En tiempos de hiperconectividad y sobreinformación a veces lo que falla es la comunicación, y esto se agrava si de vínculos hablamos. Esto es lo que pensó la actriz Laura Oliva (en su faceta de dramaturga, claro) para escribir la obra Matar a mamá, que se presenta en el Politeama, el coqueto teatro de la calle Paraná.
Para dirigir su creación convocó a Paula Ransenberg, con la que Olivia había compartido escenario en obras como Laponia y en Para mí, para vos, donde la química las llevó a formar una amistad. Luego necesitaba tres actrices: estas fueron Inés Estévez, Florencia Raggi y María Rosa Fugazot, y el equipo estaba completo.
La obra es una comedia, con algunas pinceladas de drama. La historia se articula a partir de dos hermanas bien distintas y su madre viuda, de casi ochenta años, que se ha convertido en una sensación del stand-up comedy en YouTube.
-¿Qué les gustó del proyecto?
Florencia Raggi: -Son múltiples factores. Está bueno que somos todas mujeres: la autora, la directora, las actrices. Entonces hay algo de lo femenino que surge inevitable. Casi no se habla de hombres. Pero no es lo único. Me gustó la idea que transmite el guión, con sus múltiples capas y además el equipo que se podía formar, y qué sucedió cómo soñé cuando acepté: pegamos una onda bárbara, también gracias a la directora, que nos dio libertad para trabajar en la dinámica entre nosotras. El proceso de ensayos fue natural y nos abrimos rápidamente a confiar en la otra. Eso no es tan fácil de lograr, entramos en la historia fácilmente y la pasamos bomba. La gente también le pasa así. Es bueno reírse. Reír y emocionar con algo ágil, es algo que me encanta hacer. Se notaba desde que mostraron el guión que se podía lograr con esta obra.
Inés Estévez: -Está bueno hacer pensar a la gente y hacerlo con humor. Es un lenguaje que me encanta transitar. Quizás no se me identifica tanto con este género, pero me gusta explorar esa textura. Me arrojé a la aventura a full, es un desafío actoral y me siento cómoda. Me gusta indagar cómo a veces, en estos tiempos, expresar de una manera demasiado abierta algo, frente a cualquiera, algo quizás en la intimidad o de frente no se atreve a decir, es algo medio impune y eso se pone sobre la mesa también. Más allá de que esta es una relación familiar sin comunicación, me gusta reflexionar sobre el impacto de las redes sociales: es algo para estudiar sociológicamente. Es una herramienta de doble filo, una forma de comunicación que se puede usar para lo bueno o para lo malo. Promocionar o hablar lo que se puede hacer para unir fuerzas o para dañar. Ese impacto no está tenido en cuenta en este caso, la madre tira un globo al aire sin pensar lo que puede pasarle al otro, a nosotras en este caso, sus hijas. A veces por inconsciencia, se dice algo, pero el daño está hecho. A todos y todas nos pudo pasar. Es una pieza teatral donde hay humor sin dejar la profundidad del tema. La dirección de Paula ha generado un resultado muy compacto y eso es un placer.
María Rosa Fugazot: -A mi edad estar en el escenario es una bendición. Es una historia equilibrada. Hay familias que charlan superficialmente. Pero si se dicen una verdad, viene el conflicto inevitablemente. Más si como, en este caso, si es públicamente. Yo no sé ni qué son las redes, pero aprendí algo: una puede usar o no ese recurso, dejar que te afecte o no. El caso es que acá es la madre la que dispara y ahí te pega distinto (risas). Me gustó que mi personaje tiene una relación con su nieto que es muy real, me hace acordad a la forma que yo me llevaba con mi abuela.
-¿Qué sea algo actual es importante?
F. R: -Sin dudas. Todas nos sentimos identificadas. Por hablar de los vínculos, las redes, la comunicación. Lo público, lo privado. Todos temas que están de alguna manera presentes en la vida actual.
M. R. F.: -Es una mirada interesante. Es algo que pasa, pero que a veces no nos damos cuenta. Pero también podría ser algo potente si no hablara de algo tan actual como las redes. Lo que quiero decir es que lo mágico del teatro es que no importa tanto lo que digas sino cómo lo decís, me parece. En la musicalidad de las palabras, en que muestra tu postura o tu cuerpo. En lo personal lo que me parece más importante, por otro lado, es lo bien que nos fusionamos en escena. No hay nada peor que estar en un grupo que no encaja y no fluye. Estamos sólidas, pensamos y trabajamos en la misma sintonía. Esta buena onda es lo mejor. Es una diversión ensayar y actuar y eso la gente lo nota. Y por eso se ríe como se ríe.
I. E.: -Siempre un grupo humano generando algo artístico a pesar de las vicisitudes es importante. Lo importante es la comunión y el intercambio profundo para comunicar. Hay que sentir al otro para que eso fluya.
-¿La comedia es una herramienta potente?
I. E.: -Hacemos una comedia que interpela y hace reír. No es algo pasatista. No son temas livianos, a pesar que queremos que la gente se divierta. El tema está bueno y te deja pensando. Esa es la que sirve. Hacer pensar a través de la risa es algo potente, sin dudas. Siempre se asoció a la comedia con algo fútil y banal, pero en este caso es todo lo contrario.
F. R.: -Comparto. Porque quizás con algo que decimos o hacemos, le bajamos la guardia y el espectador está más abierto a identificarse y meterse en la historia por esa sensación agradable que te invade cuando el humor juega. Por ejemplo, si hablamos de la incomunicación, de hablar en serio para decirse las cosas con honestidad, con la valentía que eso implica, que sería un eje importante en el conflicto de la obra, lo podemos mostrar de diferentes maneras pero se encontró una a través de un paso de comedia, todos reconozcamos que nos puede pasar. El teatro siempre tiene su forma de llegar: por algo sobrevive a todas las crisis y es algo tan humano y milenario. Somos actrices bien distintas, pero entendimos cómo combinarnos para lograr el objetivo. Hay una paleta de colores interesante.
M. R. F.: -El teatro tiene una comunicación directa que se palpita tanto en el silencio que genera algo dramático, como cuando explota una risa. Siempre digo que nosotros, en nuestro trabajo, somos el medio para transmitir el pensamiento o mirada del mundo que alguien escribió para compartir con el mundo. Todo aquello que alguien escribe, sea comedia, drama o lo que sea, son vivencias, sentimientos. Cosas que nos pasan interiormente a todo el mundo. Sean reales o ficticias se transmiten.
Inés Estévez, María Rosa Fugazot y Florencia Raggi
Matar a mamá, de Laura Oliva. Con dirección de Paula Ransenberg. Elenco: Inés Estévez, Florencia Raggi y María Rosa Fugazot. Viernes y sábado a las 20, domingos 19:30, en el Teatro Politeama, Paraná 353.