La potencia de su voz refleja su pasión por la música. El cantante, compositor y folklorista salteño Juan Fuentes, ex vocalista del grupo Los Huayra, está dando un nuevo paso en su carrera. Como adelanto de su nuevo disco Mil Noches, que vio la luz verá la luz este miércoles, lanzó a las redes hace días una colaboración con el legendario León Gieco. Interpretan juntos el tema “Como un tren», canción que Gieco escribió en 1981 y eligió para que Fuentes interpretara, buscando fusionar los mundos sonoros del rock y el folklore.
En los diez temas nuevos, el norteño muestra su versatilidad, incursionando en varios estilos y demostrando por qué está en ascenso desde que inició su carrera solista en 2019. Recibió el Premio Consagración en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín en el 2023, así como el Premio Consagración en la 58ª edición del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María de este año. Esto es un sueño hecho realidad”, afirma con su tonada intacta.
-¿Que sentís al presentar el tema con León y el nuevo disco?
-Una gran alegría. Las dos cosas juntas son mucho. Fue espectacular cómo se dio todo. Desde que salió la idea de hacer un tema con León, fue algo mágico. Le pedí una canción para hacer y que me diera una mano para armar el repertorio, que es algo que siempre me cuesta. La parte más difícil para mí es pensar qué temas hacer. Me llamó y me dijo que había encontrado un tema ideal. Me contó que hace mucho se lo había pasado a Mercedes Sosa para que la grabe, pero nunca se hizo. “Te queda justa”, me dijo. Quedé fascinado. Además le mande para que viera cómo estaba quedando y me dijo: “Quiero participar: le pongo armónica, coros o lo que sea pero me gustaría estar”. Imaginate lo que fue para mí. El contraste que logramos con las diferentes voces y estilos quedó espectacular. El tipo demostró la grandeza y la humildad, una vez más. Cómo es que vive la música: como si fuera un chico. Si le divierte, lo hace, se anima a jugar, y los que tenemos por aprender, agradecidos. Verlo con entusiasmo por hacer algo con uno, la verdad que conmueve. Con más de 50 años de carrera, es generosidad pura. Por suerte es un buen empuje para el disco.
-En el disco hay de todo: bachata, zamba, bolero, chacarera, algo de pop. ¿Tiene que ver con mostrar tu versatilidad?
-Gracias a dios tengo una facilidad para poder cantar de todo. De cumbia a música lírica. Entonces se me complica buscar un repertorio: no sé para dónde disparar, no tengo tanta experiencia. Entonces siempre pido ayuda. Varias personas me ayudaron a encauzar las composiciones mías y a elegir los temas que me quedaran bien. Este es un disco que me gusta. Siento que es congruente con mi forma de vivir y de ser. Canciones nuevas y canciones viejas reversionadas. Todo tipo de sonidos, con muchos colores, así me gustaba. Tenía muchas canciones a medio escribir, muchas ideas guardadas que no me animaban a mostrar. Yo soy más intérprete, así que dar el paso a cantautor es algo importante para mí. Por suerte me animé porque estoy muy conforme con cómo quedó. Puse un filtro para dejar las que mejor siento que van en este momento de mi camino. De un disco de diez, seis canciones mías, es tocar el cielo con las manos. Muchas quedaron afuera o no me quedaban pero veremos si más adelante entran o encajan. Mi idea es seguir este sendero.
-¿Estás conforme con cómo se te fueron dando las cosas?
-Siento que es un privilegio poder tener reconocimientos, de la gente y de espacios emblemáticos como Cosquín y Jesús María, como solista. Mi carrera la empecé hace poco, más allá que con Los Huayra recorrimos muchos lugares y obtuvimos muchos premios. Tiene otro gusto cuando es para vos, con tu nombre y apellido. Me temblaron las piernas cuando recibí los premios en los festivales porque es un reconocimiento a la decisión, a la inversión y a todo el trabajo que le pongo a mi camino en solitario. Pero esto es algo que tenía que pasar: yo descubrí la música con 4 o 5 años. Es parte de mí. Con un charango que había en mi casa me ponía a cantar todas las canciones de Canto a Latinoamérica de Los Chalchaleros. Luego vino la guitarra y la música es mi mejor amiga desde entonces. Yo sabía que cantar iba a sostenerme: a los 14 dejé el colegio, dejé el rugby, dejé todo. Mi primer trabajo fue cantar el Ave María en las iglesias. Me alcanzaba para pagar la boleta de luz, que era lo único que me pidió mi papá por dejar el colegio. “La casa no es un hotel”, me dijo, y me enseñó a valorar el esfuerzo. Me puse obsesivo por aprender: cuidar la voz, los resonadores, la respiración, el sonido, las vocales, la entonación. Todo mirando y escuchando. Miraba mucho a Andrea Bocelli, por ejemplo, y trataba de imitar. Me pasaba muchas horas frente al espejo, para practicar. Buscando que me desafiara. Aprendí que tenía que hacer todo para cuidar el instrumento. Entendí que las cuerdas vocales son mi manera de comunicarme con el mundo, pero son músculos y lo emocional muchas veces lo afecta, más allá del clima y de cómo lo trates. Todo eso lo fui aprendiendo, de manera rústica y personal. Si lo pienso me emociono. Pero siempre tuve claro que era lo que quería.
-¿Cómo ves tu camino para adelante?
-Este es un disco muy prometedor. Creo que lo puedo defender y mostrarlo todo lo que pueda. En abril voy a venir a Buenos Aires a cantar. Mientras tanto, vamos a estar en movimiento. Todo esto es para que se haga popular. Mi sueño no es ganar dinero. Lo que más me gustaría es que en las guitarreadas o en las peñas de Salta se cante alguna canción mía. Que los nuevos grupos elijan algún tema mío para su repertorio. Pero, bueno, se verá. Lo importante es disfrutar del momento y de lo que me pasa. El futuro siempre es incierto. Tengo metas, pero la realidad es seguir haciendo lo que hago de la mejor manera posible. Sé que el contexto no es fácil y me duele la compleja realidad de mi país. Pero solo creo que hay que ponerle lo mejor. Mis canciones son mis herramientas, pero sin fanatismos sino apelando a lo sensible, a lo humano que nos une. Yo tengo destellos, nunca preparo la inspiración. Me puede agarrar mirando un lago o a las dos de la mañana en el baño, por lo que estoy siempre atento a qué me nace decir y qué quiero compartir. Espero aprender la disciplina de escribir algo todos los días, y trabajar de manera más profesional. Lo que quiero es seguir aprendiendo. No queda otra que ir para adelante, como un tren, como dice León.
“Mil noches”, de Juan Fuentes
El nuevo álbum de Juan Fuentes, abarca 10 temas, incluyendo “Como un tren”, de León Gieco. Desde este 27 de noviembre está disponible en plataformas digitales.