A la manera de la máquina nomádica deleziana, la nueva edición del Festival CineMigrante muta y transforma su propuesta en busca del punto de fuga: tres experiencias que entrecruzan cine, construcción colectiva del conocimiento, poesía y experiencias performáticas -además de las películas y las otras actividades de la programación-, con la intención de que el cine recupere “ser parte de un fenómeno de transformación, de una necesidad, de que el material audiovisual sea un registro de algo que está más allá de ese registro”, dice sin moderar su pasión Florencia Mazzadi, una de las curadoras y creadoras del Festival hace más de una década. “A lo largo de todos estos años CineMigrante quiso dar cuenta de que es necesario poner a las películas en relación con una reflexión, con aquello que se escribe, aquello que aparece en el ámbito de la música, en el ámbito de nuestras vidas.”

Por eso el título Un gesto, un devenir en fuga, curado por la misma Mazzadi (Argentina) y Almudena Escobar López (España), reúne estas tres experiencias (gestos) con entrada libre y gratuita, con capacidad limitada (comenzarán puntualmente no pudiendo ingresar a la sala con posterioridad). Sus locaciones son la Planta Inclán, ubicada en Parque Patricios (viernes 23 de septiembre), El Cultural San Martín (sábado 24 de septiembre) y el Centro Cultural Kirchner (domingo 25 de septiembre).

“Estamos permanentemente atravesados por la producción ilimitada de imágenes, el consumo ilimitado de plataformas en la que aparecen series, películas, etcétera, y eso no dice nada de que ese registro sea un registro de transformación -describe el momento Mazzadi-. Y CineMigrante nunca quiso participar de eso: de lo que venimos a hablar es de la instalación de un tipo de mundo que consolida permanentemente las fronteras económicas, sociales, políticas, culturales como la frontera que define quién vive y quién muere. Y eso necesita la práctica constante de preguntas y de transformación. CineMigrante viene simplemente a poner sobre el territorio ese momento: cómo esas películas se tejen con una discusión.”

El colectivo surgido en la primera década del siglo que desde el año 2010 realiza en Buenos Aires el Festival Internacional CineMigrante (que se replica en Colombia, España, Italia e Inglaterra), ha conseguido que más 95.000 personas asistieran a sus distintas ediciones. Y, como en esta edición, ha buscado cruzar pensamiento crítico, denuncia, experimentación sobre migraciones y desterritorializaciones para conformar un corpus de imágenes que permitan salir de los imaginarios audiovisuales creados por la cultura hegemónica occidental. En sus 12 ediciones anteriores ha contado con una fabulosa nómina de visitas. Entre otras: Judith Butler, Suely Rolnik, Françoise Vergès, Sandro Mezzadra, Achille Mbembe, Kodwo Eshun, Helena Maleno, Rita Laura Segato, Amal Bentousi hasta directoras/es y artistas como Trinh T. Minh-ha, Sarah Maldoror, Billy Woodberry, Raoul Peck, John Akomfrah, Hito Steyerl, Tatiana Huezo, Lemohang Jeremiah Mosese, Filipa Cesar, Kader Attia, Olivier Marbouef, Angela Melitopoulos, The Black Audio Film Collective, The Otolith Group, Filipa Cesar, Mati Diop, Ana Vaz, Colectivo Los Ingrávidos, Giverny, Jenn Nkiru y Onyeka Igwe.

Entre esas preguntas Mazzadi dice que CineMigrante debe hacerse, están: “¿Cuántas películas más voy a pasar sobre los muertos en el mar Mediterráneo? ¿Es realmente que estamos viendo eso que pasa o realmente verlo implica un nivel de transformación tan grande que es mejor tratar de no mirar? Porque con la excusa de que es necesario ver, estamos produciendo permanentemente mercancías en la lógica de la producción ilimitada de la mercancía. Y esa producción ilimitada de mercancías: ¿quién la sostiene? ¿Qué película me va a agregar una nueva mirada posible? El problema es cuando tu objetivo es simplemente hacer una película, porque ahí ya estás atrapado en todo lo que eso implica: ¿es tan importante la enunciación del ego?”

De ahí que el encuentro para ver una película resulta fundamental. A la manera de Jean-Luc Godard en Adiós al lenguaje, volver a hacer cine con toda la radicalidad que puede albergar, para hablar, decir, contar todo aquello que la infernal producción de imágenes parece querer ocultarnos. “El sistema cada vez se afina más a través de esta práctica de interrelación casi subjetiva de las plataformas. Las personas tienen que vender su producto casi como si estuvieran hablando de su intimidad, que al mismo tiempo lleva a producir vida privada para que se venda. Y esas posibles prácticas de emancipación aparecen en el ámbito concreto de la vida, no en el concreto de la plataforma. Y el sistema pugna constantemente para encontrar qué es eso y en función de eso atraparlo para convertirlo en algo vendible. Las redes sociales también provocan lo mismo. Porque la pasividad de generar un encuentro con el otro tiene que ver con la intermediación de todos los monopolios de la comunicación: hoy hay un montón de gente a la que ese material y esa película, les implica generar una estrategia, meterse adentro de una cantidad de lógicas vinculadas a esa extracción, que la llevan a convertirse en otra cosa”.

