Si la población global experimentó una serie de variaciones cruciales en su relación con los demás por la llegada furibunda del coronavirus, el mundo de los medios también cambió sustancialmente su dinámica diaria. Lenta pero sostenidamente, la televisión comenzó a funcionar con muchos conductores y/o panelistas que transmiten desde sus hogares, en improvisados estudios. La radio no le escapa a esa dinámica y afronta el desafío de entretener, informar y contener a audiencias que –aún sin cifras oficiales– se perciben en clara expansión.
Sabido es que el mundo del éter siempre fue y será una compañía para miles, pero más lo es en el contexto del aislamiento social obligatorio. Más allá de esa instancia y de todo lo que implica vivir en el contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, la radio como medio centenario de comunicación no para, sigue ahí, enfrentando y metamorfoseando su manera de comunicar como lo hace desde hace tanto tiempo.
Tanto la AM como la FM variaron sensiblemente sus propuestas. Conductores que salen vía Skype, productores que generan contenidos desde sus hogares, programas que le dan más participación a oyentes que experimentan una marcada abstinencia social se complementan con clases de jardín de infantes, escuela primaria y secundaria. Para muchos de los protagonistas centrales de programas radiales, estar bien informados se vuelve un elemento central, pero de la misma forma también se vuelve vital hacerle pasar un momento distendido a esos miles y miles que diariamente prestan sus oídos buscando opciones en el dial.
“En mi caso el contexto cambio notoriamente desde que llegó todo esto de la pandemia. En la mesa que sale al aire éramos unas seis personas y ahora sólo estoy yo con Daniel López, así que para mí todo esto es muy inédito, sin antecedentes. Es algo que jamás me hubiese imaginado, pero más allá de eso, todo el equipo sale al aire de manera telefónica, y al decir de quienes nos escuchan, no muchos notan que algunos estamos en el piso y otros en sus casas. Muchos otros en la radio también están en sus hogares como Fernando Bravo y Mariano Closs, por ejemplo”, asegura Beto Casella, que de lunes a viernes de 9 a 13 conduce Bien levantado por la AM de Radio Continental.
Si la dinámica del aislamiento social produjo cambios hacia adentro de los programas radiales, lo mismo sucedió con el espacio que ahora ocupan los oyentes. “El ida y vuelta con quienes escuchan el programa está mucho más aceitado que antes de la pandemia. De hecho, ahora tenemos un espacio mucho más amplio para que todos ellos se comuniquen con nosotros y podamos establecer otro tipo de contacto, más fluido que antes. Otra cosa que se desarrolla más también son las circunstancias personales: algunos de los oyentes se comunican y me piden algún dato o que les dé una mano con algún emprendimiento en el que las cosas no les está yendo bien, por el marco actual en el que estamos. Y obviamente yo siempre trato de hacerlo. Antes por falta de tiempo no podía estar tan presente en ese aspecto, pero ahora es muy diferente y me alegra que así sea”, dice Gabriel Schultz, parte vital de Perros de la calle, el programa conducido por Andy Kusnetzoff en Metro 95.1
La posibilidad de acompañar a miles de personas que se encuentran en un contexto adverso, dispara funciones adicionales para los comunicadores. ¿Entonces, se sienten ellos más útiles en estos tiempos que en el pasado? “Sí, me siento útil. Creo que las personas que estamos haciendo algún tipo de contenido en este tiempo actuamos como actuaba la orquesta del Titanic. Por otro lado, esto que hago es lo que yo sé hacer, no conozco otra cosa. Entonces siento que está bien desde mi lugar acompañar a quienes nos escuchan porque siempre tuvimos con ellos una buena relación. Siento que eso no cambió por más que estemos en tiempos de coronavirus”, sostiene Bimbo Godoy, que todas las tardes junto a Malena Pichot conduce Furia bebé por Futurock FM. “Yo siento que en estos tiempos también hay que entretener, y es ahí donde me siento más útil que antes”, acota Schultz. Beto Casella no tiene dudas: “Sí, es así. Desde que empezó todo esto me siento útil si puedo dar a mis oyentes algo de información, pero también quiero brindarles algún incentivo anímico. Eso es fundamental para mí en estos tiempos, es como una obligación autoimpuesta”, agrega Bimbo.
Lo inimaginable y lo que vendrá
El transcurrir de las consecuencias generadas por el Covid-19 disparó y sigue disparando diversos interrogantes. Ya sea para tratar de entendernos como individuos -en lo particular- o como sociedad -en lo general-, lo cierto es que el contexto pandémico genera múltiples reflexiones en muchos protagonistas del mundo de la radio.
“A mí me sorprendió cómo se acató el tema de la cuarentena en nuestro país, más allá de las excepciones que pasan en todo el mundo, como el boludo que sale a andar en bicicleta o a fumarse un porro en la esquina. Pero si me decían en enero que toda la Argentina iba estar encerrada, sobre todo los porteños que son transgresores y rebeldes, la verdad es que no lo hubiese creído. Veo en nuestra sociedad que salen héroes y las peores miserias», acota Casella. En ese orden, a Bimbo Godoy este momento le parece raro y al mismo tiempo le agradece a su público por su apoyo: “Yo pude ir al supermercado gracias a las colaboraciones de la gente. Si de algo estoy segura es que más allá de todo no quiero que volvamos a la normalidad porque esa normalidad nos trajo hasta acá. Aunque todo se ponga heavy, creo que es un momento interesante para estar vivo”. Schultz, por su parte, se pregunta: “¿Volveremos a hacer las cosas inútiles que hacíamos antes? No tengo mucho optimismo, pero ojalá que no».