Sin lugar a dudas, el protagonista de esta nota es uno de los abogados más notorios de nuestro país, y su nombre es una garantía tanto para el mundo de las leyes como también para el mundo del rock. Llamen a Joe, la película del periodista, guionista y realizador Hernán Siseles que se estrenó en el BAFICI, sigue a Albino “Joe” Stefanolo, el letrado penalista que muchos músicos locales alguna vez contactaron para hacer valer sus derechos. Desde hace más de cuarenta años, este también gran fanático del rock recorre los tribunales en búsqueda de soluciones para sus clientes. Entre desconocidos y notorios, sus patrocinados incluyen a Charly Garcia, Andrés Calamaro, Pipo Cipolatti o Fito Páez. Entre tantos casos, fue Stefanolo quien encontró un lugar para dar sepultura a Luca Prodan (al ser rechazado su cuerpo en la mayoría de los cementerios de Capital Federal), o quien defendió al ex Abuelos De La Nada Gustavo Bazterrica, sentando jurisprudencia con una ley que lleva su nombre.
En el marco de la nueva edición del festival de cine, este film sobre “el abogado del rock” (como habitualmente se lo conoce a Stefanolo) ofrece pistas sobre su vida, anécdotas y secretos de su profesión. “Para todos los que estuvimos implicados en la realización de esta película, el estreno es algo muy importante. La buena noticia es que todas las funciones se agotaron, algo que a mí me sorprendió bastante. Por otro lado, entiendo que eso suceda, porque la figura de Joe es muy atractiva, y por más que muchas personas conozcan algunos datos sobre él, lo cierto es que todos ellos quieren saber más acerca de las personalidades a quién él conoce y trata, especialmente con quienes están ligados al rock”, dice Hernán Siseles.
Para el realizador, Llamen a Joe nació como un cúmulo de situaciones: “Yo trabajo como periodista y también en el mundo audiovisual, así que imagino que todo el que está interesado en la evolución del rock en la Argentina sabe quién es, lo tiene visto o tiene un par de datos. A mí me pasó que lo conocí trabajando para un documental sobre Luca Prodan, uno de los personajes que forman parte de la vida de Joe. Después lo fui encontrando en la calle, en su estudio y en otras situaciones, así que me dio ganas de llevarlo un poco más allá y le propuse hacer una película. Con charlas y luego de un proceso largo fuimos empezando hasta llegar hasta donde estamos hoy, estrenando su película”.
Cuando Siseles le propuso encaminar al abogado hacia una producción que lo tuviese como protagonista, enseguida el letrado respondió positivamente. “Yo creo que le entusiasmó la idea a Joe. Después de su conformidad, le iba contando un poco lo que se iba generando, pero de manera esporádica. Mis primeras charlas con él las tuve hace más o menos unos diez años atrás, así que el proceso de desarrollo fue más bien algo largo. Hay mucho material de esa época, pero en un momento el proyecto contó con la financiación adecuada y arrancó la producción propiamente dicha. La recepción de él siempre fue buena y me dejó hacer mi trabajo. Siempre con respeto para con su persona”.
Libertad de acción y expresión
El director buscó muchas fuentes para el film: “Obviamente lo investigué mucho, también a las distintas causas por las que él trabajó. Esta es una película de unos 70 minutos, pero hay causas en las que él estuvo involucrado que merecerían su propio documental, así que no hay una oportunidad de meterse de lleno en todo eso, entonces tuvimos que elegir. Es importante aclarar que la trayectoria de Joe tiene más de cuatro décadas”. Con una gran cantidad de tópicos por abordar, Siseles optó por dar a conocer los procesos centrales para la carrera de Stefanolo: “Muchas de sus representaciones legales fueron una especie de lucha. Su necesidad siempre partió por cambiar algunas cosas en el ámbito de la justicia, como sucedió con el Caso Bazterrica, que sentó jurisprudencia. Gracias a eso, muchos de los casos que vinieron después aludieron a esa lucha legal”, la cual a fines de los ’80 logró que la Corte declare inconstitucional la penalización de la tenencia de sustancias para consumo personal.
Lo importante del trabajo realizado por Siseles es que Joe nunca intervino en la producción de la película de manera tajante: “Como individuo, supo contarme algunas situaciones de los casos que toca la película, pero él nunca quiso meterse escuchando grabaciones o cosas similares. Me abrió las puertas pero nunca preguntó qué había o no en la película, nunca tuvo intervención”.
Llamen a Joe
Una película de Hernán Siseles. Duración: 70 minutos. Funciones en BAFICI: Miércoles 26 a las 16, en el Museo del Cine; Jueves 27 a las 19.30, en el Anfiteatro del Parque Centenario; Domingo 30 de abril a las 21.35 en la sala 1 de El Cultural San Martín.