Los dos últimos años fueron un período de producción rabiosa para un músico que representa como pocos el ser punk en esta parte del mundo. En ese sentido -siempre en estricto orden cronológico- el protagonista de esta nota resucitó en el primer semestre del año pasado a Los Violadores, su mítica y seminal banda de los años ochenta; pocos meses atrás editó Más allá del bien y del punk, un libro en el que reflexiona sobre la influencia del género junto a Juan Carlos Kreimer; y en tren de seguir generando novedades pocas semanas atrás lanzó un nuevo álbum (esta vez en vivo) junto a Pilsen, el grupo al que considera como su proyecto más representativo.


Así lo encontramos en 2017 a Pil Chalar -frontman y cantante histórico de Los Violadores- en lo que parece uno de sus años más activos produciendo novedades. Asentado geográficamente en Lima (Perú) las distancias con lo que sucede en el país no lo afectan, y así lo demostró con el lanzamiento del libro que preparó junto a Kreimer, donde medita sobre la contracultura generada por el punk: “Yo no quería hacer una autobiografía como me propusieron. Creo que ese tipo de libros se parecen al retiro de una persona y yo estoy lejos de eso. Entonces sugerí hacer un libro con Juan Carlos, a quien conocía como lector desde los ochentas, aunque no nos conocíamos personalmente. La idea era observar al punk como movimiento social, y no solamente como una música. Desde ese punto me pareció una posibilidad concreta, así que una vez que estuvimos juntos arrancamos a escribir, primero en Perú y luego en Buenos Aires. Fue un libro en el que trabajamos mucho ambos, por eso se trata de una propuesta que va por varias ramas y direcciones. Se trata de un espacio donde hay pensamientos e ideas en torno al movimiento punk. Se podría resumir en la frase del “hacelo vos mismo”, y cómo todo eso se profundizó en la era de internet. Lo importante del punk es el mensaje y quizás lo menos sea la música; tal vez sea una vía mercantilista y nada más. Lo más importante es el trasfondo social que tiene, jugar con su madeja de ideas y ver qué se puede sacar de todo eso”.

En ese contexto, donde se impone la idea de movimiento para dar a conocer nuevas situaciones, Pil acaba de lanzar junto a Pilsen un nuevo álbum (hablamos de Pils3n, grabado en vivo en noviembre del 2016 en el Teatro Vorterix) que repasa la historia de la banda y que actúa como anticipo de lo que vendrá: “Como banda estamos descatalogados. Nuestros discos vienen de la década del noventa y no los encontrás porque Sony no los edita. Este nuevo álbum intentará -avisa Pil- reposicionar a Pilsen pero también todo esto es algo transitorio. Lo que vendrá serán nuevos shows y temas nuevos. Para eso ya estamos trabajando para tenerlo en 2018, no hay apuro pero hay inquietud por grabar, aunque varias cosas nuevas estamos tocando en los shows”.


Más allá de la actual y futura vida de Pilsen como proyecto activo, las esquirlas del regreso de Los Violadores el año pasado -vuelta que se tradujo en un doble disco en vivo grabado en el Luna Park- todavía resuenan en los fans del grupo: “Hay mucha gente que tiene un gran recuerdo de ese show. A mí no me desbordó, aunque admito que tuvo un carácter emotivo muy especial. Rescato los shows que hicimos en Vorterix o en el Estadio Nacional de Perú como más atractivos para mí”, Aclara.

Sin embargo, Pil no cree en la sobrevida de su ex banda, aunque se sube a una mítica frase para no dar nada por descartado: “No diría nunca jamás. Pero no creo que haya nuevo disco de Los Violadores en el futuro porque somos personas que estamos en puntos cardinales y frecuencias distintas. La fuerza creadora que teníamos cuando éramos jóvenes está disipada, así que no tengo la menor idea si tendremos futuro, no tenemos manager ni departamento de prensa, ni nada. Tenemos algo importantísimo que es la gente, pero no tenemos proyecto con Los Violadores”, concluye.