Totalmente jugada al kitsch -la pequeña participación del gran Elton John lo confirma y realza-, en esta segunda entrega de una saga que promete mucho más, los dos héroes de la historia se ven enfrentados a rearmar sus estrategias de lucha a partir de que las oficinas centrales de su agencia fueron destruidas por la organización Statesman.
Si se la considera según los parámetros del siglo pasado, el siglo que hizo grande al cine, entonces a Kingsman no le sobran cualidades cinematográfica; incluso puede ser que le falten unas cuantas. Pero es el siglo XXI y el cine se adapta a las nuevas circunstancias de todo tipo que lo recorren para subsistir en lo mejor que siempre supo hacer: entretener. Y ahí sale más que airoso, algo para lo que cuenta con un elenco encantador. Con escenas de acción que resaltan los aspectos visuales incluso a partir de los efectos de sonido, todo apunta a mantener la atención del espectador lo más posible, incluso cuando poco de la trama -y menos del sentido- se le aporte.
Quien vaya a buscar algo más que diversión tan liviana como necesaria y pasar uno de esos momentos que ofrecen las superficies de placer, habrá equivocado la elección. No es como otras películas mainstream que intentan compatibilizar el entretenimiento a través de la espectacularidad con alguna reflexión o inquietud acerca de temas o cosas. Como una de esas canciones que nos legó Elton, así de efímera es Kingsman. También así de necesaria. Tanto, que cada vez que vuelve a sonar, no podemos resistirnos a escucharla.
Kingsman 2 (Kingsman: The Golden Circle. Inglaterra/ Estados Unidos, 2017). Dirección: Matthew Vaughn. Guión: Matthew Vaughn, Jane Goldman. Con: Taron Egerton, Channing Tatum, Julianne Moore, Halle Berry, Colin Firth, Mark Strong, Sophie Cookson, Elton John, Pedro Pascal, Jeff Bridges, Hanna Alström, Michael Gambon, Poppy Delevingne. 141 minutos. Apta mayores de 13 años con reservas.