Se recibió de abogada en la UBA, de periodista en TEA y su vida estuvo y está marcada por un fervor militante. Pero el gran salto a la luz pública lo dio en 2011, cuando desembarcó como panelista en Duro de domar. Rápidamente, entre aciertos y aprendizajes, se transformó en una voz reconocida y reconocible. Julia Mengolini (37 años) construyó un estilo que articula, casi con igual pasión, el compromiso político, el feminismo, cierta urgencia asamblearia y un carisma difícil de pasar por alto. Aquella participación en DDD le dio cotidianeidad televisiva a reclamos de género históricamente silenciados, le permitió conquistar nuevas voluntades para la causa y la obligó a masticar algunas broncas, pero nunca se detuvo. Pasó por Intratables y C5N, hasta que encontró el proyecto que más la representa y enorgullece: la radio Futuröck.

Mengolini fundó Futuröck (Futuröck.fm) junto a Federico Vázquez (periodista y exdirector de Nacional Rock), Sebastián Vázquez y Matías Messoulam. No se trató de la decisión de un grupo de inversionistas obsesionados por anticiparse a las tendencias del mercado y captar ganancias extraordinarias. Fue casi un salto al vacío por la necesidad de encontrar un ámbito de expresión. «El germen de la radio nació en el proyecto Nacional Rock. Se trataba de una programación audaz que apostaba a otra relación con los oyentes. Futuröck profundiza y enriquece aquella idea. Esta radio es un fruto directo del macrismo. Llenamos un vacío comunicacional: en la radio nadie les hablaba a los jóvenes politizados», señala Mengolini.

El tiempo dará la verdadera dimensión de la llegada e influencia de Futuröck. La posición dominante de las grandes radios y el reparto de la torta publicitaria no juegan a su favor. Pero en estos tres años recién cumplidos el proyecto multiplicó oyentes –»nos escuchan 250 mil personas por semana»–, consolidó un estilo singular y generó una forma de financiamiento alternativa –mediante el aporte de su Comunidad de Oyentes–.

–¿Cómo se inventa una radio?

–En nuestro caso, a partir de una necesidad recontra genuina. Después de los resultados de la primera vuelta en 2015, nos dimos cuenta de que era muy posible que Macri llegara a la presidencia. Nosotros habíamos formado un equipo muy bueno en Nacional Rock y sabíamos que era imposible que siguiera. Así que nos pusimos a averiguar cómo podíamos replicar eso y hacerlo mejor. Tener una FM tradicional habría sido imposible. Conseguir una frecuencia, la antena y los equipos demanda una cantidad de dinero imposible para gente común. Pero descubrimos que armar una radio profesional por Internet era difícil, pero no prohibitivo. Nos unimos cuatro socios y lo logramos. Convocamos a gente que venía de Nacional Rock, como Malena Pichot, Darío Sztajnszrajber, Werner Pertot y la señorita Bimbo, entre otros, y se generó una identidad muy potente y un espíritu de pertenencia muy fuerte. No quiero sonar pedante, pero hoy hago zapping por las otras radios y me suenan aburridas, les hablan a los oyentes como consumidores. Futuröck empezó a crecer muy rápidamente y coincidió con la generación de activistas de pañuelos verdes. A elles les estamos hablando y a muchos otres.

–En ese esquema, ¿qué aporta tu programa Segurola y Habana (lunes a viernes, de 13 a 16)?

–Nos gusta pensar la programación como un todo. Con sus matices, claro, pero con una dirección común. Veo mi programa como un gran aglutinador, como un eslabón no perdido. La mañana, sobre todo con Crónica anunciada (Juan Amorín y Rocío Criado) y A los botes» (Werner Pertot, Estefanía Pozzo y Lupita Rolón), prioriza lo informativo. A la tarde, con Total interferencia (Pedro Rosemblat y Gabriela Borrelli) y Furia Bebé (Malena Pichot, Martín Rechimuzzi y Señorita Bimbo), la locura y la transgresión es todavía más fuerte. Segurola y Habana tiene información, bastante de humor y mucho ida y vuelta con los oyentes. Eso genera momentos graciosos y también discusiones, porque no coincidimos en todo con nuestros oyentes y nos permitimos decirlo.

–¿Una radio por Internet puede competir con las tradicionales FM?

–Tenemos formas distintas de llegar a la gente, por una cuestión económica, pero en definitiva todos hacemos radio. Nosotros percibimos rápidamente que hoy la mayoría de los jóvenes escucha radio por su celular o en la computadora, mientras trabajan. Así que ahí estamos con posibilidades similares. Nosotros sentimos que competimos. No nos interesa ser una radio alternativa: queremos ser una radio masiva que dispute la hegemonía, pero con nuestro discurso. Nos pasa que nos manda mensajes gente que antes escuchaba FM Metro, por citar un ejemplo, y desde que nos conocieron no pueden volver atrás. Siempre queremos más oyentes, pero manteniendo nuestra identidad, que es antimacrista y feminista, y que siempre busca patear el tablero y deconstruirse.

Periodismo y puerperio

La charla sigue, casi sin pausas. Hasta que Rita, la hija de dos meses de Mengolini y Federico Vázquez, decide llorar y retoma el centro de la atención. Todas las miradas se posan en ella, se ensayan mil y una morisquetas para complacerla, pero todas conducen inexorablemente al fracaso. Hasta que llega Vázquez, la levanta, la abraza, se la lleva y asunto resuelto. Al menos hasta dentro de un rato. Mengolini vive sus primeros pasos en la maternidad con entusiasmo y pocas horas de sueño. No se queja, casi. Pero se permite reflexionar sobre el tema (ver recuadro) y sus implicancias. Mientras tanto, su pasión por la política y el periodismo desconocen todo encierro –y puerperio–.

