Claudio Gorosito fue un cordobés que a principios de este siglo, para zafar de problemas económicos y sobre todo por dar el salto que lo sacara de pobre, por decirlo de algún modo, decidió hacer de mula del narcotráfico para llevar a Madrid cuatro kilos de cocaína distribuidos en su cuerpo. Al llegar, la policía lo arrestó en el aeropuerto de Barajas. Días después, una golpiza brutal le despertó una enfermedad mortal (lupo) que tenía en estado latente, que lo dejó nueve días en coma, y cuyo tratamiento para salvarlo de la muerte lo dejó sin dientes ni pelo y en silla de ruedas. Seis años más tarde, recibió la Medalla al Mérito Social Penitenciario por haber realizado dentro de la prisión una réplica a tamaño real del Guernica de Pablo Picasso en hilo de bordar, tarea en la que involucró a más de 50 compañeros durante 360 días. De esa historia nació Goro, el que mueve los hilos, el documental de Facundo Kolovcevic y Fernando Menéndez que se estrena hoy a las 18:30 en el Cine Gaumont.
“Claudio lo pudo ver pero no pudo estar en este estreno, que estaba programado para febrero del 2020, pero la sala entró en remodelación y después vino la pandemia”, recuerda Kolovcevic, para quien el film también es su ópera prima. Gorosito murió de ACV en diciembre del año pasado, y si bien vio la película y “le encantó”, no pudo concretar el sueño de verla en una sala llena. “En 2011 estaba viviendo en Madrid con Fernando y alguien en común nos contactó con Claudio, que quería contar su historia”, rememora. Como buenos argentinos que conocen a los “cordobeses entradores”, escucharon y empezaron a chequear. Gorosito no mentía. “La realidad de Claudio cambiaba mucho todo el tiempo, tenía muchos proyectos acá (en la Argentina) y eso nos llevó a cambiar mucho el guión”, explica Kolovcevic los diez años que les llevó el proyecto: “Maduró a la par de la vida de Claudio”.
Filmada en Argentina y España, los realizadores reconstruyeron los hechos ocurridos en Córdoba (Argentina) y Madrid desde el año 2000 al 2006, para darle vida a un film que consigue transmitir el espíritu que la cercanía de la muerte despertó en Gorosito: “Su esperanza, eso de agarrarse de lo poquito que puede haber de positivo y sacarla adelante; aunque estés en la peor, que parece que no podés más, siempre hay posibilidad de remontarla”. Sin embargo Claudio no parece plantear una historia de superación personal, más bien una de lucha. “Cuando apuestas por alguien tienes que ser consciente de que puede fallar -dice Mercedes Gallizo, ex directora de Instituciones Penitenciarias de España que dio lugar al proyecto de Gorosito en la cárcel-. Y lo tienes que asumir, porque si no se asumiese esto no se puede hacer nada en la vida.” En ese riesgo permanente en el que se va la vida (y también se descubre su sabor) es en el que aprende a vivir Gorosito: no importa el desafío que se imponga, sino mostrarse -y muy especialmente mostrarle a sus compañeros- que la lucha por conseguir ese objetivo ya vale la pena el intento. “Claro que puede fallar -completa Kolovcevic- pero por eso de no dar esa posibilidad es un lujo que no nos podemos dar. Si no se dan oportunidades es imposible que esto que tanto escondemos, como son los presos, puedan salir adelante o cambiar su rumbo de vida.”
Antes de salir de prisión, Gorosito se casó con Silvia, a quien conoció a través de su hermana que lo visitaba en la cárcel. Una vez ya en libertad, volvió a la Argentina, a su Córdoba natal, reconstruyó la relación con sus hijos y creó el “Centro Cultural Goro” en la ciudad de Villa General Belgrano, donde enseñó a gente de pocos recursos cursos y talleres gratuitos para aprender distintas habilidades artísticas. “Cuando vino quiso hacer acá lo mismo que hizo allá en unidades penitenciarias, con todos los diplomas y premios, pero no pudo hacer nada, no le creyeron, o le creyeron y no hicieron nada. Lo cierto es que no creyeron como creyeron en él allá.”
Goro, el que mueve los hilos. Guión, Dirección y Producción: Fernando Menéndez Carbone y Facundo Martín Kolovcevic. Estreno: jueves 23 de septiembre, 18:30, Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635. Permanecerá en cartelera hasta al 29 de septiembre.