Durante la pandemia aumentó la audiencia de la televisión abierta y de algunas señales de cable. El fenómeno se hizo particularmente notorio entre los programas de no ficción de la TV de aire y los canales de noticias por suscripción. Si bien esta tendencia en algún momento disminuyó su caudal, durante junio el encendido creció 1,3 puntos con respecto a mayo –siempre según Kantar IBOPE Media– y el share acumulado de las señales de aire alcanzó los 9.8 puntos: el más alto de todo 2020. Algunos especialistas aseguran que las mediciones finales de julio podrían profundizar ese crecimiento.
Uno de los motores de la suba del encendido son los programas informativos y los formatos que acomodaron sus contenidos a las problemáticas asociadas con la pandemia. Paralelamente, se registra un notorio crecimiento en las señales de noticias. A la histórica lucha entre C5N y TN ahora se le sumaron A24 y Canal 26, con performances en aumento y estrategias de atracción de audiencias –por lo menos– llamativas.
Argentina registra una particularidad nada desdeñable. Es el país de la región con mayor oferta en materia de canales dedicados a la información y opinión de alcance nacional, con un total de siete: A24, CN23, C5N, Crónica TV, Canal 26, La Nación+ y TN, incluso se habla de que pronto se sumaría otro impulsado por el Grupo Octubre. En contraste, Brasil cuenta con sólo cinco señales de este tipo y Chile, con dos. Las noticias parecen ser una pasión argentina aunque a veces se entremezclan tanto con el show que cuesta diferenciarlos. Por eso en nuestro país las estrategias para atraer público se diversifican y los programadores extreman sus mañas para buscar más rating.
En ese escenario surgen curiosidades de diversa índole. Mientras el noticiero de El Trece padece uno de los peores momentos de su historia (pierde siempre con Telefe y últimamente también con Bendita, el programa conducido por Beto Casella en Canal 9) la señal de noticias TN mejoró algunos de sus números. En efecto, durante junio y tomando el promedio de las 24 horas de todos los días del mes es el canal de cable más visto, potenciado por la muy buena llegada de su franja matutina. El sesgo antikirchnerista sin matices y el agite de la grieta que parece agotado en Telenoche todavía funciona en TN.
El caso de C5N es digno de atención. Cuando sus dueños se encontraban detenidos y –según dicen sus principales periodistas– había una intención declarada del entonces gobierno de Mauricio Macri de cerrarlo comenzó a crecer en el rating hasta convertirse en líder de un rubro hasta entonces dominado históricamente por la señal de noticias del Grupo Clarín. Ese crecimiento, fue empujado principalmente por el buen rendimiento de los programas nocturnos como Minuto uno, al frente del siempre enérgico Gustavo Silvestre, y el envío dominical de Roberto Navarro. Con la derrota del gobierno de Macri y la asunción de Alberto Fernández el medio mantuvo su línea editorial, próxima al actual presidente, consolidó a jóvenes periodistas y obtiene ratings similares.
El crecimiento de Canal 26 es un motivo de atención creciente. Más allá de cierta misoginia referida a la vestimenta de las conductoras que agobia las redes, la presencia de Romina Malaspina sumada a Sol Pérez y Celeste Muriega, entre otras, potenció la visibilidad de la señal. La mencionada Malaspina, con olfato propio de su experiencia como participante de varios reality shows, aprovechó la “polémica” para visitar programas de casi todos los canales y multiplicar su popularidad. Como suele ocurrir, los resultados llegaron rápido y próximamente será parte de Cantando por un sueño 2020, el regreso de Marcelo Tinelli a El Trece.
Es evidente que una de las estrategias de Canal 26 es sumar presentadoras de acotada experiencia periodística y resonancia mediática instantánea. Pero la efectividad de la táctica que se tradujo en una importante suba del rating también hizo más visible lo que se silencia: la muy escasa participación que se le da a las periodistas con perspectiva de género en la televisión local. Una deuda pendiente que trasciende los límites de Canal 26. Al mismo tiempo, pocos destacan –quizás porque usa camisa abotonada y jeans– que David Cablín, el conductor matutino más emblemático de la señal, poco se acerca al oficio o los recursos de un profesional riguroso.
Otro que ha aumentado considerablemente sus niveles de audiencia es A24. El canal de noticias del multimedios América es uno de los grandes ganadores de la pandemia. Eduardo Feinmann, Johnatan Viale, Fernando Carnota y el incontinente del exabrupto –en el mejor de los casos casos– Ángel “Baby” Etchecopar hacen gala de su cualunquismo autopercibido como sentido común, obtienen muy buenos resultados de audiencia y auspiciosas expectativas de crecimiento.
No es necesario apelar a teorías conspirativas para aproximarse a la naturaleza del fenómeno. Todos estos canales sobreviven con y sin figuras importantes, pero siempre respaldados por un multimedios y/o un emporio empresarial. También apelan a pauperizar los sueldos de sus trabajadores y redoblan las horas de los formatos de debate para abaratar costos.
No deja de ser una curiosidad mayúscula que en un país donde el periodismo –y muy especialmente el televisivo–está permanentemente cuestionado sea el género largamente dominante en nuestro universo televisivo. Si bien para precisar una hipótesis se necesitan estudios más profundos que los fríos números del rating, esta oferta constante y creciente parece sostenerse en audiencias demandantes de noticias, porosas a los debates –más allá de su profundidad y verosimilitud–, el consumo irónico y la práctica recurrente de la indignación. Cada quien, se sabe, se divierte como puede. «
Rating Promedio
Telefe: 8,45.
El Trece: 5,95.
C5N: 2,50.
El Nueve: 2,47
TN: 2,44.
A24: 2,25.
América: 2,11.
Canal 26: 1,08.
TV Pública: 0,5.
-Junio 2020. De lunes a domingos, de 12 a 24.