En tiempos complicados, el tratamiento de la política, y sus derivaciones, es medular entre los ejes temáticos que tiene un medio con tanta penetración en la audiencia como es la televisión. Hoy en día hay un total de diez programas, solo en tele de aire, donde la política es contenido central. Son más de 15 horas semanales donde el tema excluyente es el debate y el análisis del juego político. Esto, sin contar noticieros (que marcan agenda pero no son temáticos) o programas tipo magazines que invierten horas y horas con temas de actualidad periodística.
Con el cambio de gobierno, y el verso de la nueva política, parecía que se iba a tratar de despolitizar la pantalla. Pero el interés del público y la falta de tacto en varias medidas gubernamentales obligó a los programadores a barajar y dar de nuevo, a reconocer que esta materia todo lo atraviesa y que el aprendizaje en el ejercicio de la democracia despertó un renovado interés en decir lo que pasa en los recovecos de la política. Muestra de esto, por ejemplo, fue el fracaso del programa de juegos de Jorge Lanata y su vuelta al periodístico, o el paso en falso del magazine Desgeneradas, con Georgina Barbarossa en Canal 9. El televidente mira política.
Canal por canal
A excepción de Telefe -que descarga un poco en Morfi y en los noticieros la actualidad política- todos los canales de aire ocupan varias franjas con programas políticos. En el 9, a las novelas, programas de juego y noticieros, se sumaron dos periodísticos. Zona I se emite de lunes a viernes de 17:50 a 19 y promedia los 2.1 puntos de rating. Su intención es escuchar «todas las voces». «Nos interesa la información, el debate y la actualidad», dice su slogan. Su llegada al aire significó el regreso de Silvia Fernández Barrio a Canal 9 quien, junto a Mercedes Mendoza, está al frente de este espacio, que sigue los parámetros de Intratables (América). La otra propuesta del canal es Día Cero (domingos de 22 a 23:30) que promedia los tres puntos, en la noche fuerte de operaciones. La idea fue ocupar un espacio ausente en la tevé argentina, donde sea posible interpelar a un público amplio, ávido de información y diálogo, con mirada crítica, pero en un tono que pretende ser inteligente y relajado. Lo conducen los ex CQC Juan Di Natale, Diego Iglesias y Nicolás Guthmann.
De los canales de aire, América es el que más apuesta a la actualidad como contenido, en formatos declaradamente políticos y en pinceladas durante los envíos de todo el día. De arranque en Buenos días, América, de 8 a 9:30, Antonio Laje y su equipo miden dos puntos marcando gran parte de la agenda del día. De 9:30 a 12 en Desayuno con Pamela, programa que mide tres puntos promedio, muchas veces se tratan temas políticos. Aunque el caballito de batalla del canal de Vila-Manzano es Intratables, que promedia seis puntos, según Ibope. De 20:30 a 23:30, el envío conducido por Santiago del Moro es uno de los referentes en los programas políticos. Por momentos caótico, por momentos interesante, es el termómetro del día en la materia.
José Nuñez, productor ejecutivo del ciclo dice que se trata de tener todas las miradas. «Esa pluralidad hace que el programa no tenga compromisos, sea más entretenido y más creíble. Uno escucha a todos y seguro se siente identificado con alguno de los panelistas o invitados, sea del partido que sea», afirma. Con la orden de captura a Hebe de Bonafini, Intratables llegó a 7.3 puntos y fue la medición más alta de agosto. Desde las 23:30 sigue la rosca con Animales sueltos, el programa conducido por Alejandro Fantino, que con cinco puntos promedio, se volcó a la política el año pasado y este año apostó a una mesa de periodistas, dejando de lado la farándula. Jorge Asís era uno de los principales figurantes de esa mesa. Su análisis y su capacidad de generar atracción con su gran talento literario, hizo que se ganara el mote de «primer ministro». Era el que marcaba por donde iba correr el debate. «Hoy en día el trabajo periodístico, cualquiera sea el rubro, debe ser atractivo, entretener, porque la única revolución triunfante es la de la tecnología y la comunicación», dice el autor que desarrolla sus teorías sobre la realidad nacional en su página web. Tras cinco meses en el ciclo, Asís determinó irse por «aburrimiento profesionalmente incompatible», tal cual lo expresó en su Twitter. El eje del programa se centró más en la corrupción y no tanto en el mapa y en la acción de la política, así que se fue. Pero esto no es todo en América.