–Hace poco Dady Brieva hizo unas declaraciones que generaron un gran revuelo. Pero más allá de los niveles de torpeza que pudieron haber tenido, no hay que olvidar que es lo que dijo un cómico popular y querido. No tiene la responsabilidad que le debemos exigir a un funcionario o a un candidato. Algo similar pasó con Mempo Giardinelli. Lo de hacer una Conadep que revise ciertas actuaciones del periodismo fue una metáfora y quizás no muy feliz. Pero no podemos ignorar que los grandes medios hegemónicos son cómplices de la devastación macrista. Muchos periodistas militaron esta pobreza, aumento del desempleo y endeudamiento atroz. En eso estoy de acuerdo con Dady. Y nadie pidió perdón o revisó algo. Esa idea la planteó Dady y nadie la tomó. No es pedir demasiado, ¿no? Yo respeto las opiniones diferentes, lo que no respeto es la deshonestidad, las operaciones y las fake news.

–El cierre de listas generó bastante polémica dentro de los feminismos. Se escucharon muchos reclamos de mayor protagonismo del movimiento. ¿Vos cómo lo viviste?

–No lo viví con tanto dramatismo. Transitamos un cambio de paradigma y celebro todos nuestros avances. Creo que de una elección a otra el avance es abismal. En cantidad y compromiso. A la paridad hay que agregarle el elemento cualitativo. La mitad en las listas son mujeres, bien, eso es un avance. ¿Pero qué mujeres? ¿Qué piensan y qué quieren esas mujeres? Aunque es claro que en el proyecto Fernández-Fernández la presencia de candidatas feministas es mucho más notoria y concreta. Me parece muy importante destacar que sólo con los gobiernos populares se generan espacios para la conquista de derechos. Difícilmente se puede avanzar en ese sentido con un gobierno como el de Macri. Por eso, es importante la paridad pero más aun que quienes están en las listas tengan un compromiso feminista y el feminismo comprometido está con Fernández-Fernández.

–La diputada del PRO Silvia Lospennato tuvo una destacada actuación durante el debate del aborto legal, seguro y gratuito. ¿Se puede ser verdaderamente feminista desde un gobierno que restringe derechos?

–Mucha gente considera a Lospennato una compañera de nuestra causa. Yo no puedo hacerlo. Me parece que el feminismo de derecha existe, pero es un artificio. Se trata de un feminismo elitista. El feminismo te rebela contra la desigualdad, particularmente entre el hombre y la mujer, pero no podés ignorar o favorecer otras desigualdades. Por eso no entiendo el feminismo de derecha ni a Lospennato.

–¿Se va a hacer realidad aquello de «Vamos a volver»?

–Creo que sí. Estoy muy esperanzada. Ojalá que el pueblo argentino se dé cuenta de quién va a representar mejor sus intereses. En la calle se palpa otro entusiasmo. La fórmula Fernández-Fernández fue una gran movida de ajedrez de Cristina y multiplicó la esperanza. Pero no será sencillo. Será una pelea voto a voto. Tenemos que ganar estas elecciones y después gobernar un país que llevaron a un estado lamentable.  «



¿Cuándo?

Segurola y Havana. Conducen: Julia Mengolini, Fito Mendonca Paz y Noelia Custodio. De lunes a viernes, de 13 a 16, por futurock.fm 



Madre, más allá de los mandatos

Julia Mengolini y Federico Vázquez son padres de Rita desde hace poco más de dos meses. Mengolini vive la maternidad como una avalancha de emociones, responsabilidades y novedades. Y hace poco más de una semana volvió a la radio después de la licencia por maternidad.

–¿Cómo llevás ser madre?

–¡Uh! ¡Es muy difícil!

–¿Es más fácil seguir y entender la política en la Argentina?

–¡Totalmente! (risas). Es muy loco. Nada de lo que te hayan prevenido es suficiente. Al mismo tiempo, desata una corriente de amor increíble. Lo sé: voy a decir todos clichés. No hay palabras nuevas para agregar. Todo el torrente de amor que genera esta personita nueva permite 45 días sin dormir, por ejemplo. Al mismo tiempo, me gustaría resaltar lo importante que es ser madre por elección. Me refiero a que todos tenemos mandatos, por más que el feminismo nos ayude a ir desarticulándolos. Atrasa esa imposición cultural de que si no sos madre, no estás realizada. Para mí es una experiencia hermosísima, pero cada cual tiene que decidir sin imposiciones de ningún tipo.



A pensar el culo

«Todo bien con tener un lomazo y postear tres fotos de tu culo por día. Cada una sobrelleva el patriarcado como puede. Ahora bien: no me vengan con que eso es empoderamiento. Yo lo veo más parecido a una suerte de esclavitud. Capaz me equivoco.» Mengolini escribió ese tuit en relación a una foto y un comentario que en esa misma red social posteó Jimena Barón. La publicación genero un tsunami de opiniones a favor y en contra, que hasta llegaron a los grandes medios en forma de polémica, acusaciones cruzadas y varios.

–¿Te dolió todo lo que se generó a partir de tu tuit?

–Hubo comentarios que me dolieron porque me parecieron injustos y los hicieron personas cercanas. A veces parecía que querían malinterpretar lo que dije. Que me digan a mí “policía de los cuerpos” es muy injusto. Pero después seguían pasando los días y aparecieron reflexiones profundas, esmeradas, que me parece que sumaron mucho. Entonces empecé a valorar que hice un pequeño aporte para el debate y eso me dio satisfacción. Ese tuit lo levantó hasta Clarín y agitó una dicotomía Jimena Barón versus Julia Mengolini. Una boludez. No hay que engancharse en esa. No seamos malas, pero discutamos todo.