Ozark demostró una gran audacia desde el mismo momento en que sus autores comenzaron a imaginarla. ¿Cómo resolver en plena era de Breaking Bad una serie sobre un tipo común expuesto a circunstancias tan extraordinarias como lidiar con un cártel de drogas? ¿Cómo no caer en una copia de segunda categoría o, directamente, en un camino directo al tedio? Las respuestas no eran sencillas, pero Ozark las fue encontrando –con gran audacia y sin estridencias– capítulo a capítulo, temporada a temporada. La criatura favorita de Jason Bateman (protagonista, director y productor ejecutivo) se ganó en buena ley su nombre y prestigio, y su flamante tercera temporada redobla con creces la opuesta.

Recordemos: Ozark comenzó como la historia de Marty Byrde, un asesor financiero muy eficiente y en principio algo cauteloso que comandaba un negocio próspero en Chicago mientras transitaba una vida familiar anodina. Pero rápidamente quedó claro que se dedicaba a lavar dinero para un cártel mexicano y las torpezas de su socio dispararon un efecto dominó que cambió su vida y la de su familia para siempre. Marty, su esposa Wendy (Laura Linney) y sus hijos Charlotte (Sofía Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner) debieron huir a un pequeño pueblo llamado Ozark (Misuri) y lanzarse en un frenesí de estrategias financieras múltiples para satisfacer las altísimas metas impuestas por el cártel. No alcanzarlas –está claro–tendría consecuencias definitivas.

Este viernes Netflix estrenó la tercera temporada de Ozark y los resultados difícilmente podrían ser más convincentes. La historia profundiza en la intrincada relación de los Byrde, los expone a situaciones más complejas, y suma personajes que exacerban los giros constantes. No faltarán atentados, explosiones y dólares que vuelan. Tampoco escenas de torturas, traiciones y mucho más. El escenario general cambió drásticamente: esta vez el relato se desarrolla en el marco de una brutal guerra de carteles que, si bien tiene epicentro en México, generará réplicas explícitas e implícitas en el perdido territorio de Ozark. Pero el verdadero conflicto que dominará la temporada es el que se desatará entre Marty y Wendy. El primero más propenso a mantener el statu quo mientras busca la mejor oportunidad para escapar con su familia de los tentáculos de una mafia impredecible. Wendy, por el contrario, imagina primero y concreta después su estrategia de profundizar la relación con el cártel para que los Byrde resulten indispensables en el engranaje mafioso y así garanticen su seguridad para siempre. Wendy ganará en iniciativa y protagonismo hasta hacer realidad sus planes, aunque no obtendrá todos los resultados que esperaba. Tanto es así que la vida de Marty correrá serio peligro.

Las primeras imágenes de los Byrde en esta temporada son casi idílicas. Protagonizan una publicidad de su flamante casino, anclado en las aguas del lago de Ozark. Fue por lo que pelearon tanto: el mecanismo ideal para ganar y lavar dinero, y asegurarse una fachada social respetable en la comunidad. Pero sobre todo la mejor estrategia para responder sin grandes sobresaltos a las demandas del cártel. Esas muecas de felicidad y tranquilidad desaparecerán casi en un abrir y cerrar de ojos.

La relación de pareja entre Marty y Wendy siempre fue opaca, sembrada de silencios y distancias. Los unió el deseo de sobrevivir en una nueva dinámica que ahora los separará hasta límites insospechados. Y en esos senderos que se bifurcan ganarán las actuaciones de Linney y en menor medida la de Bateman, pero sobre todo la trama. Wendy levantará el perfil y la audacia, alimentada por sus habilidades y ambiciones. El tercero en discordia esta vez será el propio cártel y en especial Omar Navarro (Félix Solís), su líder, que no dudará en aplicar la fuerza con perversión y manipular a quienes trabajan en su organización.

Si bien Ozark se desarrolla a partir de los desafíos e infortunios de los Byrde, la serie siempre incluyó una atractiva galería de personajes secundarios que enriquecen y potencian la historia. Esta temporada no es la excepción. El carácter y carisma de Ruth (Julia Garner), la mano derecha de Marty, siguen firmes; al igual que los gélidos manejos de Helen Pierce (Janet McTeer), la abogada del cártel y algo más. Pero se sumarán Ben (Tom Pelphrey), el bipolar hermano de Wendy, que catalizará múltiples emociones y derivas; la obsesiva agente del FBI Maya Miller (Jessica Francis Dukes); y hasta una terapeuta de avanzada edad y pocos escrúpulos que inyectará dosis exactas de humor.

El final será sorprendente, al igual que el escabroso camino para llegar a él. Sólo queda una certeza: habrá Ozark para rato.


OZARK 3
Creadores: Bill Dubuque y Mark Williams. Directores: Jason Bateman, Amanda Marsalis, Benjamin Semanoff, Cherien Dabis, Alik Sakharov. Elenco: Jason Bateman, Laura Linney, Sofía Hublitz, Skylar Gaertner, Julia Garner, Helen Pierce y Tom Pelphrey, entre otros. Disponible en Netflix.