Y continúa Mazzadi: “Cuando digo el cine más allá del cine es que la película en sí, para que sea incapturable, para que tenga esa potencia de transformación, tiene que generar una gran cantidad de lazos y de formas de transformación, que no importa si se vende o no porque de por sí late, vibra, está reverberando. Estás preocupado porque la manera que estás haciendo la película genere los lazos posibles para que en ese momento haya habido una transformación. Y eso se ve en la pantalla.”

Mazzadi dice que CineMigrante no le pide al espectador que se acerque “a consumir una película, a verla como la pueda ver en Netflix”, porque espera que se “coloque como un sujeto activo. Por eso empezamos a pensar que de las mismas maneras que las películas intervienen sobre lo que ven, sobre la realidad, sobre las narrativas occidentales, con esos mismos dispositivos pensar qué pasa si los ponemos afuera de la pantalla. Qué pasa con el espectador cuando de repente construye un conocimiento durante dos horas a través no de la narración del ego delante del escenario, sino de la posibilidad de que todos estemos en un espacio compartiendo una cantidad de lectura, y una intervención de voces, sonidos, formas que puedan construir algo común. Hacia ahí está apuntando CineMigrante”.

Nueva edición de Festival CineMigrante: Un gesto, un devenir en fuga.

Del 23 al 29 de septiembre. Sedes: Planta Inclán, Inclan 2661, Parque Patricios; El Cultural San Martín, Pirámide de vidrio, Sarmiento esquina Paraná; Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151, 6° piso.

Programación

Los gestos. Gesto 1. Un ensayo de comunidad. La peregrinación violenta del poema.

Viernes 23 de septiembre, a las 20 en Planta Inclán.

Lectura performática, cacofonía colectiva, narrativas radicales, intervenciones sonoras con libros de autores (des)conocidos se disponen en un lugar común. Entre infusiones, dulces, el silencio puede destellar palabras. Cacofonía radical. Voces sin lenguaje. CineMigrante junto a Ephraim Asili, Malungo Libros y Empatía Editorial conformará un colchón de libros de pensadores, poetas, narrativas radicales negras y no occidentales que pondrá a disposición para la lectura colectiva. Podés traer tus libros y escritos para compartir.

Proyecciones:

The Inheritance (La herencia). Dir. Ephraim Asili. Documental. EE.UU – 2020

Gesto 2: imágenes furtivas, imágenes radicales. Por fuera de las escenas de la sujeción, la decapitación de las estatuas. Sábado 24 de septiembre a las 20 en El Cultural San Martín.

Proyecciones:

Claudette’s Star (La estrella de Claudette), Dir. Ayo Akingbade, documental, Reino Unido – 2019

Here is the Imagination of the Black Radical (Acá esta la imaginación del radical negro), Dir. Rhea Storr, documental, Reino Unido –

American Hunger (Voracidad Americana), Dir. Ephraim Asili, documental, EE.UU – 2013

Tonalli, por el Colectivo Los Ingrávidos, ennsayo experimental, México – 2021

Cena comunitaria, música con DJ’s

Gesto 3: el indicio, la rama y la brisa. Ir por la senda inacabada. Sábado 24 de septiembre, 21 en El Cultural San Martín – Pirámide de vidrio.


Proyecciones:

Mangrove School (Escuela de Manglares), Dir. Filipa Cesar & Sonia Vaz Borges, documental, Francia, Guinea- Bissau & Portugal – 2022

El cuervo, la fosa y la yegua, Dir. Beatriz Santiago Muñoz, documental, Puerto Rico – 2021

Gesto 4. Domingo 25 de septiembre, a las 16 y 18, miércoles 28 y jueves 29 de septiembre a la 19 en el Centro Cultural Kirchner

Una curaduría conformada por cuatro programas de CineMigrante XIII con el corpus Fabulaciones especulativas, susurro (trans)generacionales, que contiene cortometrajes de Indonesia, Corea del Sur, EEUU, Irán y Canadá. A las 18 se exhibirán filmes del Gesto 3 (El cuervo, la fosa y la yegua, y Mangrove School), mientras que el miércoles 28 a las 19  se presenta nuevamente el Gesto 2 (Claudette’s Star, Here is the Imagination of the Black Radical, American Hunger y Tonalli), y el jueves 29 tendrá su turno del Gesto 1 (The Inheritance).