Luego de formar parte de la programación de la última edición del Festival de Cannes, el tercer largometraje del cineasta Hernán Rosselli llega al Malba, los sábados de diciembre a las 20 y se estrena comercialmente en varias salas del interior del país. Algo viejo, algo nuevo, algo prestado es una película que surge de las semillas de un material de archivo que Roselli recibió de una vecina, amiga y artista plástica, Maribel Felpeto a quien conoció hace años en el ambiente del arte de la zona sur del conurbano donde son oriundos.

Eran unos videos caseros hechos por el padre de Felpeto. Al verlos, Rosselli descubrió el famoso hilo que lleva a algo más: tomó esa historia familiar, la mezcló con la propia y añadió toques ficcionales para lograr una mezcla de thriller policíaco, con toques de drama, aires de true crime y algo de documental ficcionalizado. Es (o parece ser) la historia de una familia del sur del conurbano bonaerense dedicada al negocio de la quiniela clandestina: al morir el patriarca que todo lo manejaba, la hija descubre que su padre tenía una familia paralela y un hijo no reconocido. Ese es el disparador de una trama compleja y muy bien balanceada, una narración con muchos recursos y un ritmo que pone sobre la mesa las pequeñas batallas de la supervivencia económica y social del conurbano

Hernán Rosselli.

-¿Cómo decidiste hacer esta película?

-El ejercicio de montaje me permite a veces ver algo e imaginar cómo puede seguir. Marina, una amiga de mi barrio, me dio un montón VHS que su padre había filmado entre 1985 y el 2000, y le dije: “Acá hay algo”. Era un registro de época, había una búsqueda. Nos juntamos a hablar del material. Hugo, el padre de Marina, filmaba a Alejandra, la madre, con fascinación. Era un juego para ellos, pero muy bien armado. Un tesoro. Había que sacarle el polvo. Me di cuenta que era el sueño de todo director, tener a los actores para seguir esa película que sin darse cuenta habían iniciado. Les propuse que actuaran en una ficción que le agregaría encima. Se coparon. Hablamos, son una familia muy formada en el arte y nos pusimos de acuerdo en que había que ponerle algo de unos clásicos para también hablar de otra cosa y que todo tome otro perfil: algo de ScarfaceBuenos Muchachos, Erase una vez en AméricaEl padrino, ese tipo de películas.

-¿Nadie en la familia Felpeto se dedicó jamás al negocio de las apuestas ilegales? ¿Cómo se te ocurrió este artilugio narrativo?

-Esas películas que te nombre hablan de algo aspiracional muy fuerte. Tienen una estructura temporal que habla de un pasado fundacional y un tiempo actual de crisis, entonces tomamos eso. El cine de gangster refleja esa pulsión secreta que tenemos todos de pegar un salto de ascenso social: en vez de sacrificarnos dos generaciones, ir a la universidad y trabajar de sol a sol, quizás meter un batacazo y hacer algo que nos salve. Entonces use eso para darle un costado más cinéfilo. Ensayamos mucho para incorporar estos detalles.

-¿Es una película que busca el realismo como recurso principal?

-Algo así, mi intención era imaginar, desde algo real, otra cosa  o situación que puede llegar a pasar. Mientras iba escribiendo la película no sabía muy bien cuál iba a ser el tono, pero sobre todo me dejé llevar por lo que me iba  pidiendo el material.  Volver a tener una lectura realista de las pasiones o sentimientos te obliga a buscar recursos para ir más allá. Me gustó la idea de generar empatía, contando como esta especie de clan que está llegando a su fin, y como vive ese destino que le toca. Pero no es que gana la justicia, sino que el propio capitalismo le roba el negocio. Las apuestas on line y todos los pibitos adictos a eso es más poderoso que su método. El Capitalismo le robó el negocio a las apuestas clandestinas y ahora explota a los pibitos. Con su astucia el capitalismo saca provecho de la gente y gana siempre.



Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Guión y dirección de Hernán Rosselli. Elenco: Maribel Felpeto, Alejandra Cánepa, Juliana Simoes Risso, Leandro Menéndez, Hugo Felpeto, Javier Abril Rotger y Marcelo Barbosa. Los sábados de diciembre, a las 20, en el Malba, Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415.