. También tocará Atrás Hay Truenos.