El canal tiene el fin de semana dos usinas más de material político. Los domingos a las 12, con un promedio de 1.8 de rating, se emite Mauro, la pura verdad con Mauro Viale y, desde las 22, Luis Majul con La Cornisa, promedia unos 5.3 puntos de rating, aunque queda muy atrás del ganador de la franja que es Periodismo para todos (El Trece). Luis Novaresio, quien forma parte de Desayuno, y siempre está dispuesto a sumarse como invitado a otros ciclos del canal, tendrá en breve su programa propio de análisis y entrevistas, reafirmando la apuesta de la emisora.
En TV Pública Argentina, bajo el mandato de Horacio Levin, hay dos programas periodísticos: Ronda de editores y La quinta pata. Conducido por María O’Donnel, Ronda… trata de dar luz a las decisiones que se toman en los diarios para el tratamiento de la actualidad. «Para mí que sea plural es una condición necesaria de trabajo y, especialmente, en la TV Pública. Ese es el criterio que domina todo. Ojalá hubiese parámetros de mayor pluralismo en muchos otros medios», dice la periodista. En La quinta Pata de la noticia «nuestro desafío es identificar lo más noticiable y hacer algo atractivo sin hacer un espectáculo», comenta Damián Glanz, uno de los periodistas del ciclo.
En el programa, presentado como el 6,7,8 de Mauricio Macri, la TV Pública aseguró que tenía intención de crear un espacio de debate plural. Sin embargo, a los dos meses del estreno ya hubo cambios. Al panelista Juan Agosto que también trabajó en Infonews y CN23 le enviaron una carta documento donde le informaban, sin mayores detalles, que quedaba fuera del ciclo. «El único que me habló fue uno de los productores que me dijo que venía una reestructuración y que me iban a llamar del canal. Pero sólo me llegó la carta documento y ninguna persona de la TV Pública me dio una explicación», sostuvo Agosto. Al ser consultado sobre si considera que su despido se debe a sus posturas críticas frente a funcionarios macristas, el periodista respondió: «La ausencia de explicación da lugar a cualquier tipo de especulación, pero yo pienso que no.» La conductora Marcela Pagano y el panelista Ignacio Olivera Doll, también fueron dejados de lado, por una cuestión de estilo, informó la producción. «Los cambios tienen que ver con una cuestión de ordenar lo que el programa terminó siendo. Nosotros no queremos tratar temas políticos como espectáculo, ese no es nuestro criterio, entonces al ser muchos preguntando quizás se desordena. Igual hubo un error en la manera en la que se dieron estos cambios, pero son por algo estético y no por el contenido que ellos aportaban», aclara Glanz quien asegura que quieren construir un nuevo televidente de la TV Pública. «No somos voceros del gobierno, ni de nadie. Somos periodistas», remarca.
El Trece tiene varias voces en Telenoche y en varios envíos durante el día que tratan temas políticos pero su programa fuerte en lo político es Periodismo para todos, que comanda Jorge Lanata los domingos a las 22, con un promedio de 16.3 puntos de rating. Pero, claro, la posición del canal se plantea en otros programas. Por ejemplo, hace unos días en El diario de Mariana (lunes a viernes de 14:30 a 16:30) bajo el hashtag #CarrioEnDDM, la presencia de la funcionaria en el programa de Fabbiani se convirtió en uno de los temas más populares de la siesta de aquel día. Además, el rating llegó a 11.1 contra los seis de promedio que tiene y que lo hace perder contra Intrusos casi todos los días. Un reflejo más de que en los últimos años la política tomó protagonismo, por más que se la intente desprestigiar o se pretenda desviar la atención del público con distracciones varias. «
Todos hablan
Donde la política era mala palabra o restaba puntos (de rating), ya no lo es: hoy se transformó en un ingrediente más de la ensalada de panelismos que parece ser la dieta principal de la que se alimenta la televisión. El tema ocupa horas en cualquier programa que esté al aire. Fabbiani y David, son solo algunas de las opinadoras de turno.